El mundo según AMLO
Pedro Peñaloza
No existen hechos, sólo interpretaciones. Friedrich Nietzsche
1. El memorándum de un presidente solitario. Ha causado revuelo la difusión de un documento firmado por el presidente de la República, donde instruye a los secretarios de Educación, Gobernación y Hacienda a dejar “sin efecto todas las medidas en las que se haya traducido la aplicación de la llamada Reforma Educativa”.
Sin duda, no existe en su gabinete nadie que le diga que una Reforma Constitucional sólo puede abrogarse por el poder legislativo. En efecto, esto lo podría entender un alumno atento en sus clases de Derecho Constitucional; todo indica que el titular del Ejecutivo lo sabe y no obstante ello, impone su visión autoritaria, contraria a su reiterada letanía de ser defensor del “auténtico” estado de derecho. Ante las múltiples críticas al citado texto, en la misa de siete del miércoles pasado, señaló que el escrito no es “jurídico”, sino político. ¡Recórcholis! El presidente se puede dar el lujo de lanzar un par de cuartillas sin sustento legal aduciendo que es su derecho como jefe del Estado.
Ahora bien, si López Obrador quería ser una declaratoria de intención o de principios, bien pudo hacerlo sin pretender trastocar las normas vigentes y sin comprometer a los miembros de su gabinete. Instruir a sus empleados a no cumplir con la ley los coloca en una disyuntiva: o violentan la Constitución o renuncian. Así de sencillo. Todo indica que este nuevo desplante del inquilino transitorio de Palacio Nacional pretendía darle una palmadita a la CNTE, sin embargo, los disidentes magisteriales se mostraron escépticos ante la ocurrencia.
2. Desgaste y demagogia. AMLO está entrando en un tobogán. Es posible y verificable que el orador principal de las homilías mañaneras trastabille cuando alguien le cuestiona determinadas cifras. El caso del periodista Ramos es notable, no por el personaje en sí, sino porque demostró que los dichos del tabasqueño no coinciden con las cifras oficiales. Pero aún hay más, en materia de empleo presumió un crecimiento récord en puestos de trabajo formales en el primer trimestre, 269 mil 143 personas. Empero, “olvidó” que en el mismo periodo de 2018 hubo 368 mil 542 y en el trimestre de 2017, 377 mil 694, según el IMSS. ¿Quién miente?
Epílogo. Las reglas básicas que debería tener un presidente, es hablar a partir de cifras verificables y fundamentos legales. Por supuesto, AMLO puede lanzar arengas en misas matutinas y en mítines matraqueros, aunque deberá recordar que todo lo que diga lo hace como el titular del Ejecutivo federal y ya no como candidato. ¿Lo alcanzará a entender?
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