¿FUE PENAL?
¿FUE PENAL?
MÉXICO EN LOS MUNDIALES
6 CAPITULO
Por Héctor Larios Proa
Cuatro años después del Mundial
de Brasil, la selección mexicana abriría la copa del mundo de futbol en Suiza 1954,
otro escenario, mismo rival para abrir en una Copa del Mundo. Era la
inauguración contra Brasil, que viene por la revancha después del “maracanazo”.
Dos años después de la aventura brasileña,
se acordaron de la selección y como siempre al cuarto para las doce convocaron al
tricolor dos semanas antes para participar en el 1er Torneo Panamericano de
Futbol en Chile. El entrenador era el español Antonio López Herranz, se
enfrentaron a Uruguay, Chile, Brasil, y Perú. Cuatro partidos, cuatro derrotas.
Un año después, nombraron a
Horacio Casarín entrenador en busca del boleto al mundial de Suiza, enfrentó a
Haití y Estados Unidos.
En el primer partido contra los
caribeños ganaron por goleada de 8 a 0, le siguen partidos “amistosos”, que no
tienen nada de amistosos con resultados negativos y mala prensa, los directivos
cesan a Casarín, que también fungía como jugador y capitán del tricolor.
Nuevamente es llamado Antonio
López Herranz, quien gana la clasificación fácilmente en los siguientes tres
encuentros, en total 19 goles a favor y uno en contra.
Así llegan al mundial un 16 de
junio 1954 al estadio Charmilles, donde la selección brasileña cumple los
pronósticos, que marcaban a la verde amarelha favorita. Su defensa
fuerte y ordenada espera con paciencia el arribo de los aztecas, quienes tocan
y tocan en medio campo circulando el esférico sin penetración, cuando por fin
se atrevían la defensa carioca estaba lista para el ataque.
Antonio Carbajal, lastimado de la
mano derecha deja su lugar a Salvador “piolín” Mota quien asumió la
responsabilidad de defender la meta mexicana, junto a jóvenes que debutan en su
primer mundial como “Chicho” López, Jorge Romo, Raúl “güero” Cárdenas, Juan
Gómez, Rafael Ávalos, Alfredo “Pistache” Torres, José Naranjo, José Luis
Lamadrid, Tomás Balcázar y Raúl “la Pina” Arellano.
La magia brasileira comenzó,
mientras la tribuna disfrutaba el encanto de sus toques y cambios de ritmo. Un
futbol con arte, pausa y elegancia que adormecía el balón hasta seducir al
espectador europeo acostumbrado al juego directo. En el mapa del futbol mundial
aparecieron nombres como Djalma Santos, Nilton Santos, Waldir Pereira “Didí”, y
Pringa.

El toque del medio campo
mexicano, fue ineficaz, en el minuto 24 Baltazar abre el marcador con un
disparo dentro del área, después “Didí” presenta al mundo su tiro fantástico, “la
fohla seca”, metía el pie abajo del balón para que se elevará en dirección a la
portería y bajara lentamente, el balón va girando en sentido contrario, para
descender como el caer de una hoja muerta en otoño e incrustarse al arco, hechizando
a “piolín” Mota. El tercer y cuarto gol son obra de Pinga con tiros de larga
distancia. Julinho cierra, la manita, 5 a 0.
Brasil un equipo siempre
protagonista que aprendió a competir diseñando un plan de trabajo que incluía preparación
física y afinación de su técnica excelsa. Sabían que su primer toque, era la clave
en la velocidad para ganar tiempo en sus ejecuciones, característica que
conservan. “Defienden y atacan a matar”, declaró López Herranz, al término del
encuentro.
El segundo partido contra Francia
Los galos eran favoritos para
clasificar junto a Brasil que se enfrentaba a Yugoslavia, terminaron 1 a 1. El
cuadro nacional tuvo dos modificaciones con la entrada de Saturnino Martínez,
defensa del Necaxa y Toño Carbajal en la portería.
Los europeos se fueron al frente
con su velocidad y buena técnica dominaron la primera mitad, tomaron ventaja al
minuto 19 con anotación de Jean Vincent para irse al descanso.
En la parte complementaria, a los
30 segundos del segundo tiempo, un delantero francés entra al área con balón
controlado y tira de derecha, Raúl Cárdenas se barre en su intento por despejar
incrusta el balón en su meta.
“Conecté con la punta del pie
izquierdo y se mete abajo pegado al poste de Carbajal”, se lamenta cuarenta
años después.
Los afortunados que cada semana
escuchábamos las pláticas del maestro Raúl Cárdenas, cuando fue Director de la
Escuela Nacional de Directores Técnicos, ENDIT de la FMF, en los años noventa.
“Fue el único autogol en mi carrera”, solía decir.
Continuaba su relato: “Cuando
todo parecía sería una goleada, los gritos de entusiasmo de los compañeros y el
buen toque en la media cancha, les quitamos la iniciativa a los franceses, el
empuje de la defensa, la habilidad de Balcázar, el “Pistache” Torres, la “Pina
Arellano se complementaban con la inteligencia y fuerza de Lamadrid y José
Naranjo.
Una jugada por la banda, el “Pistache”
se lleva a dos franceses y filtra a Lamadrid que rápido tira abajo a la derecha
del arquero para evitar la salida del portero para el 2 a 1, ante el
desconcierto de los rivales”. El maestro festejaba alzando la mano y la voz al
mismo tiempo, revivía sus vivencias deportivas.
“Lo mejor vino después”, proseguía
don Raúl Cárdenas, como solo él sabía charlar con su singular entusiasmo
contagioso. “Fue un pase mío a Tomás Balcázar, al borde del área tira con la
derecha, fuerte, pegado al poste izquierdo del portero francés, fue el empate 2
a 2”. Presumía el primer futbolista mexicano que hizo funciones de medio de
contención años después, cuando no se usaba en el mundo.
La emoción de su charla
culminaba, cuando describía el final del partido. “Se nos vinieron encima, la
defensa aguantó y Carbajal paraba todo, cuando faltaban dos minutos, el mejor
jugador de Europa en ese tiempo Raymond Kopa, tira adelante del punto penal, a escasos metros solo queda “chicho” López y en la línea de meta la
“Tota”. “Chicho”, se avienta para tapar el balón le pega en el cuerpo y el
árbitro marca penal”.
Anota Kopa, el 3 a 2 final. Para
un encuentro que la prensa calificó de robo del árbitro, el público saltó a la
cancha en señal de protesta y el General Núñez, directivo del Atlante fue al
vestidor del árbitro para pegarle infructuosamente.
Alguna vez le pregunté: ¿Fue
penal?
– “No sé, lo que sí te digo es
que fue el mejor partido de los mexicanos en un mundial, hasta ese momento, por
la garra y entrega, jugando bien, de tu a tú. Estuvimos cerca de llevarnos el
primer punto en un mundial”, respondió mi maestro Cárdenas de la Vega,
acompañado de su inseparable amigo Carlos García Rojas.
Continuará… Suecia 1958


