¡¡ El Padre Pepito….!!

Espacio 13

*La ternura y la vocación de un sacerdote de Teocelo…

*Los bautizos nunca fueron su negocio, ni las misas….nada.

*Los templos….”casas de negocios”, las califica el Papa Francisco…

“Cuando los curas «se vuelven especuladores, el pueblo se escandaliza»: Papa Francisco: 

Alfonso Mora Chama

Mi camada de los años 58 al 64, deben recordar al padre bondadoso, al cura ejemplo de humildad….al sacerdote estimado y querido por el pueblo católico de Teocelo y de sus alrededores. Quiénes de nuestros amigos no la hicieron de monaguillo con el Padre Pepito cuyo nombre completo fue José María López, estudiando la primaria en el Colegio Vasco de Quiroga, otros en la Hidalgo, en mi caso, en el Colegio Apostólico de esta ciudad del Dios Tigre…

Su cansada voz se dejaba escuchar, ya clásica en las homilías cuando aún se utilizaba el púlpito, y el padre Pepito con paso lento llegaba a este sitio para enviar la palabra de Dios a los asistentes a la iglesia de Asunción de María, no digamos cuando se metía al confesionario y nosotros, llegábamos a él, para recetarle un chino de pecadillos, sabiendo que en cortadas palabras, nos daba la penitencia, la misma de siempre….”reza un padrenuestro para que se borren tus pecados”…

Vestía  ropa descolorida, la sotana más gris que negra y sus zapatos marcaban la huella de los años y así salía todas las mañanas de la calle 20 de noviembre hasta la iglesia, para cumplir con su sagrado deber…y lo hacía sin pensar en las ganancias de un bautizo, de una misa o de un rosario, como se estilaba en otras iglesias…el Padre Pepito no.

Precisamente por eso, leemos con cierta curiosidad lo que debe ser la iglesia de Dios, lo que manifiesta el Papa Francisco, de que es escandaloso cobrar en las iglesias por los sacramentos, justificando que la redención de Jesús es gratuita…porque las iglesias no deben convertirse jamás en casas de negocios…llegando más en su critica el realista Papa argentino, “hay dos cosas que el pueblo de Dios no puede perdonar: a un sacerdote apegado al dinero y a un sacerdote que maltara a la gente….

Si el Papa Francisco se diera su vuelta por las lujosas iglesias de Coatepec, de Xalapa, de los Fraccionamientos…se “encabronaría” de las altas tarifas por ofrecer los sacramentos…cobrando por bautizar, por casamientos y en una de sus liturgias dijo que Jesús expulsó a los mercaderes del Templo porque habían transformado a casa de oración en una cueva de ladrones…es cuando el Papa que ha cambiado la forma de comportamiento, denuncia que ahora también los sacerdotes causan escándalo con sus hábitos, con el comercio o la mundanidad…

Para el Padre Pepito nada fue negociable. No cobraba por ningún servicio. La gente o quienes acudían a bautizar a sus pequeños o la pareja a su casamiento….le dejaba lo que le daba la gana….sin exagerar, hasta cinco centavos. Lo agradecía con la bendición, como lo hizo años atrás en este mismo lugar, Monseñor Rafael Guizar y  Valencia, a quien muchos católicos de Teocelo, lo comparan con el Padre Pepito, de quien se dice, también ha concedido milagros…

Le damos la razón al Papa Francisco, indicando que al entrar a una iglesia, hablando en estos tiempos, se aprecia una lista de precios, para el bautismo, la bendición, las intenciones de la misa, a lo que el pueblo con justificada razón se escandaliza…si él mismo vivió lo que comenta en su natal Argentina…pagar es un pecado, agregaría.

Ya a los católicos no extraña esta actitud mercantil de los curas, si una vez pagada una misa, de remate pasan la charola a los asistentes, familiares o amigos del protagonista, difunto o novio…, por lo que la misa se paga el triple cuando menos…recomendando el Papa que cuando suceda esto: “tengan el valor de decírselo a la cara al párroco”. ¿Será verdad tanta belleza?.

Con el padre Pepito…la iglesia de la Asunción de María, en Teocelo,  jamás fue un templo de negocios. A nuestra corta edad lo vimos y lo vivimos y ahora, con las palabras del Papa Francisco, lo recordamos….lo aseguramos.

Los “monaguillos” de esa época, lo recuerdan, mis amigos de la infancia.

Remato: 

Jugando un papel doña Acela

Importante en la municipal….

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