FILU 2024
FILU 2024
Rafael Rojas Colorado
Cuando el lector lea estas líneas, la feria del
Libro FILU habrá concluido, sin embargo, estas letras intentan retener esos
momentos de emociones y felicidad que experimentan los amantes de la lectura y
los libros. La Feria Internacional del Libro Universitario, se llevó a buen fin
del 10 al 19 de mayo en la Casa del Lago en la ciudad de Xalapa, Veracruz. En
un evento de esa naturaleza, se conocen expositores, escritores, se está en
contacto con la música, las novedades, el teatro y otras actividades de recreo
y cultura. Como dice el poeta, cuando más pasa el tiempo saben mejor los
recuerdos y son muchos los que nos deja esta aventura literaria.
Simplemente el penetrar en el recinto ferial,
se percibe el vacío que han dejado viejos amigos libreros, ya no están
presentes, pero parece verlos adelantándose a mostrar un libro que estaban
seguros le interesaban al lector que ya conocían muy bien sus necesidades
intelectuales. Ellos conocían muy bien su trabajo y, a sus clientes, refiero a:
Eugenio, Marduck, Miriam y Luis, estos dos últimos de editorial Educal. Igual a
escritores que nos embelesaron con su conocimiento, por ejemplo, Ricardo Pligia
de argentina, Sergio Pitol de Xalapa, entre otro más. Libreros y escritores
yacen en el corazón del buen lector. Los libros acercan recuerdos de ferias
anteriores, vivencias compartidas con amigos y familiares, en realidad una
belleza de evocaciones.
El domingo 2 de mayo fue mi primer día de
visita, en el estand de la Universidad Veracruzana, me llamó la atención un
libro titulado “Doscientas ballenas y cuatro caballos”, de la escritora Margo
Glanz, a quien todavía no se le termina la tinta de su tintero. Es un ensayo
poético acerca de estos cetáceos que, gracias a la pluma de Margo Glanz,
conducen al lector por mares milenarios, visualizando al Levatían Bíblico, a
Ulises de Ítaca, a Jonás tragado por una ballena, y entre muchas aventuras en
el océano, se hace vivo Ismael frente Moby Dick. Ballenas, caballos de toda la
historia, sobre todo, en Venecia, revestidos de poesía es una lectura
gratificante para el alma humana.
En el estand de la UNAM, me llamó la atención
un diario de Alfonso Reyes, además, “Prólogo de las Baladas Líricas”, de
William Worddesworth, en sus páginas se encuentra que un poeta, es una persona
dotada de una sensibilidad más viva, de mayor entusiasmo y ternura, que tiene
mejor conocimiento de la naturaleza humanan y un alma que abarca más de lo que
se supone entre el género humano.
Expresa que la poesía no derrama lágrimas como
la que derraman los ángeles, sino lágrimas humanas, no se puede vanagloriar de
ningún Icor celestial que distinga sus fluidos vitales lejos de la prosa, la
misma sangre humana circula por sus venas.
En la Galería AP. Unidad de Artes. Asistí a la
presentación del libro “Biblioteca bizarra”, de Eduardo Halfon, publicado por
la UV. En uno de sus ensayos explica su acercamiento a la literatura. Pensaba
que escribir se trataba solamente de teclear y teclear. La realidad se la descubrieron
dos de sus profesores. Su tarea consistía en escribir una sola línea de
cualquier tema que eligiera. Al día siguiente analizar contenido, mensaje,
tema, ritmo, musicalidad, estructura entre otras cosas. Dos meses estuvo con
esa tarea hasta dejar claro lo que se buscaba. El otro maestro lo aleccionó con
ser el mismo su propio crítico, para conocer y detectar los errores. Con
esfuerzo y voluntad escaló ese escarpado camino antes de penetrar en los prados
de la literatura. El de Alfonso Reyes todavía está en su funda. Mónica Lavín
presentando su última obra, “El lado salvaje”.
Dios mediante nos saludamos el próximo año en
otra feria del libro.