El pensamiento de Pepe Iturriaga está vigente
Por Help´ & Mary Paz Monzón
El próximo lunes 19 de febrero se cumplen siete años del fallecimiento de José E. Iturriaga Sauco, se celebrará alas 10 de la mañana en la glorieta que lleva su nombre ubicada en la salida a Xico, esperamos que aquellos que acudían puntuales a sus comidas el día de su cumpleaños acudan al acto. Don Pepe, como le decían sus amigos dejó un importante legado que nos permite comprender las directrices del México actual. Sociólogo, historiador, diplomático, fue asesor de varios presidentes de la república y empresarios. Entre las lecciones que dictó hay varias que no debemos perder de vista y hacen a nuestro parecer más fuerte su presencia en la vida social y política de México. Por ejemplo, en la conferencia titulada: “México en un piñón”, que presentó en varios lugares hace treinta años, exponía de forma magistral la estructura política en la historia del México independiente hasta 1988. Realizó cuatro cortes transversales para identificar cada periodo y relacionar las variables de estabilidad política, desarrollo económico, paz, discordia social y política y su relación directa con la soberanía nacional, la democracia y el bienestar material y cultural de la población.
En estos cuatro periodos identifica luchas fratricidas y guerras que impactaron directamente en el desarrollo económico y la pérdida de dos terceras partes del territorio nacional. En resumen, en 1821 consumada la independencia, “teníamos 4.2 millones de kilómetros cuadrados… que se redujeron a 1´967,183 km2, resultado de la inestabilidad política donde México obtuvo en ese periodo 66 presidentes. 104 presidentes desde Guadalupe Victoria hasta Lerdo de Tejada. Posteriormente, hay un cambio en la estructura política de 1876 con la dictadura Porfirista que termina en 1911, la revolución mexicana había iniciado y con ella termina el periodo de paz que se extendería la revuelta hasta 1929, en estos diecinueve años 14 presidentes, uno cada año cuatro meses. Finalmente, el segundo ciclo de paz y concordia inicia en 29 con una economía estrangulada y desempleo masivo que flageló la economía de una población de 70 millones, en un contexto de la crisis económica del 29. En este marco aparecen los partidos políticos con un retraso de más de un siglo, el ejército garantizó la paz interior, los amnésicos o desinformados, no recuerdan o no saben que durante 75 años estuvimos en guerra civil, 96 cambios del ejecutivo, 10 constituciones para concluir que se debe respetar la defensa del credo político de todos, pero es más importante respetar la defensa de la integridad del país y su soberanía. Resalta Don Pepe, concluye pensando en el año de 1988-89 que existen actores políticos enfermos de prisa histórica, algunos exigen resolver mañana mismo las demandas de los mexicanos. Por supuesto hay muchos rezagos y corrupción mismos que no se corrigen en el discurso con la inmediatez y las ocurrencias en discursos de campaña incitando, provocando a la revuelta. Por el contrario, hoy como nunca debemos permanecer unidos en años de adversidad.
Que vigente es el pensamiento e ideario político de José Iturriaga, hace un llamado a la unidad para fortalecer la democracia bajo un pragmatismo ilícito que consiste en obtener el máximo bien para México y los mexicanos. Porque quien lucha por su patria nunca se equivoca. Fortalezcamos a las instituciones, a la democracia no manchemos con más sangre la historia de México, la lucha por el poder no se decide con la bayoneta sino con la participación cívica, respetuosa cada vez con mayor asepsia para poner cada papeleta en la urna electoral. Así pensaba Don Pepe. Cuando la historia también es pedagogía.
Del programa de María Enriqueta lo dejaremos para la siguiente semana, en verdad han estado atractivos. Para este sábado no se pierda la conferencia de la Dra. Esther Hernández Palacios a las 5 pm en Casa Museo, le adelanto que nos espera una lluvia de información, historia, conocimiento y emociones. Los comentarios y preguntas del público han redondeado la conmemoración. El espíritu de María Enriqueta está vivo, la nostalgia al terruño, el amor a su tierra está presente y nos hace preguntar ¿por qué he permitido que el Coatepec bello se nos pierda? Fue uno de los comentarios que nos invita a la reflexión.
