Francisco Toledo, el Pintor de los sin Voz
La otra versión:
Por René Sánchez García.
Como casi todos nos enteramos o lo sabemos, el jueves 5 del mes de septiembre de éste año, partió hacia la otra vida sin retorno, el artista prolífico, el defensor de la cultura y del maíz, el incansable luchador social oaxaqueño: Francisco Benjamín López Toledo. El también pintor, escultor, ceramista, dibujante, activista de izquierda, ambientalista, filántropo y promotor cultural, fue uno de los mayores artistas plásticos de México con amplio reconocimiento internacional.
Francisco Toledo nació en Juchitán, Oaxaca en el año de 1940 y desde muy joven descubrió sus capacidades y habilidades artísticas, su sueño más preciado era convertirse en muralista y continuar así la obra legada de Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco, asunto que le fue negado siempre, tanto por el Estado Mexicano como por la clase empresarial. Por ello, se volcó más por la pintura y el dibujo de carácter de denuncia social, nunca con temas de carácter revolucionario. También fue un apasionado de la fotografía donde plazmó la grandesa de la fauna y la flora que tienen vida gracias a la tierra.
Hizo sus estudios en los Talleres de Grabado del Instiuto Nacional de Bellas Artes de la ciudad de México, asistiendo a los cursos que impartían los maestros Arturo García Bustos, Pedro castelar, Francisco Dosamantes y Guillermo Silva santamaría. Igual realizó estudios en Europa en el año de 1960. De vuelta a México, en Oaxaca realizó muchísimos grabados y estampados en los talleres de placas metálicas y madera que allí existían. Casí siempre ocupó elementos naturales para elaborar sus trabajos artísticos como lo son la tinta china, el azúcar y el jabón, entre otros.
Blanca González Rosas dice: “Aunque los merecía, a Francisco Toledo no le gustaban los homenajes. Creador de verdad, promotor muy generoso y siempre comprometido como activista cultural y ecológico, el dibujante, pintor, grabador y ceramista Francisco Toledo vivió el arte como una misión de vida y servicio a su comunidad”. Fue fundador de Ediciones Toledo, del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, del Cineclub Pachote, del Centro Fotográfico Manuel Alvarez Bravo, de la Biblioteca Jorge Luis Borges para invidentes, de la Fonoteca Eduardo Mata, del Jardín Etnobotánico de Oaxaca y del Centro de las Artes San Agustín, entre otras muchas más.
En una entrevista realizada por Raquel Tibol, Toledo expresó lo siguiente: “Yo creo que no me puedo poner al día, porque soy un artista tradicional en el sentido de que trabajo sobre papel, sobre tela y todos los materiales tradicionales del artista con las técnicas de hace 400 o 500 años. Como quiera que sea tengo mi ámbito limitado y ahí me quedo. No me queda otra. Soy resignado en el sentido de pues ya: donde estoy, estoy. No estoy en edad de hacer desfiguros. Me pesan mis 60 años; la espalda, mucho”.
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