Flores Saviaga
Flores Saviaga
Por Daniel
Badillo
Si a alguien se debe que haya prevalecido la razón jurídica en el
proceso de cambio que vive actualmente el Tribunal Superior de Justicia es a la
magistrada Concepción Flores Saviaga, mujer de enorme trayectoria dentro del
Poder Judicial del Estado, quien mantuvo –en todo momento- una postura digna y
objetiva desde que la recién destituida magistrada presidenta llegó al cargo.
Y es que Flores Saviaga, junto con otra mujer igualmente valiente
y preparada como Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros, desde un principio
anticiparon que haber puesto en manos de una persona como la ahora ex
presidenta del Poder Judicial del Estado la impartición de justicia, era un
error.
Se comenta lo anterior, porque tras la salida de magistrados que
habían tramitado un amparo para evitar el retiro por edad, tanto Flores Saviaga
como Castañeda Palmeros hicieron lo correcto al defender el derecho de dichos
magistrados, pues habiendo de por medio un amparo, nadie en el Poder Judicial
del Estado alzó la voz en su defensa salvo ellas, cuando lo correcto era que la
propia presidenta –hoy destituida- debía interponer una Controversia
Constitucional para defender el estado de Derecho, puesto que habiendo mediado
un trámite de esta naturaleza, el Congreso del Estado no podía disponer de esos
espacios ni pronunciarse en favor de retirar a tales magistrados.
Luego de la sesión extraordinaria del Pleno del Tribunal Superior
de Justicia, donde por unanimidad se determinó retirar la presidencia a quien
la encabezaba hasta hace algunos días, quedó claro que en estos meses el Poder
Judicial prácticamente estaba paralizado; independientemente de la situación
motivada por la pandemia, la presidenta hoy destituida fue incapaz de innovar
para adecuar la impartición de justicia a la nueva normalidad impuesta por el
Covid-19, lo que se sumó a su cerrazón y a su negativa de atender los
requerimientos del Consejo de la Judicatura para sesionar.
Ojalá que con la llegada de la magistrada Isabel Inés Romero Cruz,
quien ha demostrado en estos días tener más oficio político e interlocución
dentro del propio tribunal, el Poder Judicial del Estado salga del marasmo en
que se encuentra; de entrada, es una buena noticia el hecho de que la nueva
presidenta haya declarado que visitará los distritos judiciales para verificar
el estado en que se encuentran los juzgados, y conocer de primera mano la
situación que viven los servidores judiciales.
Se le desea éxito en su nueva encomienda, porque de lo que haga a
favor de los justiciables y de la institución dependerá en gran medida
recuperar el prestigio del Poder Judicial.
POSDATA:
Y ya que hablamos del Poder Judicial, qué pronto olvidaron los
funcionarios judiciales que llegaron con la destituida magistrada presidenta,
cuando ellos –en su momento- pidieron renuncias a diestra y siniestra al
personal, en una actitud ofensiva y grosera. Un servidor fue testigo del
maltrato brindado a servidores públicos que padecieron la ira de quienes en ese
entonces acababan de llegar al Poder Judicial. Escoltados por dos personas,
iban llevando uno a uno, a los trabajadores a un cubículo donde, cual si fueran
delincuentes, les ponían enfrente una carta de renuncia, obligándolos a firmar.
Qué corta memoria tienen.