EL GOBIERNO DE LOS ACOSADORES
EL GOBIERNO DE LOS ACOSADORES
Por Aurelio Contreras Moreno
A
contracorriente de aquel discurso inicial de “cero tolerancia a la violencia contra
las mujeres en Veracruz”, algo que ha caracterizado –para mal- al gobierno de
Cuitláhuac García Jiménez han sido el acoso dentro de su propia administración
contra las empleadas gubernamentales.
Áreas
como la Secretaría de Gobierno se han “destacado” como una verdadera cueva de
acosadores, que aprovechando su posición de poder –poca o mucha, ni siquiera
hace falta que tengan altos cargos- se han dedicado a hostigar a las mujeres
que prestan ahí sus servicios, pidiéndoles favores sexuales so pena de quitarles
su empleo.
El
primer caso conocido de este tipo se dio, sin embargo, en la Secretaría de
Medio Ambiente (Sedema), apenas iniciado el sexenio de Cuitláhuac García
Jiménez. En mayo de 2019, una empleada adscrita a la Dirección Jurídica
denunció por acoso y violencia sexual y laboral a Rafael Ceballos Ruiz, quien
en ese momento se desempeñaba como secretario particular de la titular de la
dependencia, María del Rocío Pérez Pérez, y presumía cercanía con el gobernador
por haberlo acompañado en campaña.
Abusando
de su posición jerárquica, este sujeto comenzó a perseguir a la empleada, a
quien hostigaba con invitaciones a desayunar, comer o cenar con llamadas
telefónicas a altas horas de la noche, e incluso con el envío de material
pornográfico; ante la negativa de ella, comenzaron las amenazas de despido. “Siempre
bajo el argumento que era un gran amigo del C. Gobernador Constitucional”,
señaló la agraviada.
A
raíz de la denuncia que presentó la afectada ante la Fiscalía Especializada en
Delitos de Violencia contra la Familia, Mujeres, Niñas y Niños y Trata de
Personas, se inició un largo andar para ella, pues Rafael Ceballos Ruiz era
protegido desde dentro del gobierno. El 7 de noviembre de ese mismo año, el Órgano
de Control de la Sedema determinó “la presunta existencia de falta
administrativa no grave atribuible al servidor público” y procedió a
“elaborar el informe” a efecto de “ser presentado ante la autoridad
substanciadora”.
La
soez impunidad prodigada al agresor llevó a que el caso se ventilara en medios
y se armara un escándalo que hizo insostenible en el cargo a Rafael Ceballos
Ruiz, quien además fue vinculado a proceso dos veces, bajo el proceso penal
398/2019: la primera el 27 de noviembre de 2019, y la segunda en la reposición
del procedimiento el 25 de octubre de 2021, por abuso de funciones,
imponiéndole el juez de control las medidas cautelares de presentación
periódica ante el juez o ante autoridad que aquél designe; la prohibición de
convivir, acercarse o comunicarse con determinadas personas, con las víctimas u
ofendidos o testigos; y la suspensión temporal en el ejercicio del cargo cuando
se le atribuye un delito cometido por servidores públicos. Parecía que se había
hecho justicia. Pero no.
El
pasado 30 de junio de 2022, la Tercera Sala del Tribunal Superior de Justicia
del Estado de Veracruz revocó la resolución y las medidas cautelares
establecidas por el juez de control, bajo el pueril argumento de que son “muy
lesivas para el imputado” pues “restringe temporalmente el ejercicio de su
actividad profesional”.
Sin
embargo, lo que está de por medio es otra de las principales taras que
caracterizan al actual régimen en Veracruz: el tráfico de influencias, el
influyentismo y los lazos familiares para el abuso del poder.
En
el recurso de amparo presentado por la víctima ante el Juzgado de Distrito
Especializado en Materia Mixta del Séptimo Circuito con residencia en Xalapa,
señala que Rafael Ceballos Ruiz cursó la escuela preparatoria con la hoy
secretaria del Trabajo estatal Dorheny García Cayetano, “misma que tenía una
relación de amistad con el ahora acusado y los testigos de éste dentro del
proceso penal referido”. Como prueba, presenta fotografías en las que aparecen
ambos en su época de estudiantes.
Pero
no solo eso. La Tercera Sala del Tribunal Superior de Justicia es presidida por
la magistrada Ailett García Cayetano, que no es otra que la hermana de Dorheny
García Cayetano y quien también conoce personalmente al agresor, de tiempo
atrás.
La
víctima subraya que Ailett García Cayetano debía excusarse de conocer el
presente asunto, y sostiene que “es evidente que no solo existe la suposición
de la existencia de un favoritismo”, sino que la resolución “carece de
imparcialidad”.
La
única “tolerancia cero” que hay en Veracruz es a la aplicación justa y correcta
de la ley. Porque a los acosadores se les protege con todo el poder del Estado.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras