El dulce autoritarismo
Pedro Peñaloza
Es absurdo que un pueblo cifre sus esperanzas de redención y ventura
en formas de gobierno que desconoce.
– Emilia Pardo Bazán
1. Pedagogía para feligreses. El nuevo inquilino de Palacio Nacional, ahora convertido en virtual centro monacal, se puede dar el lujo de decir frases grandilocuentes y catequizar a periodistas mañaneros. Juguetear con las promesas, perdonar, insultar y evadir las preguntas.
Cantinflear, sin que nadie se atreva a exigirle precisión. La misa de siete no admite profundidad, se busca la “nota”, los tecleadores cumplen la ceremonia de pescar lo espectacular y mandarlo a la redacción para que alguien le dé el giro que se le ocurra a quien sabe quién. Veremos cuánto aguantan los medios repitiendo temas y vocablos monotemáticos. Lo más importante será saber el impacto que tendrán los soliloquios presidenciales dentro del mundo terrenal de las llamadas políticas públicas.
2. La peligrosa imposición. Un ejemplo concreto de las contradicciones del matinal discurso conciliador del ciudadano Presidente, es el caso de la Guardia Nacional, cuya integración se ha pospuesto para un periodo extraordinario del poder legislativo (16 y 17 de enero). AMLO no ha hecho caso a las observaciones de organismos internacionales y locales que se oponen a la militarización legal de la seguridad pública, que ya habían realizado Calderón y Peña con pequeños subterfugios legaloides. Ahora, para volver a renunciar a su obligación de gobernar, sigue emulando a Pilatos y anuncia una “consulta”, para saber qué quiere el pueblo, en ese y otro tema, como lo es, “si se debe o no juzgar a algunos expresidentes”. Con lo que atropella al poder judicial. Así se las gasta el político tabasqueño.
3. Arena en los ojos. No se piense que AMLO y su dócil mayoría parlamentaria aceptaron posponer la aprobación de la Guardia Nacional por ser conciliadores y sensatos. Nada de eso, difirieron la discusión del dictamen porque les faltan ocho votos para tener mayoría calificada, requisito ineludible para modificaciones constitucionales. Algunos colegas con ingenuidad sospechosa creen que MORENA modificará el núcleo de dicho Frankenstein, a saber, el control militar de los operativos y de todos los procesos tácticos para la actuación de dicha institución. La jugada para la aprobación será con el PRI. Hay mucho dinero disponible y anémicas convicciones. Con eso bastará. Veremos.
Epílogo. En este baile de máscaras, AMLO ya metió a sus dos candidatos para la Fiscalía General, Bernardo Bátiz y Gertz Manero, los demás en la lista son de utilería. El poder absoluto no es sólo una frase. Aquí otro reflejo del perfil despotico del Presidente, de la morfología del nuevo Gobierno. Y lo que falta.
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