EL RECONOCIMIENTO EN FAMILIA.
EL RECONOCIMIENTO EN FAMILIA.
Por Psicologa Anilú
Arechavaleta
En
la familia suele suceder que en la cotidianidad se pierde el valor de reconocer
y ser reconocido, por lo que hacemos, cuando la familia comienza a formarse dos
personas están entregadas y expectantes a cubrir las necesidades uno del otro,
así como también a buscar gratificación por el resultado, esto sucede por regla
general en todos los seres humanos, el obtener el reconocimiento y aprobación
de las personas que nos rodean comienza desde el núcleo familiar, es allí donde
se forman y refuerzan los valores que regirán a la persona a lo largo de su
vida, es ahí también donde se crean dependencias emocionales las cuales se van
desvaneciendo cuando las personas van adquiriendo su independencia y libertad, esto sucede conforme
avanza logra estabilidad la relación y crece la familia. Es cuando más
necesario se vuelve el reconocimiento personal, todos los seres humanos de
algún modo necesitamos ser reconocidos, con ello se forja la seguridad y
confianza en si mismo, se adhieren a la mente
y se convierten en recursos internos, son esos éxitos logrados como
medallas colgadas al cuello, los cuales hacen crecer tu valía, los logros del
ser humano manifiestan gratificación y satisfacción al ser aceptado y
reconocido por otro, todos en algún momento sentimos esa necesidad, va en
aumento con nuestro desarrollo, esa palmada en la espalda, ese “Te felicito”
“Lo lograste” “Yo sabía que podías” se convierte en el motor qué anima a
continuar haciendo lo mejor que puedas, sin que esto llegue a convertirse en
dependencia emocional y te mantenga esperando el reconocimiento de todo lo que
haces, y si no sucede crea una desilusión y falta de seguridad, hay que
recordar que el equilibrio es primordial en todos los aspectos de la vida.
El
compromiso entiende de dificultades pero no de excusas, y el comprometerse a
revisar día a día como está la relación con la familia es importante, el
reconocimiento deberá ser compromiso de todos los integrantes y se comenzará a
fomentar por los cuidadores primarios, padres y madres que están a cargo de
fomentar y guiar a sus hijos (as) reconociendo su labor. Sin olvidar que todos
en su momento recibimos la felicitación y reconocimiento por nuestros logros.
Porque nunca es tarde para comenzar, reconozcamos a nuestra familia su labor, y
sobre todo reconozcamos y agradezcamos a Dios por todo lo que tenemos en
nuestra vida.