El inicio del sueño
Exclusivo para El Regional: Manuel Duran
En la España de los años 20’s, dentro de la comunidad estudiada del arte, coincidieron y encontraron la grandeza dos artistas que pasarían a la historia como genios y revolucionarios de ideal; Luis Buñuel y Salvador Dalí
La ópera prima del aclamado director, quien después sería responsable de invaluables piezas de cine mexicano, Luis Buñuel es nada menos que un sueño vuelto realidad, de la manera más cinematográfica posible. Con un guion coescrito con Salvador Dalí, fue realizada la pieza surrealista más famosa y referenciada de la historia, siendo que nos regaló una escena por siempre recordada, más nunca igualada, de un ojo humano siendo cortado a la mitad por una navaja, a la par con la luna siendo cortada por una nube.
Al suceder esto al inicio de la obra, Buñuel y Dalí nos abren la visión para comenzar con un sueño/pesadilla aterrador, violento, lujurioso y diverso. La pesadilla retratada por estos artistas es un conjunto de temores, tentaciones, tensión, deseo y amor. Las imágenes de esta pieza parecen no tener relación entre ellas, ni una explicación para cada una; haciendo un gran uso del surrealismo los autores olvidan la narrativa convencional y se encargan de darnos una historia distinta para cada fotograma. Lo bellísimo de estas obras es que al no tener un significado claro; tú como audiencia lo asignas, de igual manera, tú como audiencia decides en dónde empieza y termina una historia y donde empieza y termina otra.
La película fue financiada por la madre de Buñuel con un presupuesto de 25 mil pesetas españolas y se produjo en Francia, país en donde estrenó en 1929 obteniendo las mejores críticas del grupo surrealista de la época.
Buñuel reveló que el guion fue escrito en 7 días basado en un sueño de Dalí fusionado con uno de Buñuel y declaró que no hay significado alguno, solo un montón de abrumadoras escenas cinematográficas. Señaló incluso que cuando se escribió la obra su única regla fue agregar, solamente y sin excepción, imágenes que no tuvieran ningún significado, lógica o referencia alguna.
Más adelante en la línea del tiempo el filme aterrorizó a la comunidad psicoanalista, quienes afirmaron que la película era una señal definitiva de esquizofrenia y demencia clara. En contra de la afirmación de Buñuel diversos psicoanalistas buscaron significados a los fotogramas mostrados en la cinta.
Se muestra en la película varias veces una mano de la cual surgen hormigas desde su interior, lo cual se tomó como una referencia al deseo sexual; tema que Dalí aborda de nuevo en su obra “El Gran Masturbador” en donde, incluye, una vez más, hormigas relacionadas al deseo sexual.
Se rumoró que el título era un ataque directo al poeta andaluz Federico Lorca, quien fue representado en el filme como un muchacho andrógino (referenciado por la orientación sexual del poeta) quien es asesinado. Esto; Buñuel lo negó.
Buñuel fue siempre reconocido como un burgués que recibió la educación conservadora de la comunidad, por lo tanto, en su película hay diversos fotogramas que relacionan directamente los actos sexuales con la condena eterna, representando estas acciones como veneno y enfermedad.
Con, o sin, significados no cabe duda que esta es una pieza cinematográfica para estudiar y admirar. Se disfruta como un viaje por un sueño que cambia de protagonistas, locaciones y contextos, por lo que se sugiere que se vea como tal; sin búsqueda de una narrativa convencional, una historia coherente o un significado inmediatamente explícito, sino un sueño en cine.
