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ESTE AÑO EL SARGAZO PODRÍA DUPLICAR SU RÉCORD

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ESTE AÑO EL SARGAZO PODRÍA DUPLICAR SU RÉCORD

·         Es posible que cerca de 100 mil toneladas arriben directamente a la costa de nuestro país durante 2025: Brigitta I. van Tussenbroek, investigadora del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología en la Unidad de Puerto Morelos, Quintana Roo

Carlos Ochoa Aranda   

 

Ciudad Universitaria, CDMX, 12 junio 2025.- La masa de sargazo que se está formando en el trópico ya alcanza los 37.5 millones de toneladas métricas y algunos informes de satélite mencionan que son inclusive 40 millones, casi el doble del récord registrado en 2018, cuando los satélites detectaron aproximadamente de 20 a 22 millones de toneladas, afirmó Brigitta I. van Tussenbroek, investigadora del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la UNAM, en la Unidad de Puerto Morelos, Quintana Roo.

Ante este escenario, agregó, es posible que un 10 % llegue directamente a la costa del Caribe en su totalidad, es decir, cerca de 400 mil toneladas de sargazo, mientras que el Caribe mexicano podría recibir 100 mil toneladas durante todo el 2025.

Desde mayo está arribando el sargazo a costas del Caribe. La especialista calificó este nuevo pico como un “desastre total, no hay otra manera de expresarlo”, al referirse a las consecuencias en los ecosistemas costeros del Caribe mexicano en este 2025. El deterioro de los ecosistemas, dijo, es por un efecto acumulativo de las afluencias masivas de años anteriores desde 2015.

“Estos sistemas se desarrollaban en aguas transparentes con poco aporte externo de nutrientes que ofrecía un maravilloso azul turquesa. Ahora, el exceso de materia orgánica altera todo: arrecifes, corales, pastos marinos y manglares están en riesgo”, relató la doctora especialista en biología y ecología de pastos marinos y macroalgas.

Y es que toneladas de sargazo avanzan a través del Atlántico y amenazan con una llegada sin precedente a las costas del Caribe mexicano, recalcó.

Cuando llega el sargazo está aportando toneladas de materia orgánica a estos sistemas. Son cantidades enormes de nutrientes que alteran y cambian los ecosistemas. “Obviamente las aguas ya no son azules, sino como más verdosas”, acentuó la experta.

También admitió que rara vez usa la palabra “desastre”, pero, en este caso, el cambio observado en el ecosistema de 2015 a la actualidad sí que lo es. Por ejemplo, describió que los arrecifes ya degradados por la llegada del sargazo fueron afectados además por una enfermedad de los corales, por lo que la mayor parte murió. La pradera de pastos marinos está cambiando y ya tienen menos propiedades de las que tenían para proteger y estabilizar las costas y las playas.

Aunque precisó que la muerte de los corales no la causó directamente el sargazo, sí fue un factor que los debilitó aún más. “La mayor afectación vino por una enfermedad viral agravada por el cambio en la calidad del agua, el exceso de nutrientes y el aumento de temperatura”.

 

Julio y agosto serán meses críticos

Al preguntarle sobre cuándo será el momento más complicado en este 2025, reconoció que es difícil hacer predicciones precisas en temas ecológicos, así como de eventos oceanográficos y meteorológicos:

“Pero si las condiciones se mantienen estables, es decir, si no ocurre un huracán u otro fenómeno mayor, creo que la situación todavía va a empeorar. Estoy segura de que julio será un mes crítico, y probablemente también agosto, aunque esto depende del pronóstico satelital de las masas algales en el mar abierto”, señaló.

En este orden de ideas, explicó que el sistema de pronóstico de sargazo que se utiliza es satelital y está a cargo de la Universidad del Sur de Florida, en Estados Unidos, dicho sistema emite predicciones mensuales basadas en la observación de mantos de sargazo flotando en la superficie del océano.

¿Qué es?

El sargazo es un alga parda, conocida como Sargassum natans y Sargassum fluitans, la cual es única, precisó Brigitta I. van Tussenbroek, quien como ecóloga y bióloga dijo estar maravillada con ella porque pasa todo su ciclo de vida flotando en la superficie del océano.

“Mientras está en el océano fuera de las costas ofrece un sustento a un ecosistema maravilloso y diverso con muchas funciones, incluso también en reciclar nutrientes, absorción de carbono y tiene una fauna muy diversa, la cual depende de esta alga”, reveló.

La investigadora rememoró que el sargazo ha estado, por lo menos, por cientos de años, en el Océano Atlántico subtropical, ya en el giro del Atlántico Norte; incluso Cristóbal Colón lo encontró a su paso y fueron los primeros registros históricos de esta alga.

“Es una masa que se encuentra flotando en el océano, son parches enormes, luego chiquitos, luego grandes, pero debe de haber como un giro que lo concentra. Y, mientras se quedaba ahí (en mar adentro) era un sistema maravilloso. Muchos lo estudiaron con asombro, no significaba un problema. A veces llegaba a las costas mexicanas o de Estados Unidos, pero nadie se preocupaba mucho”, argumentó.

