El valor de los pueblos originarios
El valor de los pueblos originarios
El 30 de septiembre de 2009, la “Ceremonia ritual de los voladores” fue
declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Es
un rito asociado a la fertilidad, que data de la época prehispánica y que
practican diversos grupos étnicos desde México hasta Centroamérica.
Para quienes nacimos en el estado de Veracruz y para el pueblo totonaca,
esta ceremonia ritual es un emblema de aquello que nos da sentido e identidad
en el mundo. Las manifestaciones de los pueblos originarios contienen
enseñanzas profundas y a través de ellas, se hacen visibles las prácticas de
solidaridad, el vínculo con la naturaleza y la relación con el cosmos.
El Instituto Veracruzano de la Cultura tiene, entre otras, la vocación
de la puesta en valor de las manifestaciones de pueblos originarios y
afrodescendientes, promoviendo su visibilidad con el propósito de sensibilizar
a la sociedad, compartir una forma de ver e interpretar el mundo.
Reivindicamos, desde la acción pública, que las manifestaciones
culturales de los pueblos originarios son un horizonte de referencia y no un
objeto de denigración. La riqueza de una sociedad radica en su memoria y su
historia. Mirarse en ese espejo, en esa historia multiplicada, nos permite
avanzar en el camino de la común dignidad y el desarrollo.
“Con el sonido de flautas
y ecos sordos de tambores,
los pájaros voladores
buscan atar tierra y cielo,
eco de amor y esperanza
que sueña en la paz del mundo,
Voladores de Papantla
¡Son orgullo de mi pueblo!”