El turismo extraterrestre de Cuitláhuac
Por Edgar Hernández*
¡La industria sin chimeneas de la jícama y la horchata a la alza en Veracruz!
De nuevo, como en el caso de la abuela noviera, nos arrepentimos de nuestra insensatez… por dudar de todo lo bueno que está sucediendo en Veracruz.
Tal vez no supimos o no quisimos comprenderlo.
Acaso nadie nos dijo o tardíamente nos enteramos que en lo oscurito un fiel ejército de colaboradores, acompañados de tíos, hermanos y hasta comadres, se entregaron a la causa día y noche.
No sé.
Estábamos tan acostumbrados a las raterías de los malos del pasado que hasta incrédulos nos volvimos. O tal vez pensábamos que eso del nepotismo y la corrupción era patente de uso de siempre y para siempre en Veracruz y jamás imaginamos que un ángel salvador, San Cuicaras, vendría a decirnos que no era así.
Y que la Cuitlálandia era una realidad… y que el paraíso terrenal a donde llegarían turistas del lejano oriente y otros lados del mundo –según contaba la abuela Manuela- sería Veracruz.
En el Veracruz donde una bola de mentirosos andan por ahí diciendo que somos el primer lugar en feminicidios cuando solo han sido 116 asesinatos de mujeres y cuando en realidad, tal como sostiene la diputada Ana Miriam Ferraez, la solución está en el toque de queda y encerrar a nuestras féminas a eso de las 10 de la noche o de plano no dejarlas salir.
El punto es que en este bello Veracruz es falso que la inseguridad nos ha colocado en el quinto lugar a nivel nacional y a Coatzacoalcos en el 20 como la ciudad más insegura del mundo.
“¡Bochet!”, como dicen en la tele.
Mentiras como aquella que asegura que hay siete cárteles delincuenciales y que tenemos una deuda pública por 80 mil millones de pesos, amén de un desempleo galopante, una economía paralizada y un pendiente de 6 mil millones de pesos con los empresarios.
¡Al Diablo con los cuentos!
Falso que sean deshonestos, corruptos o fieles al nepotismo los patriotas servidores de la Cuarta Transformación. Inverosímil que el nuestro sea un gobierno de ocurrencias, de sabadabas o pendejadistas envueltas en tacos de tripa gorda y jatdogs.
Hoy la venda se ha corrido de nuestros ojos.
Los ocho millones de habitantes estamos felices y cabalmente enterados de que el turismo aumento, no en un 3 por ciento, tampoco el 33 por ciento ¡que va!.. Nos fuimos hasta el 331 por ciento.
Y échese este trompo a la uña, de ¡Turismo internacional!.. Ese que nada tiene que ver con el turismo de la jícama y horchata, ni el que solo viene a dejar la basura a nuestras playas.
Solo es cuestión de fijarse los fines de semana como las francesas se pasean por el malecón… pero, qué digo las francesa, esas despampanantes suecas en bikini contoneándose en nuestras limpísimas playas. Mmm…
Y ni que decir de esos ponchados teutones que parecen los mismísimos dioses del Olimpo bebiendo champañ –¿así se dice?- y degustando viandas con los vendedores ambulantes que ya hasta de corbata de moño andan.
¡Al carajo! los empresarios del turismo que sostienen que tras el fracaso del pasado Carnaval que no recibió ninguna ayuda oficial, el turismo tocó fondo.
No creamos eso de que el turismo se fue a Puebla, ni que la inseguridad es un impedimento que evita el tránsito turístico y, sin duda, son unos chismosos esos países como el Reino Unido, Estados Unidos, Alemania y España que en este 2019 han emitido importantes alertas de viaje a sus ciudadanos para no visitar Veracruz por la inseguridad y resurgimiento de la violencia.
Hagamos caso a nuestro Cuitláhuac quien con los pelos de la burra en la mano afirma que “se generó un incremento del 331% del turismo internacional” y que las cifras no las sustenta en el paso de migrantes ya que esos son “migrantes no turistas”.
331 por ciento de incremento turístico traducido en dólares y Euros, ha de ser un madral de dinero para terminar todas las autopistas planeadas, para construir más hoteles y convertir a la Costa Esmeralda en la Costa Azul y para taparles la boca a la Asociación de Hoteles y Moteles en Veracruz-Boca del Rio, cuyo representante Sergio Lois, dice falsamente que “no hemos percibido ese incremento del 331 por ciento”.
Esos son los enemigos de Morena.
Son los que están bajo el mando del Diablo sin calzones que es Jorge Winckler que, ya sabe usted, anda metido en todo para destruir a Veracruz.
La Canirac también miente. Ese Santiago Martínez, su titular, trae otros datos ya que la neta es lo que dice nuestro honesto gobernante en el sentido de 482 mil 805, tal vez 806 si actualizamos la cifra, son los visitantes que hemos tenido en los eventos públicos “todos transcurridos con saldo blanco”.
Desde luego que siempre queda la duda de que si el nieto de doña Manuela, está tomando como referencia de ese 331%, a la población asistente a los festivales chunchaqueros que no son turistas o tal vez a nuestro distinguidísimo gobernador le dieron otras cifras, las que corresponden a la tasa de nacimientos en los últimos años.
No se sabe.
Aunque lo más seguro, lo más seguro, es que los turistas que vinieron a Veracruz fueron extraterrestres y no entendemos a esos de la Cuarta Transformación.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo