EVITA LA ENFERMEDAD DE CHAGAS
EVITA LA ENFERMEDAD DE CHAGAS
En
el marco del Día Mundial de la Enfermedad de Chagas, IMSS emite recomendaciones
para que la población evite el contacto con el insecto denominado tripanosoma cruzi, conocida en forma
popular como chinche besucona.
La
enfermedad se trasmite luego de haber picado a una personal o animal enfermo, el
riesgo en las picaduras es porque se transmite el parásito, y es hasta dos
décadas después que se evidencia el daño a nivel corazón, colon y esófago.
El
epidemiólogo Lino Alfredo Marañón mencionó que el transmisor de la enfermedad
de chagas es habitante de las áreas silvestres y puede vivir en cuevas, troncos
huecos de árboles, hendiduras de paredes; no brincan, no vuelan y su paso es
lento, sin embargo, es en la noche cuando busca alimentarse de sangre a través
de piquetes a seres humanos y animales.
Dijo
que la chinche besucona mide aproximadamente 2.5 centímetros, tiene una
tonalidad café y gusta de alimentarse de sangre, mordiendo alrededor de los
labios y en zonas expuestas como piernas y brazos, cuando la persona duerme y
causa inflamación de aproximadamente cinco centímetros.
Añadió
que posterior a la picadura pueda haber presencia de fiebre, dolor de cabeza e
inflamación del párpado de algunos de los ojos, sin secreciones ni lagrimeo.
Generalmente
la población no da mayor importancia a las lesiones de este tipo, pero es
conveniente revisar a detalle la vivienda, con particular énfasis los
colchones, sábanas, hendiduras en paredes o elementos naturales que se tienen
al interior, para identificar su presencia.
“En
caso de detectar a la chinche besucona, se sugiere no matarla y haciendo uso de
algún cartón, utensilio o pinza para depositarla en un frasco y, acudir a los
servicios de salud, para que las autoridades de vectores determinen si se trata
o no del insecto que transmite de la enfermedad. En caso positivo determinar si
tiene parásitos e iniciar la revisión de los integrantes del núcleo familiar
para proceder al tratamiento respectivo”, recomendó.
Enfatizó
que la higiene y limpieza en el hogar, uso de insecticidas, el tener
precauciones cuando se realicen actividades al aire libre, evitar que los
animales domésticos duerman en la misma cama del dueño y la observaciones de
las ronchas que pudieran aparecer por la mañana para conocer su origen,
previenen la enfermedad de chagas, cuyo daño crónico se conoce en ocasiones
cuando ya han pasado incluso décadas de
la presencia del parásito en el organismo y ha causado serio daños en corazón,
esófago, colon y otros órganos.