La Otra Versión

  ¿Existe el Sindicalismo de lucha por el trabajador?

Comparte

La otra versión:

 

                                                                                                               René Sánchez García

El auge de la última parte de la dictadura del porfiriato en México se debió fundamentalmente a que se permitió la entrada de capitales extranjeros que más tarde se convirtieron en grandes y poderos empresas. En segundo lugar, que durante más de 30 años se reprimió fuertemente todo intento de manifestación, organización y agrupación de los campesinos y los trabajadores, que luchaban por conquistar o mantener sus derechos más elementales.

La explotación de los trabajadores en el campo y en las industrias dio origen a la primera huelga minera en Cananea, Sonora en el año de 1906 y en 1907 se levantaron en protesta y huelga los trabajadores textiles de Río Blanco, Veracruz, ambas movilizaciones fueron fuertemente reprimidas a sangre y fuego por parte del gobierno de Porfirio Díaz. Fue el Partido Liberal Mexicano (PLM) quien diseñó el primer programa en defensa de los trabajadores en México.

La Revolución Mexicana (1910) fue el marco propicio para plasmar en la Constitución de 1917 el artículo 123 que regula las relaciones laborales entre patrones y trabajadores. En esos momentos de lucha es que nacen las primeras organizaciones o agrupaciones sindicales en México, la más importante fue la COM (Casa del Obrero Mundial), después vinieron otras como la CROM, CGT, CNCT y CGOCM, que fueron bastante combativas y que lucharon por los intereses de los trabajadores y de los campesinos, aunque con muy poca duración.

En el año de 1934 se constituye la Confederación de Trabajadores de México (CTM) quien en sus inicios la dirigió Vicente Lombardo Toledano y que agrupó a ferrocarrileros, petroleros, electricistas, burócratas, profesores y profesionistas de toda índole. A los campesinos los agrupó la Confederación Nacional Campesina (CNC). El mayor auge de este sindicato gigante y poderoso se dio hasta el gobierno del general Lázaro Cárdenas del Río, que fue netamente de tipo socialista para algunos, o de tipo popular para otros. Con el paso de los años hubo rompimientos y cada gremio formó su propio sindicato, siendo organizaciones de lucha.

“Los sindicatos son instrumentos de incorporación de los trabajadores con la finalidad de defender sus intereses y la elevación de sus condiciones de vida, al tiempo que fomentan la formación de una clase obrera organizada y combativa”, eso dicta una definición; pues la realidad es que cuando la CTM pasa a manos de Fidel Velásquez Sánchez, el carácter del sindicalismo mexicano cambia rotundamente. El estilo de este nuevo sindicalismo, bautizado como “Charro” es “hacerse amigos y cómplices de los políticos, creando un electorado siempre a favor del gobierno en el poder (principalmente al PRI), y se convierten en socios del poder político y dejan en segundo plano su obligación con sus agremiados”, dice un investigador de la UNAM.

Por ello hoy en día, los líderes sindicales se vuelven eternos y heredan su liderazgo solo a sus familias a fin de no perder ese poder político y los beneficios económicos que se contraen al estar de lado del gobierno o de la empresa. Es bien conocido que en cada revisión del Contrato Colectivo de Trabajo o en los Ajustes salariales anuales, es el líder siempre el más beneficiado económicamente y los agremiados se conforman con los “aumentos” de 0cho pesos diarios.

En alguna próxima entrega les hablaré de la historia de lucha del Sindicato que afilió en Coatepec a las mujeres trabajadoras que se dedicaban en los años cuarenta del siglo pasado a desmanchar café, así como del ya viejo Sindicato que aun agrupa a los trabajadores del Ayuntamiento de Coatepec.

sagare32@outlook.com

 

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *