EL TAPADISMO Y EL TAPADO
El sexenio de Don Adolfo Ruiz Cortines entraba en el ocaso. Todo indicaba que ya había nominado al sucesor, pero el sagaz zorro de la política mexicana parecía indiferente ante el suceso. Don Adolfo el viejo, tenía un estilo muy fino para engañar sin mentir; era excelente para la simulación, su astucia era nata; su juego siempre fue personal; nunca tuvo asociados mucho menos coautores de ese artificio de la sucesión presidencial.
El viejo confabulaba con tres personajes muy cercanos a él. Uno de ellos era el flamante veracruzano y Secretario de Gobernación, Don Ángel Carvajal. Hacía el juego con el de Nayarit y eficiente Secretario de Agricultura, Gilberto Flores Muñoz (aquél que murió asesinado por su nieto Gilberto Flores Alavés). Y a otro que le dieron atole con el dedo, fue al de Nuevo León, Ignacio Morones Prieto, eficiente secretario de Salud. Los tres habían cumplido con el encargo de ser gobernadores de sus respectivos estados y los tres aseguraban que uno de ellos iba a ser “el bueno”. Triste decepción, cuando entraron al juego otros tres incautos: el regente Ernesto P. Uruchurtu; José lópez Lira, el de Patrimonio Nacional y Antonio Carrillo Flores, el mero tigre de Hacienda.
Don Adolfo el viejo, veía desde barrera de sombra, los movimientos de los grupos de solidaridad, que les hacían a cada uno de los supuestos. En la secuencia de su juego, y con su frío proceder, a dos meses del destape, a su espléndido, eficaz y admirable SECRETARIO DE TRABAJO, no le contestaba el teléfono, no le concedía acuerdo, no lo convocaba a reuniones donde acudían los otros secretarios y cuando mencionaban su nombre, evidenciaba con una mueca nada agradable.
Adolfo López Mateos (fallecido un 22 de septiembre pero del año de 1969), SECRETARIO DE TRABAJO, rechazaba la idea de que pudiera ser candidato, y sin ningún miramiento, se dedicaba a atender arduamente su encargo. Por esas fechas, los tocayos Adolfo el Viejo y Adolfo el joven, eran los protagonistas de esa invención llamada TAPADISMO y su consecuencia EL TAPADO.
Amigos la abuela decía que “los políticos prometen hacer puentes; y si no hay río, prometen hacer el río”. Ah qué viejita, siempre incrédula…
¡Ánimo ingao…!
Con el respeto de siempre Julio Contreras Díaz
El DJ, les manda algo del 58.