El diario Reforma, “pasquín inmundo”
El diario Reforma, “pasquín inmundo”
Por Edgar
Hernández*
“¡AMLO siembra odio y
división entre los mexicanos!”, intelectuales
Tiene razón López Obrador al asegurar que ha sido el
presidente más atacado en 100 años.
Se lo ha ganado.
Su voluntarismo, alianzas criminales, la indolencia
ante la salud pública, el tumbar la economía para mantener ejércitos de chairos
y ese señalado desprecio por la opinión pública manifiesta en los medios de
comunicación, lo han colocado en tan deshonroso lugar.
A la censura por sus repetidos abusos de poder e
impericia en el ejercicio de la cosa pública, se suma la clase pensante de
México, al advertir que el “odio presidencial puede llegar al rio”.
Científicos, académicos, intelectuales y periodistas
advierten en un desplegado profusamente difundido, que la libertad de expresión
y la democracia están bajo en asedio presidencial.
La gota que derrama el vaso se registra luego de las
revelaciones del periódico Reforma en donde se reseñan los negocios de la familia
de Andrés Manuel López Obrador, en el municipio de Macuspana, mismos que
encabeza su cuñada Concepción Falcón, señalada por un desvío de 223 millones de
pesos.
La denuncia desencadenó la ira del presidente, misma
que dio pie para calificar a Reforma como “pasquín inmundo”.
En realidad, en repetidas oportunidades el Peje se ha
manifestado de manera despectiva contra la prensa y los periodistas.
La ha emprendido contra el periódico El Universal al
que nomás no puede domar, al igual que a El Financiero y El Economista. Lo
mismo sucedió con “La Jornada”, sometido meses después tras llevarlo al carril
publicitario con 251 millones de pesos anuales y, ahora sí, considerarlo “el
mejor periódico del mundo”.
En sentido proporcional empujó a la oficialidad al
semanario Proceso y las televisoras a las que atascó de dinero.
No así con Loret de Mola.
Tampoco con “Nexos” ni con los críticos más leídos
como Raymundo Riva Palacio, Ricardo Alemán, Brozo o el propio López Dóriga a
quien detesta, al igual que a Ciro Gómez Leyva y Pepe Cárdenas.
Con el rostro descompuesto aseguró en días pasados
que el periodismo de “Reforma” es una vileza y sin acordarse de más
adjetivaciones cerró acusándolo de “protector y patrocinador de Carlos Salinas
de Gortari”.
Estaba tan congestionado por la ira que ya no supo responder
si la cuñada era inocente por qué entonces renunció a la sindicatura y con
ella, en masa, el Cabildo de Macuspana, designado por el Congreso local; ni por
qué el propio presidente municipal, Roberto Villalpando Arias, abandonó el
cargo so pretexto de tener coronavirus.
Para el diputado del PRD, Ricardo Fitz no son 200
millones sino 355 millones de pesos las “anomalías por aclarar”.
Esta escalada de sospechas fundadas de corrupción
nos lleva al pasado 20 de agosto cuando se hicieron públicos dos videos en donde
aparece el otro hermano de López Obrador, Pio, recibiendo dinero de David León,
difusión que pararía en seco el fabricado escándalo del exdirector de Pemex,
Emilio Lozoya.
“Son donaciones”, justificó López Obrador.
El escándalo familiar evocaría asimismo a su otra
cuñada incómoda.
La Contraloría General de Veracruz
presentó el 10 de mayo de 2017, una denuncia ante la Fiscalía del estado contra
Carol Jessica Moreno Torres, cuñada de Andrés Manuel López Obrador, por
presunto desvío de 80 millones de pesos cuando se desempeñaba como Oficial Mayor
de la Secretaría de Educación estatal.
El Contralor del estado en ese
entonces, Guillermo Moreno, dijo que se utilizaron 20 empresas fantasma dentro de
la Secretaría de Educación de Veracruz y que existen en la Fiscalía General, al
menos 80 denuncias en contra de la esposa de Arturo López Obrador.
Regresarían además al imaginario colectivo los
intempestivos negocios de los hijos del Peje, tres mayores de edad y uno
adolescente, quienes -salvo el menor- de la noche a la mañana dieron a conocer
la aparición de una empresa de chocolates “Rocío Chocolate”, la cual nombraron
así en honor de la primera esposa de López Obrador, ya fallecida.
La empresa millonaria se encargaría desde la siembra
del cacao hasta su transformación en barras de chocolate.
En paralelo los hijos, que no se dedicaba a nada relevante
hasta antes de que llegara el papá a la Presidencia, decidieron incursionar en
la venta de cervezas y refrescos artesanales.
Son historias de familia que en modo alguno ponen en
tela de juicio la sinceridad en las decisiones y arrebatos presidenciales.
Y es que quien tiene la lengua larga debe tener la
cola corta.
Andrés Manuel López obrador no puede ser tan
despectivo con la prensa nacional, ni hablar de inmundicias de los medios de
comunicación cuando el saldo de su gobierno y el familiar les son totalmente adversos.
Menos cuando las cifras le restriegan en la cara su
incompetencia que, en otras palabras, no es mas que un signo de corrupción.
En su breve mandato se cuentan 130 mil muertes, 70
mil por Covid -19 y 60 mil por crímenes por la laxitud con los carteles. A ello
se suman dos mil femicidios, 30 periodistas asesinados; 10 millones de empleos
perdidos, 10 millones mas que regresaron a la pobreza extrema, las arcas vacías
por el dinero entregados a ninis y chairos y la escalada de corruptelas
empezando por sus hijos, hermanos y cuñadas.
López Obrador podrá decir misa y difamar a los
periodistas cuanto quiera, pero jamás podrá detener la difusión de sus
rapacerías y su mal gobierno ya que por cada comunicador que elimina, decenas
más están listos para denunciarlo y por más tuertos y moléculas que invente, la
verdad prima.
Tiempo al tiempo.