¿EL FUTBOL O LA ESCUELA?
COSAS DE LA PATADA
¿EL FUTBOL O LA ESCUELA?
Por Héctor Larios Proa
Hace unos años los padres y en
algunos entrenadores cuestionaban a sus hijos con la pregunta ¿La escuela o el
futbol? El cuestionamiento acompañó por décadas a los jóvenes aspirantes a
futbolistas como si estas dos esferas fueran ajenas. Carreras deportivas fueron
ejemplares, la siguiente historia de vida de Jorge Cruz Teista, es otra
versión que marcó la pauta para una formación integral.
Como muchas otras historias,
el protagonista acompañaba a sus amigos a jugar futbol en el equipo Quijotito,
entró porque estaban incompletos, sin uniforme con zapatos de calle anotó gol,
para sorpresa de todos. Así inesperada y sin fecha de caducidad conoció la pasión
que provoca el futbol a los 7 años, emoción después de tantos años aún conserva
el interes por el balompié, se nota al platicar detalles de su vida deportiva.
Del barrio a la iglesia de San
José, donde fue acólito, en Orizaba, Veracruz. El sacerdote formó el equipo
infantil, pero al cambiarlo de templo dejó el equipo a la Asociación Deportiva
Orizabeña, ADO.
“Llegué con mi hermano, nos
daban todo, uniformes, zapatos, derecho al uso de instalaciones. Es el club más
completo que ha tenido Orizaba, fundado en 1916”, afirma el arquero volador.
Ahí conoció a su mentor de toda la vida, Gonzalo Ibáñez Ortíz, encargado
de las cinco categorías de futbol ADO. Jorge Cruz Teista, jugó desde las
infantiles hasta la tercera división en 1967.
“Tuve la fortuna de conocer a
Gonzalo Ibáñez, un entrenador todo entusiasmo y entrega, logró títulos locales,
estatales, un campeonato nacional y el título de tercera división”.
Su periplo por el futbol es
una lucha constante de superación y entrega. En la temporada 68 y 69 llega a
Xalapa para integrarse a los Delfines junto a uno de sus amigos de
siempre uno de los hermanos Guapillo y Julián Martínez Vázquez, en esa
escuadra también jugaba el “cacala” Blanco, su directivo Roberto
Ahued, un empresario que tenía una papelería en el pasaje Enríquez,
prometió que podríamos estudiar, proporcionaba alojamiento y comida. Sus padres
le dieron permiso, no pusieron trabas, era una boca menos. “Siempre fui un buen
estudiante, mis padres no tenían pendiente de mí, ir a Xalapa representaba seguir jugando y estudiando a la vez. Sin
embargo, a mi llegada no alcancé lugar en la escuela Artículo 3°. Jugué toda la
temporada”.
Al siguiente año se creó el
Orizaba FC para la 3ª. división, el entrenador fue Gonzalo Ibáñez, armó un
cuadrazo, conocía a todos los futbolistas de la zona.
“Tuvimos una gran temporada, era el primer año de la 3ª. había dos grupos Oriente
y Occidente cada uno de 10 equipos. Ese año ganamos invictos el campeonato,
fuimos campeones de grupo, ganamos la semifinal y en la final nos enfrentamos a
la España de Veracruz al que le ganamos de visita 0 a 1 y empatamos de local
para llevarnos la corona, siendo el equipo que más goles anotó, el que menos
recibió, nuestro goleador fue José Luis Suárez con 17 tantos y yo fui el
mejor portero de la 3ª. división”.
Ese año Orizaba ganó todo
incluyendo la Copa Presidentes, un torneo organizado por los cinco clubes
veracruzanos, todos los partidos fueron llenos con entradas de 5 mil personas.
Su actuación lo llevó a ser seleccionado nacional de la división dirigida por
el entrenador Guillermo Castillo para enfrentar al equipo Mc. Alpin de Bahamas.
“Recuerdo que al ganar el
campeonato nos llevaron por las calles de Orizaba, todo era fiesta y
felicidad”.
Olvidaba decir, que a su
regreso de Xalapa continuó con sus estudios hasta terminar la preparatoria. Sus
deseos de estudiar y sus aspiraciones deportivas eran mayúsculas lo que lo
llevó a viajar a la capital para una prueba con los Pumas, entrené y me
volvieron a citar, pero no tenía dinero para la estancia, regresé, recuerda.
