El regreso del crucero mortal (2)
Sergio Levet
Mi amigo Rafael Pérez Cárdenas, un hombre inteligente y acucioso reportero, reacciona a mi texto sobre el crucero mortal de Las Trancas y aporta ciertas ideas bastante plausibles al respecto, él, que también pasa a menudo por ese lugar y corre cotidianamente el mismo peligro de sufrir un accidente.
Sucumbo a la tentación y reproduzco el texto que me hizo llegar:
“Mi aporte al tema de Las Trancas:
“En efecto, la curva lo vuelve una trampa mortal.
“Ingresar a Las Trancas hará que la acostumbrada vuelta en U se convierta en 25 minutos de tráfico. Poner un semáforo hará una larga cola en la carretera, multiplicará el tráfico, poniendo en riesgo a los que se incorporan de la central de abastos y quieran dar ahí la vuelta.
“A veces la experiencia ayuda. Me consta que dar la vuelta hasta el trébol de El Olmo es mucho más rápido y seguro. En este sentido, lo ideal sería que ese retorno se cancele y así se agilice el tráfico en una zona ya de por sí complicada…
“Lo que mucho ayudaría a esa zona es que se arregle el retorno bajo el puente… Y eso me parece que sí le toca a Américo (Presidente Municipal de Xalapa) porque ya fue una vez y ofreció que el recurso saldría del Fondo Metropolitano.”
Bien, Pérez Cárdenas se manifiesta en contra del semáforo que yo propuse y da una razón que puede ser válida: la cola que se haría en la carretera al llegar a Xalapa. Debo reconocer que el semáforo para evitar un peligro podría ocasionar uno nuevo, porque los vehículos que llegan a alta velocidad de la carretera que viene del Puerto de Veracruz saldrían de la curva después del puente y se podrían encontrar con una larga fila de coches detenidos. En el mejor de los casos, un frenazo brusco, un chirrido de llantas y un susto sería el daño mínimo. En el peor y muy posible, se presentarían muchos choques por alcance.
En el aporte de la lluvia de ideas, los vehículos detenidos por el semáforo solamente bloquearían el carril de la extrema izquierda, y con un señalamiento adecuado es muy probable que se pudiera paliar el riesgo de choques. Lo que sí sería inevitable es el tráfico que se ocasionaría y la dificultad de pasar de un carril a otro para los carros que se incorporen por el acceso de la Central de Abastos.
Utilizar el trébol de El Olmo no es mala idea, aunque también hay horas en que la fluidez en esa zona es lentísima.
Y convengo totalmente con mi colega en que urge arreglar el pavimento bajo el puente que da acceso a la carretera hacia Jalcomulco. Ya el Ayuntamiento xalapeño adelantó con algunos metros de concreto hidráulico, pero los miles de usuarios que caen todos los días en esos hoyos insondables agradecerían la solución total, mediante un nuevo esfuerzo del alcalde Américo Zúñiga Martínez, que se ha mostrado tan comprensivo y dispuesto a solucionar los problemas de la vialidad.
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