ESTUDIANTES UV GANAN CONCURSO NACIONAL CONVOCADO POR LA UNAM
ESTUDIANTES UV GANANA CONCURSO NACIONAL CONVOCADO POR LA UNAM
· Se
trató del Climatón 2022 “Generar conciencia ante la emergencia climática”
· El
proyecto consiste en la creación de microbosques para mitigar los efectos del
fenómeno conocido como “isla de calor”
· Estudiantes
de la FCQ, región Coatzacoalcos-Minatilán, ganadores del concurso de la UNAM
27/09/2022, Xalapa, Ver.- Con la propuesta para
crear microbosques, estudiantes de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de la
Universidad Veracruzana (UV), región Coatzacoalcos-Minatitlán, obtuvieron el
primer lugar en el concurso Climatón UNAM 2022 “Generar conciencia ante la
emergencia climática”.
El evento académico fue convocado por la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y participaron 17 equipos de
jóvenes entre 16 y 25 años de edad, de diversas instituciones de educación
superior del país.
Consistió en proponer proyectos de impacto
social que permitan comprender la necesidad de adaptación al cambio climático y
la mitigación de su problemática en la Ciudad de México y en las grandes
ciudades del país.
Los universitarios ganadores son: Abraham Jaríz
Escalante Román, Edmeé Nacif Lira, Andrés Segura Domínguez, Keila Abisac Díaz
Sánchez y Valeria Méndez Pinos, estudiantes de la Licenciatura en Ingeniería
Ambiental de la FCQ.
En entrevista, Andrés Segura afirmó que los
jóvenes y universitarios deben devolver algo a la sociedad, especialmente
cuando de ella reciben una educación que les ofrece las capacidades para
convertirse en tomadores de decisiones, así como para impulsar y llevar a cabo
acciones reales.
“No debemos esperar a generaciones futuras,
debemos empezar por propiciar un buen futuro para los demás, y debemos iniciar
en este momento que tenemos la energía y las ganas. Lo que hagamos en beneficio
de la sociedad y en pro del medio ambiente, será de beneficio para todos.”
Edmeé Nacif contó que se enteró de la
convocatoria del concurso a través de Facebook, al estar atenta de la página
del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático. “La compartí con mis
compañeros, los animé a participar y nos pareció interesante, empezamos a trabajar
en el proyecto”.
Abraham Escalante dijo que a partir de que
leyeron y se informaron sobre la convocatoria comenzaron a desarrollar el
proyecto, que en sus orígenes era muy amplio y poco a poco le dieron forma con
la ayuda de asesores y mentores.
Keila Díaz explicó que el concurso se llevó a
cabo en cinco fases: las primeras tres fueron de asesorías y mentorías
virtuales de diversos especialistas; en la cuarta, tuvieron el apoyo de María
del Carmen Cuevas Díaz e Israel de Jesús López Prieto, docentes de la FCQ.
“Teníamos un proyecto muy amplio, en las
mentorías nos recomendaron acotar el tema, lo que nos dio un abanico de
posibilidades: techos verdes, muros verdes verticales y microbosques. Nos
decidimos por la última opción, porque los mentores nos dijeron que se trataba
de una idea innovadora”, mencionó Abraham Escalante.
La final tuvo lugar el 9 de septiembre en la
Ciudad de México, con la participación de 10 equipos. De la región sur, el
equipo de la UV era el único, el resto provenían de instituciones de la capital
mexicana, Puebla, Hidalgo y Jalisco.
Al preguntarles si lo aprendido en la
licenciatura les ayudó al momento de conformar la propuesta, Escalante Román
comentó: “Sin duda, conocíamos ciertas maneras de mitigar el calentamiento y la
contaminación, especialmente cómo disminuir el calor en las ciudades, por lo
aprendido en las experiencias educativas que hemos cursado”.
Andrés Segura dijo: “Fue una experiencia
completamente nueva, al llegar a la UNAM vimos que contamos con el nivel y
preparación educativa, lo cual nos deja extremadamente felices, fuimos los
únicos de la región sur y de la UV en participar y resultamos ganadores”.
Edmeé Nacif compartió que a nivel personal
aprendieron a vender y comunicar un proyecto de la manera correcta. Además,
convivieron con personas expertas en cambio climático, economía ambiental y
proyectos de mejoramiento social, esto les permitió adquirir nuevos
conocimientos.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha
dado a conocer que los últimos seis años han sido los más cálidos desde 1880 y
2020 estuvo 1.2 grados centígrados por encima de las temperaturas de la era
preindustrial.
En las ciudades se presenta el fenómeno
conocido como “islas de calor”, que sucede cuando en un centro urbano hay una
temperatura mayor que en los alrededores.
“Se siente mayor calor debido al cambio de uso
de suelo, a la alta incidencia de construcción, lo que impide que el calor se
disipe y se acumule más elevando la temperatura, lo que impacta en el estilo de
vida y salud de las personas”, explicó Andrés Segura.
Esta situación también se presenta en
Coatzacoalcos, donde ha habido temperaturas atípicas; en 2020 se registró una
sensación térmica máxima de 51 centígrados, así que sembrar árboles podría
ayudar.
“Buscamos soluciones, pasando por techos y
muros verdes, pinturas frescas, hasta que llegamos a los microbosques. La
vegetación ayudará a regular la temperatura ambiental, al mismo tiempo que
conservamos la biodiversidad regional”, expresó Segura Domínguez.
Se trata de pequeños bosques urbanos en áreas
específicas de la ciudad, conformados por vegetación nativa, de rápido y denso
crecimiento; permitirán regular la temperatura, capturar gases contaminantes,
filtrarán la lluvia y serán un espacio de esparcimiento para las personas, lo
que ayudará a la salud mental y reconstrucción del tejido social.
Sobre su conexión con el gobierno municipal
para hacer realidad el proyecto, Keila Díaz dijo que ya tuvieron un
acercamiento y les proporcionaron un área para crear el primer microbosque en
el parque Las Tortugas de Coatzacoalcos. Además, ya tienen dos espacios más en
Santa Martha y en el sur del municipio.
“En este momento estamos en la selección de la
flora y después de la planeación empezaremos con pláticas con la población
colindante al lugar. Probablemente a principios de 2023 iniciaríamos el
proyecto”, detalló Andrés Segura.
“La idea es que en dos años el microbosque haya
alcanzado un crecimiento a un nivel aceptable y pueda autosostenerse, es decir,
que no requiera de mantenimiento continuo.”
Cabe destacar que los jóvenes ahora están
preparándose para representar a México en un concurso global del Fondo de las
Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), con este mismo proyecto ambiental.
Ya superaron la primera etapa y están en espera
de recibir la notificación de que avanzaron a la etapa final, que llegaría en
noviembre próximo. El equipo ganador de este concurso internacional obtendrá un
financiamiento por 20 mil dólares para su proyecto.