EMOCIONES Y PENSAMIENTOS
UNO MENOS
Por Salvador Farfán Infante
Espero que estas
semanas que hemos visto las emociones les haya funcionado para distinguirlas,
hoy nos despedimos de las emociones, para dar paso a otros temas sobre las adicciones.
Reconocer las
emociones es poder integrar lo que sentimos dentro de nuestro pensamiento y
considerar su complejidad.
Las emociones y los pensamientos
se encuentran entrelazados, si sabemos utilizarlas en beneficio del
pensamiento, ayudan a razonar de forma más inteligente y a tomar mejores decisiones.
Tras su
reconocimiento, empezamos a descubrir que dominar nuestras emociones y hacerlas
partícipes de nuestros pensamientos favorece una adaptación adecuada a nuestro
entorno.
El “cómo nos sentimos”
determinará nuestros pensamientos subsecuentes, podrá influir en la creatividad
y los logros en el trabajo, delineará nuestra forma de razonar y afectará
nuestra capacidad diaria de deducción lógica, es decir, en los adolescentes
determinará que estén felices o tristes, enojados o eufóricos,
o bien que
establezcan un uso adecuado del reconocimiento, la comprensión y la regulación
de sus emociones.
Así, la regulación
emocional consiste en dirigir y manejar las emociones tanto positivas como
negativas de forma eficaz.