EL PAÍS DONDE NO IMPORTA LA LEY
EL PAÍS DONDE NO IMPORTA LA LEY
Rúbrica
Por Aurelio Contreras Moreno
Pocas veces se había visto tal desfachatez y
cinismo para abiertamente violar la ley desde el poder como durante el actual
sexenio.
Es absoluto el desprecio que el régimen de la pretendida
“cuarta transformación” tiene por la legalidad plasmada en normas jurídicas. Si
le estorba, simplemente la ignora y la quebranta, cuando no puede cambiarla o
desaparecerla. Y claro, lo hace así porque campea una impunidad verdaderamente
asquerosa.
Y no es que en anteriores gobiernos fueran muy
respetuosos de las normas. Al contrario, en buena medida eso provocó su caída y
la ruptura del sistema. Empero, el régimen que encabeza Andrés Manuel López
Obrador y todos a su alrededor han llevado a grados superlativos lo que
podríamos definir como la “cultura de la ilegalidad”.
En repetidas ocasiones hemos atestiguado la
manera como a lo largo del sexenio los gobernantes y políticos de la “4t” han
pasado por encima de amparos, de candados legales, de acuerdos comerciales y de
prohibiciones legales. Muchas incluso promovidas por ellos mismos cuando eran
oposición, pero que ahora como gobierno les estorban, engolosinados como están
con el poder.
Solo recordar la manera burda y pedestre como
desde el régimen se dilapidaron miles de millones de pesos en consultas
absurdas y que terminaron por ser completamente inútiles, pues a pesar del
derroche, en ningún caso lograron que la población las validara con el
porcentaje mínimo de votación requerido. Estos ejercicios fueron promovidos,
abierta e ilegalmente, por autoridades de todos los órdenes de gobierno
militantes, afines o sometidos a Morena, el nuevo partido oficial.
Ahora baste mirar el nuevo arrebato del
gobierno de López Obrador al pasar por encima del amparo que suspendió las
obras del Tren Maya en los tramos 5 y 6 por las afectaciones ambientales que
conlleva, reanudando “a chaleco” los trabajos luego de decretar a la elefantiásica
obra como de “seguridad nacional”, banalizando además los asuntos que realmente
merecen ser considerados de esa manera.
Como ésos, abundan los actos ilegales del
régimen, los abusos de poder que ni siquiera se intentan esconder porque se
creen intocables. Tenemos a una Fiscalía General de la República siendo usada
como instrumento de las venganzas personales y hasta familiares de su titular; es
público el tráfico de influencias para manipular a un Poder Judicial cada vez
más sumiso y servil con el Ejecutivo; se cuentan por cientos los contratos
millonarios de obra pública por adjudicación directa a empresas “consentidas”; se
difunde sin freno información privada de los supuestos “adversarios” del
régimen para intimidarlos; sin vergüenza se celebran cínicos actos anticipados
de campaña en los que incurren todos los aspirantes del morenato a ser
candidatos; y por supuesto, asquea la “guerra de excremento” contra quienes
representan un obstáculo para los objetivos de un gobierno autoritario que se
acerca a pasos agigantados a equipararse con los peores del PRI, de donde
provienen casi todos sus cuadros dirigentes.
Si a nivel federal la impunidad es atroz y
total, pues en los estados se reproduce como la peste. Como en Veracruz, donde
la Fiscalía inventa delitos para encarcelar adversarios políticos; o en
Campeche, donde la gobernadora se pasa por “el arco del triunfo” un amparo, a
sabiendas de que nadie va a proceder en su contra.
Esa manera autócrata de concebir el ejercicio
del poder, que deja en total indefensión a los ciudadanos de a pie ante
cualquier abuso de la autoridad, la sintetizó el propio presidente López
Obrador con aquella frase que sirvió de mensaje para el Poder Judicial: “no me
vengan con que la ley es la ley”.
En México, la “4t” convirtió la ley en papel
higiénico.
Apestado
Por más circo que haga, por más que se aferre,
Alejandro Moreno Cárdenas es totalmente insostenible como dirigente nacional
del PRI y como su representante ante la coalición opositora, a la que está
arrastrando en su estrepitosa caída al abismo.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras