El pastel de la alianza
El pastel de la alianza
Por Salvador Muñoz
El asunto no es la alianza, sino cómo
repartir el pastel. Se pudiera pensar en primera instancia que eso se debe
resolver en función de los votos obtenidos por partido en su distrito, si
hablamos de diputaciones locales; y en el caso de las candidaturas a las
alcaldías, tiene primera mano el alcalde al mando que esté del lado de la
alianza, aunque ambos casos pueden ser engañosos, si bien no es general, pero
tampoco descartable… explico:
¿Cuál es la percepción que tiene
usted de su diputado local? ¡Exacto! Dependerá del Distrito que se mire para
considerar el papel que un legislador tiene en este lapso de representante
popular y ver qué tanto puede ayudar o perjudicar al partido y al candidato.
¿Cuál es la percepción que tiene de su alcalde? El mismo asunto aunque quizás
más desgastante que el papel del Diputado.
Al final, será un tema que seguro
habrá de ser complicado para la alianza PAN, PRD y PRI porque cada uno de sus
integrantes tiene su propia percepción de los merecimientos que debe obtener
por las causas que cree tener.
Por ejemplo: En Orizaba, ¿podría
pensar el PAN o el PRD buscar la candidatura por el distrito o la alcaldía
cuando en el papel como en los hechos, es el PRI quien lleva mano?; En Boca del
Río o el Puerto planteemos la misma pregunta cuando el PAN ahí manda. O en la
zona de los Tuxtlas, donde el PRD tiene voz y votos.
Ante la posibilidad de que las
respuestas sean negativas, hay una opción: la libre competencia en determinados
distritos así como en alcaldías. En una de ésas, bien podríamos ver a
candidatos del PAN, PRD y PRI (además del resto de partidos y Morena, por
supuesto), compitiendo por el distrito de Orizaba pero en Xalapa, candidatos de
alianza, peleando en unidad por las curules y la alcaldía.
Así, con 30 distritos a competir, el
asunto es ponerse de acuerdo en cuáles y cuántos le tocarían a cada miembro de
la alianza aunque en algunos casos, no cueste mucho trabajo entender o suponer
algunos… pongo casos y quizás cuadre o no la suposición:
Para el PRD, por ejemplo, ¿qué “pero”
le ponen que sea suyo el candidato por la curul de Zongolica? Creo que es más
fácil que le pongan trabas en un momento dado al alcalde Juan Carlos Mezhua por
los asuntos en los que se vio involucrado por “violencia de género”, pero de
que el PRD tiene hegemonía en ese distrito, la tiene.
Otro caso bien podría ser Santiago
Tuxtla, donde guste o no, Copete Zapot sigue siendo un elemento relevante para
el Sol Azteca, al lado de su esposo, Arturo Herviz, así como el de su hijo,
Argenis Vázquez como alcalde. Súmele San Andrés Tuxtla, digámoslo así: por
alcance.
Un caso interesante sería Huatusco,
donde hay interés en el PRD por llevar candidato por ese distrito, más cuando
alcaldes de la región están interesados en apoyar al partido… Agregue Papantla
y por allí deben haber otros más… el tiempo nos dirá si hay más o menos.
En el caso del PRI, es obvio que
Orizaba es su bandera… ¿Poza Rica? es posible como también Tierra Blanca;
quizás sea el último tren de Carlos Vasconcelos compitiendo por Coatza; en
Mina, Damara Gómez, como en Cosoleacaque, el Pony Vázquez Parissi o Perote, con
el regreso de Pepe Yunes Zorrilla ¿uninominal? ¡claro! su regreso debe ser por
la puerta grande, es decir, con votos. En Xalapa, un priísta por una curul si
hay alianza: ¿Américo? Hasta donde se sabe, las encuestas lo tratan bien.
¿Y el PAN? Luego hablamos… ya
llenamos la cuartilla.