El enredo pactado
El enredo pactado
Por
Pedro Peñaloza
“Los crímenes colectivos no comprometen a
nadie”.
Napoleón
Bonaparte
Nadie, con una mínima capacidad de análisis, puede
aceptar que la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) detiene al general
Cienfuegos el 15 de octubre y el 18 de noviembre “descubren” sus jefes que hay
que “respetar la soberanía de México”. Ya la DEA le había imputado los
delitos de lavado de dinero y narcotráfico (el 30 de octubre llegó a manos del
gobierno mexicano la investigación de 743 páginas). Es más, se subrayó que
en el expediente se detalla la vinculación del exsecretario con el “ Cártel
H-2” , célula del grupo de los Beltrán Leyva. Si los
gringos poseen los elementos para enjuiciarlo, ¿por qué liberarlo y confiar que
la Fiscalía General de la República (FGR) tomará en cuenta el expediente para
enjuiciarlo, máxime que en México no existía una investigación contra el
militar.
No perdamos de vista, que en su momento, el
inquilino de Palacio Nacional se quejó por la falta de información del vecino
del norte. Los estadounidenses tenían el propósito tácito de actuar
autónomamente, sin la colaboración del gobierno mexicano. Estaba fresca la
liberación del hijo del “Chapo” por parte de AMLO. Y ahora, “mágicamente”,
en unos días, se estrechan las relaciones de colaboración. ¿En verdad?
En la liberación de Cienfuegos, se pueden apuntar
dos hipótesis: en primer lugar, la DEA se fue por la libre sin cuidar formas
diplomáticas, ocasionado un incidente con un gobierno mexicano fiel a los
dictados de la Casa Blanca; y, la otra, es que las pruebas aducidas eran
endebles y no irían muy lejos para la obtención de una sentencia condenatoria y
prefirieron sanar las heridas. Agreguemos en el análisis la presión
interna de la cúpula castrense mexicana, a sabiendas de que detener a otros
militares involucrados.
Una pregunta nuclear es: ¿cuál es el contenido de
la carpeta que posee la FGR ?, ¿involucra a otros funcionarios mexicanos
anteriores y/o actuales? Y, si es así, se puede abrir una ronda de
chantajes y presiones en los circuitos del poder mexicano para negociar
absoluciones y penitencias al estilo de AMLO. Pero, ¿la DEA dejaría pasar
esos suculentos platillos sin actuar con su clásico estilo y colgarse la
medallita del combate al narcotráfico? Quizá no entregó todo. Tal
vez, le está lanzando una papa caliente al gobierno para medir su vinculación
con el narco y la corrupción ¿Será? Quizás estamos presenciando un simple
pago de Trump a su más fiel seguidor. El enredo pactado está a la
vista. La mecánica subterránea la saben Palacio Nacional y
Washington.
Veremos qué opina Biden en muy poco tiempo.
pedropenaloza@yahoo.com / Twitter: @pedro_penaloz