ELLA ENTRÓ POR LA VENTANA DEL BAÑO
ELLA ENTRÓ POR LA VENTANA DEL BAÑO
La novela policiaca, “Ella entró por la ventana del baño”, del escritor
de Sinaloa, Élmer Mendoza, es una trama que tiene en tensión al lector de
principio a fin. Acompañar en sus aventuras al detective, el Zurdo Mendieta,
para resolver el asesinato del excomandante de la policía ministerial del
estado de Sinaloa, Gerardo Manrique; además, encontrar a la amante de un
anciano que le quedan pocos días de vida en un hospital y desea ver por última
vez a esa muchacha, con la que compartió momentos eróticos plenos de felicidad,
deseo y satisfacción.
El problema es que jamás supo su nombre,
procedencia ni nada de su identidad, solo que una noche entró por la ventana
del baño a su casa y conoció la ardorosa pasión de una piel joven que lo
enamoró por completo, una pasión que parecía tener la fuerza de un torbellino.
Este es el trabajo que desarrolla el zurdo Mendieta a través de 271 páginas.
Durante
la trama, se aprecia el lenguaje de los agentes policiacos y de los narcos, un
mundo que espanta a cualquier ciudadano, como se juegan la vida, el cómo se
mueven los hilos y la forma en la que se vigilan ambos bandos. La voz
amenazante vía telefónica de Sebastián Salcido “Él siliciano”, principal
sospechoso del asesinato del excomandante Manrique. El torturador Gori, el
Diablo Urquídez, El camello y termineitor, la hiena Wong, Gris Toledo, la viuda
Dalvinia Valenzuela que no es una perita en dulce, Samantha Valdés, líder del
cártel de pacifico; Pargo Manjarrez, pero entre todos estos elementos del mal y
los que los combaten, entre comillas, resalta la personalidad del Zurdo Mendieta,
profesional de su trabajo, inteligente, intuitivo, buen tirador con la pistola,
pero entre todos sus atributos, resalta su ética y elevada moral, es probable
que en otra actividad, brillara mucho más en su trabajo.
Sebastián
Salcido, comanda un grupo de exmilitares, después de estar en prisión veinte
años clama y tiene sed de venganza, la bella jefa del Cártel del Pacifico,
también desea su extermino y resulta ser la amante que, en su último halo de
vida, don Ricardo Favela, quiere tenerla en su lecho de muerte. Es un tema del
narcotráfico muy bien familiarizado y trabajado sin prisa alguna, dando tiempo
a cada escena y redondeando al máximo la historia que, tal parece, los está
viviendo el lector en cada página. Estos temas tal vez sean huellas que en el
futuro conocerán la manera que se vive en territorio mexicano en los primeros
veinte años del tercer milenio, y de los que cada vez, parece imposible
escapar.
Lector, disfrute la lectura de esta novela, le
hará reflexionar.
rafaelrojascolorado@yahoo.com.mx