Erik Porres, doctor
Por Sergio González Levet
Se apuntó hace algunos años en El Colegio de Veracruz, y le dijo al Director: “Quiero hacer el doctorado, no vengo a que me lo den gratuitamente”.
Por eso Erik Porres Blesa, que era un secretario de Desarrollo Económico muy movido y multitareas, le sacó más jugo a su hiperactividad y encontró las horas necesarias para hacer personalmente los estudios del doctorado y para redactar una tesis más larga que su título: Evolución de la Comunicación de la Presidencia de la República y sus implicaciones en la Democracia en México 1988-2006. Es un documento amplio, grueso en su sentido material y en su contenido, digno para dedicarle horas y días a la lectura, como su autor le dedicó meses y años a la investigación y la redacción
La buena intención y las largas jornadas de estudio culminaron este miércoles 7 de septiembre, cuando se presentó a las 10 de la mañana en punto, a defender su trabajo doctoral ante un jurado formidable, compuesto por los doctores Rubén Aguilar Valenzuela, Adolfo García de la Sienra Guajardo, José de Jesús Borjón Nieto, Gerardo Escobar Galindo y Luis Fernando Villafuerte Valdés.
Me detengo en estos nombres para dar cuenta de que Rubén Aguilar, además de un académico reconocido, fue Director General de Comunicación de la Presidencia en la parte sustancial de la época a que se refiere la tesis (y se hizo más famoso aún por una frase que nunca expresó: “Lo que Fox quiso decir…”); que Adolfo García de la Sienra es un filósofo de alto nivel, director del Instituto de Filosofía de la UV; que don José Borjón tiene una carrera inigualable en el estudio social y en la diplomacia, y junto con él, Gerardo Escobar y Luis Fernando Villafuerte son pilares de la plantilla de dignísimos maestros del Colver.
Erik Porres dio muestras de su talento y de su preparación en el tema, y por eso ante la academia y con la grata presencia de su esposa, su familia cercana y sus amigos -a excepción de un ingrato que no pudo llegar nunca-, dio una batalla intelectual de primer nivel, lo que le valió para que el sínodo lo aprobara con mención honorífica Magna Cum Laude, por tener un promedio acumulado de 9.8, sustentar un examen profesional excepcional y haber realizado una tesis sobresaliente. Un examen con Magna cum laude solamente había sucedido una vez antes, durante la historia de 15 años de recepciones doctorales en El Colegio de Veracruz.
Con este doctorado, el Colver continúa distinguiéndose como una institución educativa de alto nivel, consolidada como tal en los años recientes gracias al esfuerzo de un equipo de académicos de primer nivel, dirigidos hábilmente por Eugenio Vásquez Hernández, quien consiguió dar la seriedad y el prestigio que nunca había tenido esta institución, que ahora se distingue como formadora de cuadros de primer nivel, ésos que tanto necesita la realidad de nuestro estado y que serán panacea para la situación del país.
Felicidades a Erik Porres Blesa -que actualmente se desempeña como un incansable delegado de la SEP en Veracruz- y un reconocimiento a su esfuerzo y su empeño.
Y felicidades al Colver y a sus autoridades, que ahora sí son motivo de orgullo de los veracruzanos.