El desenlace -3-
Por: Norma Carretero Rojano
Capitulo tres
Los B de las BN
Laura se ruborizaba una vez y otra también, ¡que tonta! –pensaba-, ni siquiera lo tengo cerca, ni me ve, ni me oye, ni me entiende, jajaja – reía en su interior-, pues no quería hacerse tan evidente ante su amada familia. Luego… un silencio y después, un texto que decía: Laura descansa hasta que puedas. Va el B de las BN.
Como de costumbre nuestra protagonista no sabía que contestar. Ese B de las BN, ya era un lenguaje cotidiano entre ellos, pero a Laura le costaba trabajo aterrizarlo, entonces, contestaba incluso, con la primera sarta de tonterías que le pasaban por su loca cabecita. En esta ocasión su respuesta a Julio fue: Muchas gracias. ¿Cuántas veces has leído la máxima de Antoine de Saint Exupery?. Era una mujer compleja y simple a la vez, indescifrable en la mayoría de los casos y el hecho de que Julio se despidiera con los B de BN, ella lo relacionaba con la domesticación de la cual se habla en la novela de el principito, además uno de sus libros favoritos.
Obviamente no obtuvo respuesta alguna de Julio, sino hasta la noche, donde éste le comunicaba que se encontraba al lado de su hija, pues la pequeña Cristina (su nieta) cumplía un mes de nacida. –Leí el principito hace un buen de años-. –Ok. el B de las BN me transportó al principito justamente-. Buenas noches. ¡Ah!, felicidades mil, abuelo feliz. –Ya estoy en casa. Después me ilustras con el beso de Exupery, que la verdad no me acuerdo-. Pufff, pensaba Laura, fue lo único que registro su cabeza, ¡el beso!, tenía que ser hombre, bueno… y yo a veces tan compleja. Sonreía.
Para Laura no tenía que ver con el beso, ¡tenía que ver con la costumbre, con el hábito que se estaba formando cada mañana y cada noche cunando Julio se despedía de ella!. Laura se empezaba a sentir domesticada, se lo permitía y lo disfrutaba mucho.
–Es complejo Julio-.
–Entonces te mando DOS, jajaja y, más complejo-.
-¿Ah si?, jaja, pues yo te mando dos abrazos, total, tu estas en Medina y yo en el Jonuco, jajaja. ¡Eres un pícaro!.-
-Como dijo aquel: hay que ponerle sabor al caldo, además por whats, se vale, no?.
Nooo, bueno, la conversación iba subiendo de tono y esto, aunque era divertido, a Laura le daba como raro, sí, se sentía intimidada, rebasada, temerosa del mañana en este juego de palabras, pero ¡feliz!. Su corazón vibraba.
Continuará