El dolor está allí.
El dolor está allí.
Por Martín Quitano Martínez
Para Lina, con mi solidaridad
Día a
día, se acumulan las imágenes de la barbarie en que vivimos, la grotesca
noticia de la muerte nos acompaña, camina impune sin contención. También nos
acompaña el dolor de la violencia, la inseguridad y la indignación.
El
dolor allí está. La cantidad de feminicidios no baja, al parecer solo crecen en
intensidad y crudeza. La violencia de género sigue presente en todos los
ámbitos y frente a ello, tal parece, el pasmo de la indiferencia institucional
que no acusa recibo de los mensajes y exigencias para generar las políticas públicas
y destinar los recursos que busquen enfrentar el flagelo.
La
violencia no reconoce límites, el sufrimiento se acomoda e instala en millones.
Son muchas las dolencias y se implantan en el ánimo social desde la esperanza
de que algo distinto pueda pasar para lograr trascender nuestro pesimismo.
Nuestro
país atraviesa por difíciles condiciones, pues a la inseguridad y la violencia se
agrega el pesar de las familias que han perdido seres queridos por la pandemia,
y que casi un año después, tiene devastada a una economía frágil como la
nuestra, que requerirá de mucho trabajo y tiempo para recuperarse.
Hay ya
demasiado dolor para seguir insistiendo en las posturas de la verdad única o en
la franca evasión de las responsabilidades. Se debe abandonar la resistencia a
escuchar otras ideas que surjan en el marco de una discusión democrática que cancele
la descalificación y la intolerancia. Hay que escuchar y sumar, dialogar con
todos aquellos que desde distintas trincheras buscan proponer.
La confronta
nacional de posiciones irreductibles nos está llevando a impedir que podamos
construir propuestas básicas, de piso mínimo, y reglas que abran esperanzas
para superar los problemas profundos que padecemos. La incapacidad de tirios y
troyanos para dialogar y reducir el dolor de todos, da pauta a cavar más
profundo, a cerrar las salidas hacia la paz social.
DE LA BITÁCORA DE LA
TÍA QUETA
Si Félix
Salgado Macedonio llega a ser gobernador, los violadores seremos todos.
“El Mijis”