Meses más tarde le llaman de
Cruz Azul, entrenamos en Jasso Hidalgo hoy, Ciudad Cooperativa Cruz Azul, me
recibió Raúl Cárdenas, el entrenador del primer equipo me dio la bienvenida y
me llevó a la habitación, estuve entrenando durante 15 días, la incipiente máquina
celeste se preparaba para jugar la final contra el América de Carlos Reynoso y
Enrique Borja, mientras Jorge entrenaba al lado de Miguel Marín, “Kalimán”
Guzmán, Quintano, López Salgado y compañía.
“Entendí que toda la atención
estaba centrada en ganar el primer campeonato de Liga, me desesperé no me
habían visto. Regresé a Orizaba”, confiesa, llevando sus largos dedos de la
mano derecha a la frente.
Poco tiempo después, Daniel
Altamirano, un ex jugador de Toluca me había recomendado con José Moncebáez. Ni
tardo ni perezoso acudió con “Monche”, en el mítico estadio de la bombonera de
Toluca, estuvo una semana a prueba.
“Firmé mi primer contrato me
dieron casa, comida y 2 mil pesos. A los 20 días debuté contra el equipo
Basilea de Suiza, perdimos 1 a 2, a pesar de la derrota la prensa deportiva
reconoció su trabajo. “tuvo una gran actuación y paradas espectaculares”, El
periódico deportivo ESTO escribió en sepia: ¡Demostró que puede!
Esas fueron las primeras
crónicas con las que Jorge Cruz Teista se estrenó. Su debut en la Liga
fue en mayo de la temporada 73-74, jugando contra San Luis al que derrotaron 2
a 1. Los diablos rojos tenían en sus filas jugadores como Roberto Silva,
Salvador Kuri, Eduardo Ramos, Valtonrá, Gabriel Núñez, Moy Figueroa, José Luis
“Calaca” González, Toño Munguía, Morris Ruiz, Vicky Estrada, Albino Morales,
Vicente Pereda “el diablo mayor” y Cerda Canela, entre otros.
Había concluido el
bachillerato y su curiosidad intelectual la invitaba a una aventura
universitaria los largos viajes en camión cada 15 días y las tardes libres
después de entrenar lo llevaron a inscribirse en la Universidad Autónoma del
Estado de México UAEM.
En ese tiempo nos preguntaban
¿la escuela o el futbol?
“Es una mentira, se puede
estudiar y ser deportista de alto nivel. Siempre estudié a pesar de dedicarle 6
o 7 horas diarias al futbol”.
De la mañana al medio día a
los entrenamientos, comida y de 4 a 9 a la universidad, los largos viajes en
camión los aprovechaba para estudiar, fue hasta 1975 cuando iniciaron los
viajes en avión.
Sus entrenadores
fueron “Monche”, Pedro Dellacha y Ricardo de León con quien fueron campeones
con un cuadro renovado, llegaron Walter Gassire, Roberto Matosas, Ítalo
Estupiñán y sangre nueva como Javier Cárdenas, Mario Medina, López le dieron
dinamismo y orden al equipo del entrenador uruguayo que hizo del fuera de lugar
un recurso táctico para achicar la cancha ante los embates del rival recuerda
Cruz, el sociólogo. El equipo sabía
perfectamente cada uno de los movimientos que fue producto de repetir y repetir
la coordinación de los movimientos defensivos para hacer el cangrejo rojo
campeón del futbol mexicano. “Aprendimos los porteros a jugar de libero, cuando
salía la defensa”, subraya
¿Qué se siente ser campeón?
Ser campeón de primera es
emoción, orgullo y hasta presunción porque no es cualquier cosa. Aunque en esa
temporada jugué 10 partidos porque el titular indiscutible era Gassire,
recuerda Jorge el portero de lances espectaculares.
En ese tiempo fue muy polémico
que Ricardo de León no continuara con el equipo, ¿qué sucedió? “Don Ricardo
supo retirarse a tiempo, creo que pensó lo difícil que sería repetir el
campeonato ya los contrarios nos conocían. Se fue Argentina para ser campeón al
Rosario Central con la misma estrategia. Regresó a la siguiente temporada
76-77, con el Veracruz, pero no tuvo plantel”, responde Cruz Teista.
Posteriormente, tuvo de
entrenadores a Carlitos Peters dos temporadas, el bigotón Vela como interino y
Jorge Gómez Nogueira llegó para implantar el Jogo bonito, en un momento
en que tenía el equipo 5 juegos perdidos un empate y uno ganado.
En ese contexto Jorge
reaparece en la portería para romper un récord de 6 partidos sin gol en contra
y pasar del último lugar de la tabla a la cima los reflectores estaban pestos
en nuestro personaje que se define como un arquero espectacular, volador de poste
a poste con unos reflejos felinos y una fuerza de salto que lo caracterizaba en
el área. Sus actuaciones lo llevaron a ser nominado a la selección por José
Antonio Roca rumbo al mundial de Argentina 78.
