EL EGO DE ANGÉLICA ANTE EL ABUSO DEL TIRANO
EL EGO DE ANGÉLICA ANTE EL ABUSO DEL TIRANO
Por Edgar Hernández*
· “¡Era una prófuga de la justicia!”, argumenta
Cuitláhuac García.
Esta mañana la opinión pública entendió que, con
autorización del Tlatoani y el apoyo de la Guardia Nacional, se consumó la
reaprehensión de la jueza Angélica Sánchez en un acto proselitista de quien la
alcahueteó tramposamente, el presidenciable Ricardo Monreal.
Angelica Sánchez mal aconsejada por el abogado Tomás Mundo
Arriasa y embelesada por haberse convertido de la noche a la mañana en “Reina
por un Día” de las redes, los noticieros nacionales y la prensa internacional,
fue acercada a Monreal quien aún presidente de la Junta de Coordinación
Política del Senado de la República, compró el pleito.
Ayer mismo durante la firma de un convenio con la Barra
Mexicana Colegio de Abogados, el hoy aspirante presidencial saludó a Angélica
Sánchez:
“Bienvenida jueza y yo le deseo que nada interrumpa su
independencia, su criterio y que no haya ningún acto que perturbe su libertad y
su actitud de resolver conforme a los elementos que tenga el expediente.
Enhorabuena y aquí estamos a sus órdenes. Mi solidaridad con usted jueza”.
La engolosinada jueza aceptó incluso de Monreal una
invitación para esta mañana en la ciudad de México -la cual el inteligente y
sagaz Cuitláhuac García interpretó como “fuga”- provocando la molestia
presidencial, no contra el Cui, ni contra la jueza, sino de López Obrador
contra Monreal que se tradujo en la reaprehensión.
Es así, que ministeriales de Veracruz, apoyados por
elementos de la Guardia Nacional, detuvieron a la jueza en el Centro de la
Ciudad de México en un acto público del aspirante Monreal.
El hecho, tal como señala el columnista Armando Ortiz, pone
al descubierto dos aristas interesantes:
“La afrenta de Cuitláhuac García en contra de Ricardo
Monreal sigue. Dos, el presidente López Obrador está de acuerdo con esta
detención por demás arbitraria”.
Pero además debió ser la Fiscalía General de la República,
“no la Guardia Nacional, la que debió apoyar a las autoridades de Veracruz para
detener a la jueza, aprehensión que “López Obrador aplaude estas
arbitrariedades y las celebra”.
El trasfondo, en efecto, desvela la bien consabida política
abusiva y consuetudinaria violación a la ley ahora en contra de Angélica “N”,
como “presunta responsable de los delitos contra la fe pública y tráfico de
influencias, cometidos en agravio de la fe pública y del servicio público
respectivamente”, según la Fiscal Verónica Hernández Giadans.
Ello a pesar de que, en esencia, en el fondo de todo este
cuento, a la jueza se le armó todo un entramado por conceder el amparo a una
persona señalada como presunto responsable del asesinato del diputado Juan
Carlos Molina.
“Y eso no se podía quedar así”, defiende el gobernador al
justificar la aprehensión de la que se “fugó”.
Lo de Angelica es la resultante del nuevo berrinche de
Cuitláhuac que su papá le consiente.
Es, en otro sentido, el repetido error de Angélica por
dejarse aconsejar por quien finalmente la empinó al llevarla a una tribuna
nacional con la cual López Obrador está a disgusto.
Monreal es una corcholata oxidada en contra de la voluntad
presidencial y mientras más se mueva más habrá de caminar al pantano, con él
quien se le alíe.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo