Crónica Coatepecana

El Sindicato de las Desmanchadoras de Café en el devenir histórico de Coatepec, Ver.

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CRÓNICA COATEPECANA

Dr. Jesús J. Bonilla Palmeros

jesus_bonilla1@hotmail.com

(Séptima parte)

Después de varios enfrentamientos entre los dos grupos, por fin en el año de 1938 logró Amparo Ortiz como Secretaria General, debilitar al grupo de las autónomas mediante una serie de alianzas con las autoridades, aparte de las presiones que ejercieron sobre varias de las compañeras que pugnaban por mantenerse dentro de la CROM. Refiere doña Adelina Texon con cierto dejo de nostalgia, que en una junta por demás amañada fueron expulsadas del sindicato veinte compañeras, entre ellas la propia Adelina quien figuraba como su líder y fue objeto de múltiples agravios durante el tiempo en que se enfrentaron ambos grupos.

A las obreras expulsadas no les quedó de otra que buscar el apoyo de los sindicatos de desmanchadoras de Xalapa, lugar donde fueron recibidas y se les dio trabajo, pero el problema como bien refería doña Adelina Texon, era el de tener que levantarse muy temprano para movilizarse a Xalapa y retornar muy tarde, situación por la que algunas compañeras prefirieron agradecer el apoyo y buscar otras actividades que les permitieran atender sus necesidades económicas.

Narraba doña Adelina que ella se fue por varios meses a trabajar al puerto de Veracruz con su comadre María, lugar donde lavaban los grandes alteros de ropa durante el día y en la noche se dedicaban a planchar con las clásicas planchas de fierro que calentaban en la brasas de carbón. Casi un año mantuvo el ritmo de trabajo como lavandera, hasta que decidió retornar a Coatepec y buscar otra actividad en que desempeñarse. Un día se fue a buscar trabajo de empleada doméstica a Xalapa y en su deambular encontró a una anciana que también buscaba alguna actividad doméstica acorde a sus condiciones físicas, en eso estaban cuando al asomarse en un gran portón, grito la viejecita ¡Alguna lavadita de suelo o sirvienta que quieran!, y desde el interior se escuchó otra voz ¡Quién quiere trabajar de sirvienta!, a lo que respondió la viejita, ¡ándale mijita ya conseguiste trabajo! Acto seguido salió del interior una señora ya grande y le preguntó si sabía guisar bien y limpiar, a lo que doña Adelina contestó ¡se guisar a mi modo y a la limpieza no le huyo¡ Inmediatamente fue contratada y a la semana le ordenaron limpiar una gran pieza, lugar donde observó una gran cantidad de mantas y propaganda de la CTM, situación que le desconcertó y le llevó a preguntarse ¿Dónde vine a parar? La respuesta no se hizo esperar pues días después llegó a visitar a la señora su hijo y gran sorpresa se llevó doña Adelina, el personaje en cuestión era nada menos que el Senador Vidal Díaz Muñoz, mismo que se quedó perplejo de ver a doña Adelina en la casa de su mamá. Inmediatamente le informó a su madre que la sirvienta era su enemiga política, a lo que la dulce ancianita le respondió ¡Ella se queda aquí porque me gusta como trabaja y si en las cuestiones sindicales tienen diferencias, eso no me interesa y punto! Adelina continuó trabajando durante un tiempo sin problema alguno y cuando tenían sus juntas los líderes locales de la CTM, la mandaban al parque con los niños.

Comenta que en cierta ocasión el Senador Vidal Muñoz ofreció un gran banquete al que concurrieron diversas amistades, entre ellas importantes personalidades de la política como el señor gobernador Lic. Jorge Cerdán Lara y su esposa. Refiere doña Adelina que se les juntó el trabajo en la cocina y a ella le ordenaron hiciera los frijoles refritos, mismos que colocaba en platones y acompañaba con queso desmoronado y totopos, pero para su mala suerte, a la esposa del gobernador se le quebró una muela por masticar un bocado de frijoles refritos que contenían un pequeño tornillo, inmediatamente los guaruras se dieron a la tarea de investigar si se trataba de un atentado, y descubrieron que el tornillo se había zafado del mango del sartén donde se frieron las grandes cantidades de frijoles, situación que descartó el supuesto atentado. A raíz de la penosa situación con la esposa del gobernador, doña Adelina dio las gracias y renunció al trabajo, antes de que sucediera alguna otra situación y la señalaran.

Continuará…

 

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