EL PODER EN MÉXICO SÓLO DURA 6 AÑOS; A VECES MENOS
EL PODER EN MÉXICO SÓLO DURA 6 AÑOS; A VECES MENOS
El asunto de Osorio Chong parece no ser sólo político
partidista, sino legal.
El poder político en México no dura más de 6 años y a veces
hasta menos. «El poder político – al menos aquí – sólo dura hasta que se
acaba», le oí decir con una fina ironía a un personaje de la izquierda y
vida nacional en una plática que dio en un curso taller de trabajo al que
asistí en la Cdmx.
La remoción de Miguel Ángel Osorio Chong de la Coordinación
del GLPRI en el Senado de la República, parece haber sido planeado más allá del
Diputado Alito Moreno, Presidente del CEN-PRI -y creo que no acabará ahí- y
presumo que dilatará arterias del cuerpo del priismo, pero en especial de quien
fuera secretario de Gobernación con el Presidente Enrique Peña Nieto, y además,
a personajes de su entorno.
La salida del Senador pone en la cuerda floja a poderosos
colaboradores que gozaron del poder en tiempos de SEGOB y no hace mucho tiempo
se dijo que desde la FGR ya se construían caminos legales contra casi 20
cercanos al hidalguense, y hasta se deslizó que serían acusados del presunto
desvío de recursos por 2,500 millones de pesos.
Algunos medios nacionales llegaron a mencionar a Frida
Martínez Zamora, exsecretaria general de la Policía Federal; el exsecretario de
Seguridad Ciudadana capitalina, Jesús Orta; así como Jorge Márquez Montes,
exoficial mayor de la Secretaría de Gobernación, por presuntos desvíos a través
de la compra de aviones, helicópteros y patrullas a sobreprecios, así como a la
simulación de adquisiciones.
En especial el poblano Jorge Márquez, tejió redes más allá
de sus funciones.
Algunos ex servidores públicos ligados a Osorio Chong, se
sabe, atienden varios Procedimientos de Responsabilidades Administrativas (PRA)
que les inició la Secretaría de la Función Pública (SFP), soportados en
información que los órganos internos de control y evaluación aportaron desde la
entrega recepción en 2018 y esto mismo lo han cruzado con
inconsistencias en el patrimonio de todos ellos.
Sin duda el poder no dura más de 6 años en México, ¿o no?
UN CAFÉ CON DOBLE CARGA
El colosismo y los colosistas desde la pérdida del malogrado
candidato presidencial en 1994 Luis Donaldo Colosio Murrieta, desaprovecharon
la oportunidad de participar en el cambio y la transformación del País que
desde entonces visualizaba el sonorense.
Todos o casi todos, se diluyeron entre algunos cargos
menores y la nostalgia por haber perdido a su líder y con el la oportunidad de
dirigir el destino de México. Nadie retomó ese liderazgo por la razón que sea.
Las celebraciones por el fallecimiento de Luis Donaldo a
casi tres décadas, muchos sólo las han utilizado para aparecer, pero de aquel
impacto y dolor por el suceso en Lomas Taurinas, han pasado al olvido; amigos, colaboradores
y aliados, no todos, pero sí la mayoría. Y
quizá hubo presiones o represiones, pero muy poco o casi
nada hicieron por esclarecer el asesinato.
Quizá por miedo, coraje, impotencia o incertidumbre, en fin,
pero nadie se acordó de ir más allá de Mario Aburto, el autor material y
asesino confesó del carismático político norteño.
DE SOBREMESA
Agustín Francisco Basave Benítez y Francisco Alfonso Durazo
Montaño, creo que son a la fecha -visiblemente- los dos personajes que han
tratado de continuar el pensamiento de quien fuera su amigo y jefe político
Luis Donaldo Colosio.
UN CAFÉ PARA LLEVAR
Pocos recuerdan que un veracruzano distinguido y reconocido
como fue Don Juan Maldonado Pereda, era delegado del CEN – PRI en Baja
California cuando asesinaron a Colosio, pero ésta es otra historia.
¡ ES CUANTO !