Acerca de la situación actual del sargazo en las costas mexicanas y qué diferencias observa respecto a temporadas anteriores, la especialista sostuvo que es en los últimos años cuando ya se introduce en esta área tropical y ha aumentado en biomasa.

Van Tussenbroek declaró que en los años 2010 y 2011 hubo una llegada importante de sargazo debido a anomalías combinadas con otros factores, tales como una misma depresión atmosférica que transportó esa alga de la “mar de los sargazos” hacia el área tropical.

La experta subrayó que esa alga cumple un papel ecológico fundamental en altamar, al servir de alimento y refugio para una diversa comunidad marina, “existe una fauna asociada muy variada, con especies pequeñas que viven de forma permanente entre el sargazo. Por ejemplo, las crías de tortuga encuentran ahí protección; hay peces camuflados que imitan su forma, además de camarones, moluscos y otros organismos. También atrae peces y aves de mayor tamaño que se alimentan en este entorno. Es un ecosistema muy rico y fascinante”.

En cuanto al impacto turístico, consideró que es difícil de evaluar en su totalidad, aunque las pérdidas económicas son evidentes. “Los turistas ya no llegan con la misma frecuencia, porque las playas no lucen tan atractivas”.

Además, el sargazo también tiene consecuencias para la salud del ser humano, ya que puede liberar gases que le afectan. No es un tema menor, describió. “Le perjudica de forma indirecta, porque al descomponerse libera principalmente amoniaco, metano y ácido sulfúrico; este último es el más penetrante porque los otros dos gases no llegan tan lejos”.

Además de afectar el medio ambiente y el turismo, también tiene consecuencias para la salud del ser humano, ya que puede liberar gases, principalmente amoniaco, metano y ácido sulfúrico

 

¿Cómo contener su llegada?

La investigadora reveló que las estrategias más efectivas para su contención a pequeña escala son las barreras con barcos que continuamente están quitando sargazo. Estas barreras se encuentran a cierta distancia de la costa, 100 o 200 metros, dependiendo, ya que no se pueden poner en cualquier lugar, además de que son muy costosos, y no son suficientes para contener el problema.

Asimismo, reconoció que, si bien en los últimos años se ha avanzado en el conocimiento sobre el sargazo, los esfuerzos de manejo siguen siendo en su mayoría aislados, a partir de proyectos individuales sin una coordinación sostenida.

Como ejemplo, comentó que su grupo en Puerto Morelos estudia la biología y fisiología del sargazo para comprender sus altas tasas de crecimiento en distintas condiciones. Esta información, destacó, es clave para quienes desarrollan modelos de predicción y para quienes rastrean las manchas por satélite.

Ante la pregunta sobre un posible escenario crítico, la especialista fue clara: “El peor es que no se haga nada o que las acciones sigan siendo insuficientes”. Precisó que, en esas condiciones, el arrecife podría perder por completo su estructura tridimensional, lo cual le dejaría sin capacidad para amortiguar el impacto de fenómenos como los huracanes. “Si llega un huracán mayor, la erosión costera sería devastadora. Toda la zona costera de Quintana Roo podría verse gravemente afectada”.

 

Medidas

En días pasados, Alicia Bárcena Ibarra, secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, reconoció que “llegan alrededor de 60 mil toneladas de sargazo al año en los años más difíciles, y este va a ser uno. La Secretaría de Marina nos ha ayudado muchísimo. Lo que queremos ahora es cambiar la dinámica y recolectarlo en el mar, vivo, porque cuando ya llega a la playa está descompuesto”.

Anunció que junto con el gobierno de Quintana Roo se buscará “montar una planta de tratamiento de sargazo para poderlo recolectar, tratar y generar biogás junto con los lodos de las plantas de tratamiento”.

Un boletín de prensa de la Secretaría de Marina expresó que la Coordinadora de la Estrategia para la Atención al Sargazo ha intensificado sus esfuerzos para combatir la llegada masiva de la mano de los gobiernos estatal y municipales, así como con la sociedad civil e iniciativa privada.

Asimismo, continúa el documento, “el aproximado de la cantidad a recabar en las costas del Caribe mexicano es un total estimado de 77 toneladas en cuatro ubicaciones diferentes. En lo que va del año 2025, la cantidad total acumulada de sargazo entre los siete puertos del estado de Quintana Roo ha sido de un aproximado de 4 mil 236.26 toneladas, acumulando 266 mil 43 toneladas desde el año 2019”.

Consolidar un esfuerzo nacional

Para Brigitta I. van Tussenbroek, el mensaje clave que debería difundirse es la necesidad urgente de consolidar un esfuerzo nacional, coordinado y con recursos suficientes, para atender el fenómeno del sargazo de forma integral.

Propuso la creación de un consorcio científico sólido, con impulso institucional y financiamiento adecuado, que permita articular desde la generación de conocimiento básico hasta el diseño de mejores prácticas de manejo y aprovechamiento.

“Se trata no sólo de entender cómo crece o se mueve, sino también de desarrollar soluciones viables, valorar su uso potencial y definir zonas donde su presencia puede ser contenida o incluso aprovechada”, concluyó.

FUENTE: UNAM

Foto: SAMMO-ICML, UNAM.