ESTAR ATENTOS ANTE CASOS DE ABUSO ESCOLAR
ESTAR ATENTOS ANTE CASOS DE ABUSO ESCOLAR
En el marco de la conmemoración del Día Internacional
contra el Acoso Escolar o Bullying, el Instituto Mexicano del Seguro Social llama
a padres de familia y profesores a estar atentos ante este tipo de situaciones,
ya que tanto la víctima como el abusador requieren atención psicológica.
“El Acoso escolar es una forma de violencia en la que uno o
varios alumnos molestan y agreden de manera constante a uno o varios
compañeros, quienes no pueden defenderse de manera efectiva y, generalmente,
están en una posición de desventaja o inferioridad”, explicó la doctora Julissa
del Rosario Ibáñez Ruelas.
Agregó que la intervención por
parte de los padres o madres de familia y tutores es muy importante, ya que
estas situaciones no se deben pasar por alto; al igual que la atención
psicológica, la cual tiene que ser precoz y deberá realizarse de forma individualizada;
sin embargo, es necesario verificar y, en su caso, modificar la estructura de
la clase, porque puede ser que se esté fomentando el acoso; ahí pueden ayudar
los profesores.
Asimismo, la especialista enfatizó
que es recomendable mantener una buena comunicación padres e hijos, ya que es
una manera de identificar si el niño muestra cambios de humor o de
comportamiento, esto permite determinar cuál es el motivo. Los padres deben mantener
la calma y escuchar todo lo que tenga que decir el menor, siempre confiando en
que lo que cuenta es la verdad. En caso de que el niño confiese sentirse
acosado, hay que reforzar su autoestima y apoyarle, haciéndole saber que no es
culpa.
Algunos signos de alerta son:
● Problemas de memoria,
dificultad en la concentración y atención y descenso del rendimiento escolar.
● Depresión, ansiedad,
irritabilidad, falta de apetito, dolor de cabeza, malestar generalizado,
cansancio, sensación de ahogo, etcétera.
● Dificultades para
dormir, pesadillas o insomnio.
● Aislamiento social,
apatía e introversión.
● Mantenerse en estado de
alerta de manera constante.
● No querer ir al
colegio, ni juntarse con otros niños.
● Faltar al colegio de
forma recurrente.
● Sentimientos de culpa y
asunción de responsabilidad de los hechos.
● Conductas de huida y
evitación.
● Negación de los hechos
e incongruencias.
● Llanto incontrolado,
respuestas emocionales extremas.
● Miedo a perder el
control o a estar solo.
● Síntomas como:
temblores, palpitaciones, inquietud, nerviosismo, pesimismo, etcétera.
● Ideas e intentos de
suicidio.
Cabe señalar que ponerse en
contacto con el colegio es lo primordial, se puede concertar una cita con los
responsables del centro estudiantil y una con el tutor del niño para hacerles
conscientes de la situación, de forma que se pueda poner solución al problema.
Si el colegio no sabe cómo actuar o se niega a tomar parte, se puede denunciar
el acoso.
“No se debe ignorar la relevancia
de atender al acosador, ya que el origen de su violencia puede ser causado por
problemas sociales o familiares, que provocan que el niño desarrolle una
actitud agresiva y que en la adolescencia sea aún más violento. En muchas
ocasiones, los acosadores son personas que también han sido acosadas”, señaló
Ibáñez Ruelas.
Para finalizar, la psiquiatra
recordó a los derechohabientes que el Seguro Social cuenta con atención
psicológica en las Unidades de Medicina Familiar y con el servicio de Psiquiatría
en las unidades de segundo nivel para tratamiento psicoterapéutico y
farmacológico, así como psicoeducación; además recomendó a la población en
general que se fomenten los vínculos afectivos, se enseñe a detectar relaciones
tóxicas, se trabaje la apertura a la diversidad y a asumir la diferencia como
riqueza; además de que en el supuesto de ser testigos de un caso de acoso,
siempre hay que actuar.