EVOCANDO LA CRUZ DE AYUNTAMIENTO
EVOCANDO LA CRUZ DE AYUNTAMIENTO
Rafael Rojas Colorado
rafaelrojascolorado@yahoo.com.mx
Festejar la cruz del callejón de Ayuntamiento es
evocar la vida cotidiana y apacible de estos provincianos barrios coatepecanos
cuando mediaba el siglo XX. Los avecindados del callejón de Ayuntamiento y la
Quinta calle de Zamora se unían en convivencia manteniendo vivas las costumbres
de la época. La evocación nos acerca rostros familiares que ya fueron llamados
al paraíso eterno, pero que nosotros –infantes de aquellos inolvidables
tiempos– hoy los acariciamos con el recuerdo y la añoranza, cada uno
protagonizó su vida a su manera, pero siempre con la buena disposición para la
convivencia de cualquier tipo de festejo, ahondando sus huellas con ese
proceder en estos pintorescos barrios que el tiempo inevitablemente va
transformando.
En esos tiempos cada año nos visitaban los
misioneros franciscanos, provenían de tierra lejanas, pero venían a sembrar en
nuestro espíritu la fe en Dios y en Cristo Jesús. Mucho antes de que cantaran
los gallos iban de casa en casa tocando la puerta, era la señal para
levantarnos con rapidez y dirigirnos a escuchar la misa primera o misa del alba
–como le decían algunos– a la iglesia de San Jerónimo (la única parroquia de
ese ayer). A través de la palabra, los cantos y las bendiciones niños y adultos
nos regocijábamos unos a otros en nuestras creencias religiosas. Fue esa época
la que quienes le sobrevivimos desearíamos en el alma nos la devolviera el
tiempo.
Un día que el tiempo jamás ha borrado los
misioneros se despedían para regresar a sus lugares de origen, pero con suma
emoción informaban que nos dejarían un significativo recuerdo: se trataba de
una cruz de madera, con la finalidad de que estos barrios la cuidaran y la
amaran con amor y fe, porque simboliza el martirio de Cristo Jesús.
Entre el hogar de don Alonso Estévez Colorado y la
casa de don Enrique Mávil acondicionaron un espacio para levantar la cruz,
siendo venerada por todos los presentes aquel 17 de septiembre de 1952. Su
primer padrino lo fue don Enrique Mávil, quien en su momento hizo todos los
trámites legales en el municipio en relación a la instalación de los maderos.
Lamentablemente el destino de don Enrique se lo llevó hacia la lejanía y jamás
regresó a su tierra natal.
En esos primeros años doña Ricarda Palmeros, esposa
de don Juan Vega, donaba las rosas para la santa cruz y la vestía con mucho cariño.
En el año de 1957, provenientes de San Marcos de León, municipio de Xico
(Veracruz), llegaron al barrio doña Amalia Colorado y su sobrina Virginia. Doña
Amalia se responsabilizó de vestir año con año a la cruz para su festejo anual.
En el año de 1965 la señora Amalia pasó a mejor vida y en esta bella acción
tomó la iniciativa su sobrina por varios años más. A últimas fechas se
encargaba doña Dolores Mávil, pero la edad involuntariamente la retiró.
Uno de los sacerdotes que oficiaba solemne misa en
alusión a la cruz los 17 de septiembre y a quien se recuerda con mucho cariño
es Benjamín Ayala López. Desde hace algunos años el párroco de El Calvario es
el responsable de esta acción litúrgica, siendo familiar en el barrio de
Ayuntamiento la presencia de los Presbíteros Isaías Piña Montiel, Eric Aguilar
García, Samuel Sánchez y Rubén Guzmán.
En estos últimos años el matrimonio formado por don
Fernando Vásquez Flores y señora Maribel Suárez Martínez financió un vistoso
respaldo de azulejo, exaltando el altar de la cruz. La vida sigue su curso
hacia el incierto futuro y el mes de agosto del 2015 se comenzó a remodelar la
casa del señor Cesar Guzmán García y la señora Hypatia Soto Hernández, por lo
que fue necesario retirar la cruz de su lugar de origen, para guardarla
mientras se termina la ampliación en la cual se le reservó un espacio en forma
de capilla a la santa cruz. Los vecinos agradecen a este matrimonio su noble
gesto para que los creyentes del lugar la sigan festejando y venerando según
sus creencias religiosas.
El 17 de septiembre de 2015 se cumplen 63 años del
indeleble recuerdo que dejaron los hombres de la misión franciscana. La cruz de
Ayuntamiento será siendo testigo de los cambios futuros en estos barrios
coatepecanos.
Publicado originalmente 21 de septiembre de 2015