El Papa recuerda la importancia de hacer las paces en la familia
El Papa recuerda hacer las paces en la familia
· En la Fiesta de la Sagrada Familia, el Papa
Francisco invita a seguir el modelo de la familia de Nazaret y da algunos
consejos para un ambiente familiar sano: «si discuten, hagan las paces el
mismo día, la guerra fría del día siguiente es muy peligrosa”.
Mireia
Bonilla – Ciudad del Vaticano
“La de
Nazaret es la familia-modelo en la que todas las familias del mundo pueden
hallar su sólido punto de referencia y una firme inspiración”. Con estas
palabras ha dado inicio hoy el Papa Francisco a su discurso antes de rezar la
oración marina del Ángelus, este domingo 27 de diciembre en el que la Iglesia
Católica celebra la Fiesta de la Sagrada Familia. El Papa ha recordado que, a
imitación de la Sagrada Familia, “estamos llamados a redescubrir el valor
educativo del núcleo familiar, que debe fundamentarse en el amor que siempre
regenera las relaciones abriendo horizontes de esperanza”.
Características para experimentar comunión sincera
en la familia
El
Pontífice también ha explicado que para que en la familia se pueda experimentar
una comunión sincera, se deben dar una serie de características:
convertirse en “una casa de oración”, mantener “afectos profundos y
puros”, hacer prevalecer “el perdón sobre las discordias” y en la que “la
dureza cotidiana del vivir sea suavizada por la ternura mutua y por la serena
adhesión a la voluntad de Dios”. “De esta manera – ha puntualizado Francisco –
la familia se abre a la alegría que Dios da a todos aquellos que saben dar con
alegría”, pero también “halla la energía espiritual para abrirse al exterior, a
los demás, al servicio de sus hermanos, a la colaboración para la construcción
de un mundo siempre nuevo y mejor; capaz, por tanto, de ser portadora de
estímulos positivos; evangelizadora con el ejemplo de vida”.
Consejo del Papa: Nunca terminar la jornada sin
hacer las paces
Y
hablando de la familias, el Papa una vez más ha expresado algunos de los
consejos que siempre da para un ambiente familiar sano. “Es cierto que en cada
una de las familias existen problemas, a veces se discute – ha dicho – pero yo
les digo una cosa: si discuten en familia no terminen la jornada sin hacer las
paces”. El Papa recuerda que es importante hacer las paces en el mismo día,
“porque la guerra fría del día siguiente es muy peligrosa y no ayuda”.
Así mismo,
ha vuelto a enunciar las tres palabras que siempre tienen que prevalecer en una
familia: permiso, gracias y disculpa. “Permiso para no ser invasivo en la vida
de los demás”, después gracias, gracias de tantas ayudas y servicios que
hacemos en la familia, agradecer siempre, pero la gratitud es la sangre del
alma noble” y luego “la más difícil de pronunciar: disculpa”. Porque como ha
dicho el Papa: “siempre hacemos cosas feas y alguien se puede sentir ofendido”.
Un año especial que nos exhorta a ser testigos del
amor familiar
Año especial dedicado a la familia: una oportunidad
para profundizar el documento Amoris laetitia
Durante
el Ángelus, el Santo Padre también ha recordado que la Fiesta hodierna “nos
presenta el ideal del amor conyugal y familiar, tal y como quedó subrayado en
la Exhortación apostólica Amoris laetitia” – cuyo quinto
aniversario de promulgación tendrá lugar el próximo 19 de marzo – anunciando
que habrá un Año de reflexión sobre Amoris laetitia y será una
oportunidad para profundizar el contenido documento.
Por
último, el Papa ha pedido a la Virgen María “que obtenga a las familias de todo
el mundo sentirse cada vez más fascinadas por el ideal evangélico de la Sagrada
Familia, de modo que se conviertan en levadura de nueva humanidad y de una
solidaridad concreta y universal”.
Tras rezar a la madre del Cielo,
el Santo padre ha dirigido un pensamiento especial «a las familias que en
los últimos meses han perdido a un ser querido o han sido juzgadas por las
consecuencias de la pandemia», pero también se dirige «a los médicos,
enfermeras y todo el personal sanitario, cuyo gran compromiso en primera línea
en la lucha contra la propagación del virus ha tenido importantes repercusiones
en la vida familiar». Y antes de concluir, ha confiado al Señor
«todas las familias, especialmente las más probadas por las dificultades
de la vida y por las heridas de la incomprensión y la división».