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El Trabajo Doméstico, Salida y Alternativa para la Mujer del Campo

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El Trabajo Doméstico, Salida y Alternativa para la Mujer del Campo

Por: Yolanda Orduña.

 

Pensar en mujeres, es diversidad entre ellas mismas; lo es la profesionista, empresaria, comerciante, deportista, la feminista, hija, madre de familia, esposa, artista, la de ideas libres, la minimizada y reprimida, la mujer moderna y actual; la de la ciudad y la del campo.

 

Mujer inspiración divina, musa de artistas, mujer amada, mujer explotada y muchas veces humillada, violentada física, psicológica, laboral y desde un contexto cultural, sin distinción de escenario, igual urbano y rural.

Serias agravantes imponen límites, entre ellos el alejamiento de los recursos colectivos sumando a las distancias geográficas de los centros urbanos, donde dichos recursos, son más fáciles de encontrar.[1]´[2]

 

Otros límites los construyen las relaciones entre hombres y mujeres en el escenario rural, permeadas por el machismo, el autoritarismo y las heterogeneidades de género.[3] Este contexto de adversidades y exclusión coloca a las mujeres rurales en una condición de vulnerabilidad, expuestas a la violencia.

 

Ante la complejidad y el carácter multidimensional de la violencia contra la mujer, su prevención y enfrentamiento requieren la articulación de diferentes sectores, a través de la red de atención. Esta se refiere a la actuación articulada entre instituciones-servicios gubernamentales, no gubernamentales y la comunidad, atravesando diversas áreas como la salud, la educación, la seguridad pública, la asistencia social y la cultura.[4]


La violencia a la mujer rural, desde su propio entorno familiar o por el trabajo que en muchas ocasiones no está remunerado, las obliga a migrar a ciudades urbanizadas, en búsqueda de ingresos, en donde la mayoría de los casos los encuentra como personas trabajadoras del hogar.

 



El trabajo doméstico remunerado ha sido uno de los empleos aceptados para las mujeres en la historia reciente de éste país, los problemas económicos favorecieron esa creciente preferencia porque, como señala Estela Serret, “las mujeres han trabajado en todas las sociedades conocidas a lo largo de toda la historia de la humanidad, tanto en labores de producción como de reproducción social”.[5]

¿Pero quiénes son estas personas que dignamente trabajan en el hogar?

Son aquéllas que se emplean bajo un esquema remunerado, y que desarrollan un trabajo en los hogares, que consiste en la limpieza en general, lavar y planchar la ropa, hacer la comida, ordenar armarios, entre muchas otras actividades inherentes al mismo, así como cuidar infantes; es la primera en levantarse en una casa y la última en ir a dormir, lo es también la que toma el transporte público muy de mañana para dirigirse a su tarea diaria del hogar, y la que muy tarde llega a casa para seguir con las mismas labores en su propio hogar.

 

Antes de la pandemia (marzo 2020) cerca de 2.4 millones de personas laboraban en este sector, para julio sólo 1.6 millones lo hacían, el reporte más bajo de los últimos 15 años.

 

El paro laboral por COVID-19 provocó que 30% de las empleadas del hogar dejaran sus trabajos, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) para julio.

 

Es decir, entre el tercer y el séptimo mes del año, más de 732,000 personas se vieron afectadas en su trabajo por las medidas de confinamiento.[6]

Trazando caminos en beneficio.

 

El 14 de mayo de 2019, el Senado de la República Mexicana, aprobó por unanimidad el dictamen que reforma, adiciona y deroga diversas disposiciones de la Ley Federal del Trabajo y la Ley del Seguro Social, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 2 de julio de 2019, que garantiza diversas prestaciones en beneficio de las y los trabajadores del hogar; se busca brindar seguridad jurídica, derechos laborales básicos, estableciendo prestaciones mínimas como cualquier otro trabajo formal, así como prohíbe que menores de 15 años realicen trabajo doméstico.

 

“Es probable que muchos sigan contratando trabajadoras del hogar sin registrarlas, ni cumplir las leyes”, se lamentó Maite Azuela, defensora de los derechos humanos y analista política independiente que vive en Ciudad de México. “Sin duda, será necesario un cambio cultural gradual. No ocurrirá de la noche a la mañana”, manifestación hecha posterior a la aprobación del dictamen señalado. 

Importante referir, que hay mujeres que se dedican al trabajo del hogar y de cuidados que no son remunerados, en un promedio de 47.9 horas a la semana, mientras que los hombres dedican 16.5 horas en el mismo rubro.

 

Garantizar derechos básicos dentro de una realidad económico-financiera, en un país en el que casi el 60% de la población realiza empleos informales, defensores de los derechos humanos afirman, será difícil de cumplirlos. Afortunadamente hay consenso en el tema, alimentando la esperanza de generación de un cambio paulatino, en la aplicación de la norma.

 

De destacar, que tras muchos años de lucha y activismo de un grupo de mujeres lideradas por Marcelina Bautista persona trabajadora del hogar, quién fundó el primer sindicato de trabajadoras del hogar en 2015, logran este importante avance en la legislación.

 

En los años… Domitila, Judith, Catalina, Rosy, Eli y Cecy, nos ha unido el apoyo mutuo en el trabajo diario, el respeto generando lazos de amistad, más humanas y solidarias; llorando y riendo, muchas veces frágiles otras empoderadas, formadoras e idealistas, caminando juntas comprendimos que estando unidas no hay imposibles.

 

A ellas y a todas las mujeres que honran su vida en el trabajo del hogar, mi admiración; sin violencia avanzamos, dignidad humana para la mujer, se traduce en respeto a los derechos humanos.

 

[1] Dudgeon A, Evanson TA. Intimate partner violence in rural U.S. areas: what every nurse should know. Am J Nurs.

[2] Costa MC, Lopes MJM, Soares JSF. Violence against rural women: gender and health actions. Esc Anna Nery

[3] Arboit J, Costa MC, Hirt MC, Padoin SMM, Colomé ICS, Soares JSF. Domestic violence against rural women: gender interface in community health agents’ conception. Cienc Cuid Saude.

[4] Ministério da Saúde (BR). Secretaria Nacional de Enfrentamento à Violência contra as Mulheres. Política Nacional de Enfrentamento à Violência Contra as Mulheres. Brasília: Ministério da Saúde; 2011.

[5] www.conapred.cdmx.gob.mx

[6] www.inegi.org.mx

www.un.org/womenwatch

Ley Federal del Trabajo Ley del Seguro Social, en materia de trabajadoras domésticas www.senado.gob.mx