EL MIEDO
EL MIEDO
René Sánchez García
Todos
los seres humanos en el mundo, hemos experimentado alguna vez, esa sensación
llamada Miedo. Los conocedores del
tema lo han definido como un tipo de emoción básica o primaria, como un
sentimiento de desconfianza, también como un mecanismo innato de defensa, e
incluso como un trastorno mental que requiere ayuda profesional especializada.
Lo cierto es que se trata de una rara sensación de ansiedad o angustia, mismas
que interfieren negativamente en nuestras actividades diaria o comunes.
El miedo, según estudios
realizados, aparece siempre cuando el cerebro dictamina que estamos los humanos
ante una situación de peligro real o imaginario. Aparece en cualquier etapa de
nuestras vidas y de algún momento a otro, o sea, sin horario predeterminado.
Igual se menciona que el miedo no sólo aparece cuando el sujeto vive su momento
actual, sino que también suele deberse a cuestiones vividas en el pasado e
incluso pensadas en un futuro inmediato. Todo esto es bastante tenso y
desagradable para el hombre o la mujer.
El miedo produce bruscos
cambios fisiológicos como: respiración acelerada, pupilas dilatadas, aumento
del rito cardíaco y de la presión sanguínea, tensión en los músculos, temblores
en las piernas y en las manos, estreñimientos, diarreas, mareos, e igual llanto
breve o prolongado. Todo lo anterior sirve para que la persona que lo sufre,
pueda huir o luchar. Finalmente, todos los estudios coinciden en que se trata
de algo completamente ajeno a la razón o a los procesos de la inteligencia. Lo
que lleva a pensar que este tipo de sensación es producto de una imaginación
mal formada o conducida.
Un grupo de psicólogos
norteamericanos, señalan que existen varios tipos de miedo: real, imaginario,
irreal, irracional, normal, patológico, físico, social, metafísico, de
incertidumbre, al compromiso, de alcanzar el éxito, a ser descubierto, por
sentir soledad, por un divorcio o separación, problemas laborales o familiares,
por la muerte de familiares y/o padecer cualquier tipo de fobias. Como sucede
en todas las cuestiones biológicas y sociales, el miedo también tiene sus
orígenes y desafortunadamente es en el hogar y la familia donde se inicia.
Está comprobado que los hijos
e hijas miedosos y miedosas tienen por lo regular padre y madre miedosos. Es el
seno familiar donde la enseñanza a contrarrestar temores e inseguridades debe
iniciar, a fin de que los hijos sepan enfrentar con sabiduría o inteligencia
los peligros de la calle. Los padres deben seleccionar o vigilar que los hijos
no tengan acceso a películas de terror o de pandillerismo, violencia,
secuestros o muertes de inocentes. Al igual todo aquello que sale publicado a
diario en las redes sociales o en la internet debe ser supervisado. Que decir
de las publicaciones impresas de los diarios informativos, donde lo primero que
se lee o se comenta en familia es la nota roja por mero morbo irracional.
Si bien la escuela lucha a
diario contra todo este tipo de lecturas baratas y enajenantes; manejando todo
tipo de conocimientos científicos que traten de derribar las fuertes murallas
de fanatismos políticos, religiosos e informativos que aún existen; lo cierto
es que el miedo seguirá existiendo en este mundo desordenado o caótico y entre
aquellos seres humanos que les agrada de sobremanera guiarse por sensaciones y
emociones destructivas que sólo dañan su personalidad, su vida y su manera de
ver y comprender el mundo y el de sus semejantes. Sé que es difícil, pero no
hay otro mejor camino que el uso de la inteligencia, la razón, la imaginación, la
creatividad y los buenos principios. Un ser humano inteligente, es un ser
humano sin ningún tipo de miedo.
sagare32@outlook.com