Pedro Peñaloza

El precipicio nos espera

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Pedro Peñaloza

 

“La realidad no es otra cosa que la capacidad

que tienen de engañarse nuestros sentidos”.

Albert Einstein

1. Sin confianza los que abusan de nuestra confianza. El deterioro que se vive en la credibilidad del régimen priísta se medirá el próximo siete de junio, en tanto sucede ello, los segmentos privilegiados anuncian su insatisfacción de la conducción del gobierno actual. El «indicador de confianza empresarial» ha mantenido una tendencia a la baja, como lo muestra la caída de 1.6 puntos en marzo, con respecto al nivel alcanzado en febrero, lo que mantiene el retroceso observado desde el año pasado, de acuerdo con reportes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

 

La Encuesta Mensual de Opinión Empresarial (EMOE) elaborada por el INEGI reflejó que al comparar la confianza del sector privado en la economía entre marzo del 2014 y el mismo mes de 2015 en el segmento de comercio se redujo 5.9 puntos, en la construcción 4.1, y en el sector manufacturero 3.2. Estos indicadores de confianza empresarial (ICE) se elaboran con la percepción que tienen directivos empresariales del sector manufacturero, de la construcción y del comercio acerca de la situación económica del país y sus empresas, así como de sus expectativas.

 

2. Sin salud, sin futuro y con pobreza. Si bien las franjas dueñas del dinero, pueden emitir su percepción del curso de la economía, las amplias masas asalariadas no son tomadas en cuenta ni siquiera para levantar su opinión. Veamos algunos ejemplos reveladores que atraviesan al país y a los más.

 

México es de las economías inscritas en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que menos gastan en la atención de la salud. Para el ejercicio fiscal del presente año, el gasto público en salud representa el 2.86% del PIB. Así, nuestro país sigue a Chile, que invierte 3.98%; Corea que aporta 4.2%; Israel 4.62%; y Turquía 4.81%. En contraste, los que más gastan para atender la salud pública son: Estados Unidos, con 8.3%; Austria con 8.55%; Alemania, con 8.92%; Francia, con 9.19%; y Dinamarca, con 9.78% (Dirección General de Servicios de Documentación, Información y Análisis de la Cámara de Diputados).

 

En estas mismas coordenadas, el país afronta un grave problema en un sector generalmente olvidado, nos referimos a la pobreza de los ciudadanos mayores de 64 años de edad, máxime que dos de cada tres personas en ese universo no cuentan con ahorros suficientes para llegar a una jubilación digna. En términos absolutos representan cerca de 8.6 millones de personas (Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía). Aunque se ha propuesto una ley para dar una pensión para aquellos que no la tienen, el horizonte volátil e inestable que se aproxima no garantizará que se pueda cumplir ningún ordenamiento de esa naturaleza. Súmese a este extremo etario, el otro, el de las amplias franjas juveniles, que no obstante su acceso y egreso de la educación universitaria no logran satisfacer sus expectativas de movilidad social.

 

Epílogo. El país se aproxima cada vez más al precipicio. No se requiere ser catastrofista o pesimista para concluir que el rumbo de la nación tiene una ruta errática, con mayor desigualdad y exclusión social creciente. La clase política vive una crisis terminal, sus orientaciones ideológicas y económicas están atrapadas en la vorágine de la corrupción, la ineptitud y la improvisación. Ahora, sufragar podrá ser un ejercicio cívico, pero no trascendente para modificar el presente y menos el futuro.

Tal vez, la única esperanza es que las mayorías tengan consciencia de su fuerza y actúen. ¿Utopía? ¿Lo es?

 

pedropenaloza@yahoo.com / Twitter: @pedro_penaloz

 

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