EL MUNDIAL DE MUSSOLINI
EL MUNDIAL DE MUSSOLINI
México en
los mundiales
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Por Héctor Larios Proa
Para el mundial de Italia 34 la FIFA inventó un duelo de clasificación a días de iniciar la (in)justa
deportiva, ya que la asociación de futbol de Estados Unidos, solicitó su
participación después de los partidos de clasificación.
México había
obtenido en la cancha el boleto en la eliminatoria de la zona centroamericana. Los
directivos aztecas aseguraban que la solicitud del equipo de las barras y las
estrellas no prosperaría, mientras el discurso de la FIFA fue que el partido
era parte del Mundial. Por su parte, la prensa nacional escribía que los
vecinos del norte eran “maletas” y serían presa fácil.
Sin más que discutir, un equipo
sin preparación y en un marco de desorden federativo, porque las finales del
campeonato regular se jugarían sin seleccionados. Los de pantalón largo
lucieron sus ideas cortas y compraron paquetes de viaje con fecha de regreso el
11 de junio, un día después de la final.
Zarparon del Puerto de Veracruz,
en el barco Orinoco, rumbo a la Habana, Cuba, de ahí a Vigo,
España. Un buque más para ir Southhampton, Inglaterra, y uno más hacia París. Para 26 días después llegar
por tierra a Roma. Larga travesía, con sus respectivas aventuras extra
deportivas.
Llegaron pasados de peso los futbolistas
mexicanos, al igual que el primer mundial de Uruguay cuatro años antes, sin
entrenamiento.
24 de mayo del 1934, se
enfrentaron a EUA ante 10 mil espectadores, los mexicanos pisaron el césped
romano, alinearon: Rafael Navarro; Antonio Azpiri, Lorenzo
Camarena; Guillermo Ortega, Ignacio Ávila, Felipe Rosas; Vicente García, Manuel
Alonso, Dionisio Mejía, Juan Carreño, José Ruvalcaba, en el once inicial
repetirían solo tres mundialistas, Nicho Mejía, Felipe Rosas, y Juan “el
trompo” Carreño.
Los norteamericanos
dirigidos por un escoces, tenía en su formación a cinco mundialistas del 30, su
estrella Aldo Donelli, abrió el marcador al minuto 18 con un fuerte
disparo fuera del área que Navarro Corona no pudo detener. Los mexicanos
empezaron a llegar al arco rival ayudados por una defensa nerviosa. Centro al
área, mal fildeo de la defensa rival combinada con una reacción rápida de Manuel
Alonso permitió la igualada. Pero, Donelli vuelve anotar tres minutos
después, con un tiro que el portero nacional se come.
Para la parte complementaria, los
estadounidenses toman el control de las acciones, imponen su fuerza y
preparación, los mexicanos se desinflan, sin condición y gordos no les alcanza
para detener las ofensivas, para acabarla de amolar en una descolgada Toño
Azpiri, se barre llevándose al delantero, ganándose la expulsión.
Nuevamente Aldo Donelli, anota
ante el desconcierto e impotencia de la defensa mexicana. El pundonor de
algunos futbolistas como Nicho Mejía les impide rendirse, minutos después tienen
su recompensa para acercarse 2 a 3, con la ilusión de la remontada. Continúan
atacando, el entrenador rival se defiende con nueve y deja adelante a un delantero,
a pocos minutos del final un contra golpe de Donelli, siempre Donelli, y México
queda fuera del Mundial de Mussolini, al perder 4 a 2.
La aventura se convirtió en
comedia. “15 días en barco y 15 kilos de más llegamos a Roma, dos días antes del partido el Pirata” Fuente y yo nos fuimos a pasear por
una avenida romana. Benito Mussolini era el poderoso de Italia. Los Camisas
Negras realizaban una manifestación, nosotros nos metimos entre ellos y cantábamos ‘¡Me importa madre Benito Mussolini!’ Al tambo por insultos”. Contaba en una entrevista don Fernando Marcios en:
https://www.mediotiempo.com/mas-deportes/fernando-marcos-mexicano-conocio-adolfo-hitler. También lo narra en el libro Fernando Marcos, ayer, hoy y siempre, de Juan Carlos Vargas.
Está fue la experiencia mexicana
en el mundial italiano que ganan los locales bajo el auspicio del dictador
Mussolini teniendo como escenario en Estadio Nacional del partido Fascista.
La tragedia vino después, el jefe
de la delegación mexicana, Antonio Correa, no le encontraron por ningún lado. Los
futbolistas que tuvieron que esperar todo el campeonato para regresar, quedaron
a la deriva, sin dinero para alimentos y hospedaje deciden ofrecer partidos
para solventar sus gastos.
Entre las curiosidades del
torneo, el sistema de competencia fue a eliminación directa, en caso de empate
dispusieron un tiempo de 30 minutos, de proseguir la igualada al siguiente día
había un juego de desempate.
La final Italia-Checoslovaquia,
la ganaron los locales 2 a 1. Recibió la Copa Mundial, Giuseppe Meazza,
los azzurri inspirados por los rifles nazis salieron con la encomienda de ganar
o ganar, como lo declaró alguna vez Luis Monti: “En 1930, en Uruguay, me querían matar si ganaba, y en Italia, cuatro
años más tarde, si perdía”.
Monti fue el primer
jugador de participar en dos mundiales vistiendo diferentes colores el primero
con Argentina y después con Italia. Los italianos nacionalizaron a cuatro
argentinos y un brasileño que participaban en su liga.
El sueño del pedagogo e
historiador francés Pierre de Coubertin se cumplió, el mundo unido, en este
caso por un balón, el espíritu olímpico conquistaba al mundo. El deporte daba
sus primeros pasos de un incipiente mundo globalizado y los dictadores lo entendieron
rápidamente, organizaron el mundial de 1934 Italia, Benito Mussolini, il
Duce y el Führer, Adolfo Hitler, los JO de Berlín 1936.
Los latinoamericanos le
siguieron sus pasos años más tarde. La geopolítica saltó a la cancha mostrando
como unos animaban la competencia dando color y representatividad jugando al
futbol, otros simplemente participaban y pocos competían para ganar.
El futbol se revelaba
como fenómeno integrador de masas envuelto en banderas que exaltan
nacionalismos. En nombre del poder salen a la cancha con diversas mascaras
creando un microcosmos social donde las pasiones se viven en libertad hasta transformarse
en industria comercial.
El binomio del futbol y los
medios de comunicación, recorrieron el planeta de forma paralela, ambos se
complementaron, uno depende del otro. Juntos conquistaron la pasión de las
multitudes. Primero fue la prensa escrita quien difundió los pormenores de los
partidos y el evento buscando mayores ventas de impresos y ganancias a cambio
de anunciar productos y servicios.
Italia 1934 se trasmitió
por primera vez el mundial por radio en vivo para sellar por siempre el matrimonio
del futbol y las comunicaciones.