EN PELIGRO ESTACIÓN FERROVIARIA DE ZIMPIZAHUA Y LOS MANANTIALES «EL PLATANILLO»
EN PELIGRO ESTACIÓN FERROVIARIA DE ZIMPIZAHUA Y LOS MANANTIALES "EL PLATANILLO"
Por Jorge Vela
Hace
unos días se comunicó que la calzada antigua que comunica Loma de las Flores
con la carretera a Las Puentes, en Coatepec, estaba siendo afectada por el
tendido de una moderna vialidad. La constructora a cargo de los trabajos, se ha
apresurado a abrir la brecha, afectando directa e indirectamente, diversos
espacios de suma importancia para Coatepec. En primer término, la calzada que,
hecha por hábiles artesanos hace más de cien años, fue levantada por las
máquinas para no obstaculizar el tendido del concreto. Acción que tiene su
antecedente en 2018, cuando las autoridades municipales sepultaron bajo
asfalto, parte del camino real a Xico, vestigio de la red de caminos de
arriería que sirvieron a los pobladores de la región por centurias, hasta la
popularización de los modernos automotores, a mediados del siglo pasado. En
aquel momento hubo voces que señalaron el error que significaba urbanizar
descontroladamente la zona, pero es evidente que el dinero provoca amnesia.

El
avance constructivo también amenaza otro monumento histórico: la antigua
estación ferroviaria de Zimpizahua, reducto del tren “El Piojito” cuyos vagones
transportaron productos como el café y a personajes tan emblemáticos como
Porfirio Díaz o Rubén Darío. Desde el desmantelamiento ejecutado en 1945, hasta
la fecha, casi todo rastro de dicho sistema de transporte fue borrado y pocos
vestigios han sobrevivido. La estación,
oculta por la maleza -y de alguna manera también ha protegido por ella- es un espacio
único en Coatepec.

La
maquinaria ha mutilado gran cantidad de árboles que, sin sus raíces son
susceptibles a caer ante los nortes o las lluvias. Árboles que estaban
perfectamente sanos, ahora son un peligro. Al afectarlos, otros especímenes se
ven comprometidos: animales, hongos y otros vegetales perderán su hogar. La
imagen de hace plantear si Coatepec es el paraíso de las orquídeas que
promocionan en los spots turísticos. Una chaca (Bursera simaruba) yace en el
suelo y junto con ella, una nutrida colonia de Maxillaria densa y otros tenchos,
están condenados a morir. Al ayuntamiento no le importan las orquídeas y por
ello no ha emprendido labor para rescatarlas.

Tras
la estación se localiza “El Platanillo”, predio donde nace el agua que surte a
Las Puentes y Zimpizahua. Ante la comprometida situación ecológica y el estiaje
que experimentamos en el municipio, debería ser prioritaria la protección de
todas las zonas de recarga de mantos freáticos, especialmente las que dotan a
la población del vital líquido. No obstante, la pavimentación desordenada que
se ejecuta, solo acelerará la urbanización de la zona y pone en riesgo este
flujo cuyas aguas son de propiedad nacional y de la cual dependen tantos
coatepecanos.

La
obra de pavimentación también de diversos vicios. Metros delante de la estación,
escombro y grava se han tendido sobre la ladera que rodea una ciénega. No hay
talud apisonado, muro de contención ni otro elemento de confinamiento que
asegure la integridad de la futura superficie de rodamiento. Cuando se tire el
concreto, los tableros comenzarán a desplazarse y la calle se destrozará. Así,
el millonario monto, pagado con las arcas públicas, se desperdiciará. En gran parte del trayecto, las guarniciones
ya están elaboradas. Hay tramos desplantados pobremente, otros no respetan la
recta, y los más, no están preparadas para recibir banquetas: ¿por dónde
caminaremos los peatones? La obra civil no cumple con los requisitos más
básicos de las normas mexicanas en materia de vías terrestres porque no
necesita ser de calidad, se requiere rapidez en los trabajos. Lo cierto es que
se realiza para beneficiar a los desarrolladores inmobiliarios que, desde hace
algunos años, han colocado sus intereses en la zona.

En
conclusión, la obra debe detenerse y auditarse para asegurar el correcto uso de
los recursos y supervisar su correcta ejecución. Debe replantearse el alcance
de la mancha urbana y evaluar su impacto. El Platanillo, conformado por
diversos polígonos, debe destinarse al bien común, delimitándose un Área
Natural Protegida, transformando los paredones en un espacio cultural y
reconstruir el camino de piedra, cuyo legado puede impulsar el transporte y la
economía a través del turismo.
