¿Eres o te haces mexicano?
Miguel Angel Duran Hernandez
¿Qué significa ser mexicano?
Esta pregunta ha sido la principal inspiración para muchos comerciales en la
televisión que responden de una manera muy romántica la cuestión, pero qué
significa realmente, es decir, ¿somos mexicanos sólo por el hecho de nacer en
México o nos hacemos mexicanos? ¿Cómo se desarrolla la conciencia de ser
mexicano?
El filósofo mexicano Luis
Villoro dedicó gran parte de su obra a reflexionar sobre lo que significa ser
parte de una nación, se preguntaba si era lo mismo pueblo que nación, si se
puede usar como sinónimo de cultura, si hacía alguna diferencia llamarlo Estado
mexicano o nación mexicana.
Lo primero que hace Villoro es
investigar sobre lo que significa el concepto de nación y nota que, de las
múltiples propuestas que se han hecho de definición, hay una especie de acuerdo
que dice que podemos hablar de nación si podemos identificar cuatro
características: 1) comunidad de cultura; 2) conciencia de pertenencia; 3)
proyecto común, y 4) relación con un territorio.
Entonces, podemos decir que
una nación consta de un grupo de seres humanos que comparten una cultura en
común, están conscientes que pertenecen a esta comunidad, que se organizan de
modo que se proyectan hacia el futuro y mantienen una relación directa con el
territorio que habitan. Pero también encontró que puede haber dos tipos
distintos de naciones, las históricas y las proyectadas.
Ser una nación histórica
significa que su origen y su identidad encuentran su fundamento en las
historias y tradiciones de un pasado común que han ido heredando a lo largo del
tiempo, uno pertenece a la nación en la medida que acepta su historia y tradiciones
como propias. Tomemos como ejemplo al pueblo mexica: de modo resumido, la
leyenda que todos conocemos cuenta que los dioses les mandaron buscar una señal
que indicaría el lugar donde se debían establecer, entonces viajaron hasta que
encontraron un águila devorando a una serpiente sobre un nopal a la mitad de un
lago, y fue ahí donde construyeron la gran ciudad de Tenochtitlan, este es un
buen ejemplo porque la historia le da un sentido al viaje y le da identidad al
pueblo, permite que se sientan pertenecientes al territorio y a la comunidad
que ahí vive, y, sobre todo, permite heredar esta identidad y pertenencia a las
generaciones futuras. La identidad de la nación y de sus integrantes nace de su
historia y relación con el territorio que habitan.
Una nación proyectada, por
otra parte, no depende directamente de su historia, sino del proyecto de nación
que, colectivamente, se ha aceptado para realizar. La identidad en estas
naciones nace de la voluntad de construirla y no de heredarla. Este es el caso
de México.
Las naciones proyectadas
pueden nacer de la ruptura de una nación histórica o a partir de un conflicto que
comprometió la integridad de la nación, no obstante, el caso de México es
peculiar porque no nació propiamente de un rechazo a su historia mexica, pero
tampoco apareció ante el conflicto de la conquista. El proyecto de nación
mexicana nació con el sueño de una identidad a la que todos puedan pertenecer
sin distinciones.
Al momento de la institución
de la Nueva España, las clases y jerarquías sociales eran claras, eran los
españoles y los indígenas, eran dos naciones completamente diferentes viviendo
bajo el mismo régimen, la corona española. Sin embargo, gracias al mestizaje
comenzaron a nacer personas que no eran completamente españoles, pero tampoco
completamente indígenas. En un intento de darles un papel en la sociedad, se
crearon las castas, no obstante, esto sólo los colocó en un punto medio entre
dos identidades que no podían asumir como propias. Tanto los españoles como los
indígenas habían formado su identidad a partir de la historia que heredaron de
sus pueblos, esto los convertía en una comunidad íntegra a la que podían
pertenecer.
Los mestizos, en cambio, no
tenían este chance. No podían heredar la historia de los pueblos indígenas,
pero tampoco podían asumirse como españoles, esto los dejaba en un punto donde
son parte de la Nueva España, pero no son ni españoles ni indigenas, es decir, no
tenían referencia alguna para formar una identidad, ni siquiera como mestizos
porque hasta entre ellos había distinciones, las castas. Es cuando nace la
propuesta de una nueva nación, una que permita a todos tener una misma
identidad que nos una y no nos divida, que nos permita ser parte de una sola
comunidad, que nos permita considerarnos iguales entre todos.
El movimiento de independencia
no buscaba sólo la liberación del yugo español, buscaba formar un nicho donde
ya no exista la distinción entre español, indígena o mestizo, sólo mexicanos,
donde todos seamos el mismo pueblo.
Una de las principales
características de una nación proyectada es que el proyecto de nación nos va a
proporcionar la perspectiva desde la que vamos a interpretar la historia, por
eso toda nuestra vida escolar nos hacen énfasis en los homenajes a la bandera,
en conocer los símbolos patrios, los héroes de la historia, por eso, cuando
crecemos y nos informamos un poco más, pareciera que el gobierno nos miente
sobre nuestra historia, pero esto es porque nos está dando la interpretación
basada en el proyecto original.
La historia de México no
comienza con la historia del águila y el nopal o con la conquista y la caída de
Tenochtitlan, comienza con el movimiento de independencia. Es impresionante,
sabiendo esto, que México sólo tiene poco más de 200 años de existencia, somos
una nación que sigue dando sus pininos, que sigue buscando hacerse un lugar en
el mundo. Ver cómo ha cambiado y todo lo que se ha vivido en nuestro país en
tan sólo dos siglos nos permiten entender muchas de las cosas que vivimos
actualmente y la importancia histórica de nuestra participación activa en la
política, sea de oposición o apoyo al poder del Estado, porque nuestras
acciones van construyendo a México cada día.
Quizás ahora tengas más
herramientas para responder a la pregunta ¿qué significa ser mexicano? Y te
dejo una pregunta más para reflexionar ¿Cuál es el México que quieres
construir?