La revista Penalty lo
nombraba portero de la semana en tres ocasiones consecutivas. En un encuentro
contra Atlético Español tiene un choque con Pierucci, queda
lastimado y no va a la selección.
Bajo la tutela de otro uruguayo
Juan Ricardo Faccio, el Puebla peleaba el descenso, con buenas
actuaciones Jorge se mantenía en el 11 titular, pero una lesión nuevamente lo
deja fuera pero sobre todo no quererse infiltrar en el hombro. “No me dejé, no
quise que me inyectaran. Tampoco quise tomarme la “pastilla”, igualmente dije
no quiero. Me congelaron. Dejé de jugar
El siguiente año me fui al
Atlante IMSS, el entrenador era Ernesto Cisneros, llegué junto con Spencer
Coello, Luizinho, Gotfried, que venía del Potosino”, recuerda el
cancerbero.
Su debut con los Potros de
Hierro fue contra Tigres, le dirigía el legendario entrenador húngaro Arpad
Fekete, quien le auguraba una carrera exitosa… Sin embargo, jugando en el
estadio Jalisco contra las Chivas se lastima los meniscos de la rodilla izquierda.
“Por eso digo que yo traje a La
Volpe, es que Armando Franco a pesar de ser un buen portero y haber
tenido una magnífica campaña, no le tenían confianza la directiva, también estaba
Vázquez del Mercado y mi lesión los llevó a contratar al argentino”, rié Jorge
Cruz..
La siguiente temporada
Zacatepec se interesó en él. “Ya estaba el ofrecimiento, pero quise alargar la
negociación para que me dieran más dinero por la carta. Para mi desventura ese
fin de semana debutó Pablo Larios ya que Nacho Rodríguez estaba en la selección
para ir al mundial. Larios sale de titular para no dejar el cuadro y mandarme a
la banca toda la temporada”, cuenta moviendo la cabeza Jorge. “Así es el futbol,
a veces caprichoso”.
Al final de la temporada le
ofrecen renovar contrato. Cansado de ir y venir del DF a Morelos todos los días
y levantarse a las cuatro y media de la mañana, decidió no continuar a la edad
de 28 años. Jorge contaba con dos carreras la de Sociología y Comunicación.
¿Cuáles fueron los juegos que
recuerdas? “inolvidable ganarle 2 a 0 a River Plate, con todas sus estrellas en
el 74 en Toluca. En el mismo escenario vencer al Borussia Mönchengladbach, le abollamos la
corona del campeón de Europa”, responde sin dudar.
Otro partido que recuerdo
gratamente fue contra Cruz Azul en el Azteca, tuve una gran actuación, las
crónicas deportivas así lo constatan, la pluma de don Nacho Matus lo corrobora.
Incluso al final de encuentro Miguel Marín, el superman, va a mi encuentro a
saludarme y me dice: ‘sos un fenómeno’, en los vestidores Billy Álvarez
se acerca para decirme: “Estuviste con nosotros…. Te queremos de regreso”, agrega nuestro personaje volador bajo los tres palos.
Jorge Cruz Teista, es una
muestra viviente de que el estudio y el deporte es un binomio que no debe
separarse. Se adelantó a su época y su preparación lo llevó a defender sus
principios y valores, su visión del futbol quedó escrito.
En el año 84 ingresó a Imevisión
Canal 13 como asistente de producción del programa de Sofía Álvarez,
“Sofiando”, realizaba el guion, escenografías y en un año y medio llegó a hacer
productor. Estuvo a cargo de la realización del programa Pequeños Viajeros.
Además, del México Mágico que conducía Virginia Sendel
de Lemaitre hasta el año 90. Al crecer la familia decide emigrar a Xalapa porque
su esposa le dan la plaza de doctora en la capital veracruzana. Un productor
sin chamba, con muchas ideas, experiencia y preparación. Actualmente, cuenta
con una plaza en la Universidad Veracruzana como analista de televisión.
Un ex portero profesional ¿qué
opina del futbol, desde el punto de vista de la sociología y las
comunicaciones? “El futbol es maravilloso. Soy muy crítico, hay mucho
qué decir, pero en nuestro país es muy difícil realizar una crítica al futbol
desde la antropología y sociología porque el mercado del futbol lo impide, es
intocable”. Remata la charla como si fuera un lance por los aires para desviar
el balón y alejarlo del peligro.