¡Faltan 28 días!
¡Faltan 28 días!
Por
Edgar Hernández*
“¡#Ni un voto a Morena!”, la consigna que
recorre la espina dorsal de la República
El tic-tac de la hora se cero se acerca.
Si en Palacio Nacional se respira miedo, en Palacio
de Gobierno de Veracruz la histeria se traduce en violencia política.
Mientras en las filas morenas hay desánimo.
Eso de ir a huevo a las marchas, mítines y
manifestaciones que hace ver a los burócratas como apestados ante la
ciudadanía. Esa vergüenza que les provoca portar la playera de Morena y esa
mofa que duele.
El no querer perder el empleo y sacrificar la
dignidad -aunque una parte está cierta que el día de la elección al amparo del
voto secreto votaran en contra de la 4T-, y el rogar a Dios que esto ya se
acabe, son los escenarios cotidianos de las jornadas electorales de Morena.
Ya mismo por toda la geografía nacional corre un
sentimiento antimorenista.
Un abierto repudio hacia Andrés Manuel López Obrador
y, regresando al solar, un desprecio total por Cuitláhuac García Jiménez, quien
nunca ha sabido estar a la altura del orgullo veracruzano.
Por respuesta, los hombres de poder recrudecen la
ira y la represión. Las últimas cifras de agresiones y muerte son de espanto.
De acuerdo a la consultora “Integralia”, de
septiembre a abril de este año, se han contabilizado 210 víctimas de violencia
política en el país, de las cuales 143 fueron mortales.
“26 asesinatos han sido a candidatos a cargos de
elección popular y la mayoría de las víctimas son del estado de Oaxaca, 19;
Veracruz, 18; Baja California, 13; Guanajuato, 12 y Jalisco, 9”.
Del total de víctimas, el 84% son hombres y, según
la consultora, estas cifras se han presentado en 169 incidentes que se han
contabilizado de manera creciente en el país “lo cual prevé que la cifra vaya
en aumento los siguientes días, sobre todo en lo que va de mayo y los primeros
días de junio”.
Este mismo fin de semana la opinión pública
observaba el caso del perredista veracruzano, Gregorio Gómez, candidato a la
alcaldía de Tihuatlán, quien fue vinculado a proceso por “Ultraje a la
autoridad”, el mismo delito que le imputaron a otro perredista, Rogelio Franco,
por desgarrarle la camisa a un policía ministerial.
¡Un año de cárcel para cada uno!
Y acaso las cifras digan mucho o solo sean datos
fríos, una estadística más, que con el paso de los días se olvide, pero no lo
hecho por el gobierno.
No por lo que ha sucedido, ni cómo nos han pegados
los dos años seis meses de López Obrador y, en nuestro caso, con el “Juanito”
veracruzano Cuitláhuac García.
Han sido tantas las ofensas, tan repetidos los
agravios, tan abusivas sus acciones -el retiro del Seguro Popular, la medicinas
para los niños con cáncer, el cierre de las estancias infantiles, el dinero del
pueblo para los chairos, la rifa no rifa del avión, lo del agresor sexual Félix
Salgado, la corrupción, nepotismo e impunidad… y otros etcétera más- que el
pueblo para el próximo 6 de junio no se la perdonará.
Estamos a 28 días de una histórica jornada electoral
en donde el pueblo ya decidió.
Basta abordar un taxi, ir a un cafetín cualquiera,
visitar un mercado, charlar con el vecino o preguntarle a las madres de familia
o cualquier trabajador o burócrata por quien inclinará su voto para escuchar de
manera contundente “¡Por cualquiera, menos por Morena!”.
De hecho, los de Morena ya se hicieron a un lado, salvo
los que son obligados a asistir a ver a personajes nefastos e impresentables
como Ana Miriam Ferraez o Rosalinda Galindo, la “Reina del Nepotismo”, que
buscan repetir como diputadas de Morena.
Por ello las repetidas escenas de gente de gobierno que
huyen de los fotógrafos, que se cubren el rostro con tapabocas y gorras y que
no quieren que se les identifique.
Por ello se observan las multitudes tan
desangeladas, tan llenas de flojera, sin ánimo; con sus vítores aguados y
consignas sin convencimiento, solo atole por sus venas.
Está por llegar el tiempo del desquite en donde toca
a las urnas la palabra.
Tiempo al tiempo.
*Premio
Nacional de Periodismo