FUTBOL EN EL 2030
Por Héctor Larios Proa
FUTBOL DEL 2030
“El futbol antes de que pase por los pies,
pasa por la cabeza”.
Jorge Valdano
¿Cómo será el futbol del futuro?
Los niños y jóvenes que sueñan con ser las próximas estrellas, ¿estarán hoy preparándose en función del futbol del mañana?
Cuáles son estas exigencias, es el tema de hoy. Quienes trabajan en el futbol están obligados a conocer sus tendencias. No se puede seguir organizados de la misma forma y mucho menos trabajar con criterios que ya no satisfacen las demandas de la industria deportiva.
Recientemente el investigador George Nassis, de la Universidad del Sur de Dinamarca en colaboración con Philipp Jacobsen, del Liverpool FC y João Brito, de la Federación Portuguesa de
Futbol, publicaron el estudio titulado: “El futbol de élite no será el mismo en 2030”.
Destacan más partidos cada temporada. Hace diez años había 50 encuentros, actualmente son 60, se proyecta diez más para jugadores de selección, lo que afecta física y emocionalmente por el incremento de entrenamientos y competencias que incluyen viajes, concentraciones que los alejan de su entorno, tan solo para el mundial de Qatar serán 48 equipos y sus respectivas eliminatorias.
Desde 1966 a 2014 la velocidad del juego va en progresión, se prevé que en el periodo de 2010 a 2025 aumentará un 5% y para 2030 crecerá un 7% más. Se registrarán velocidades de 9.8 m/s, es decir, más intensidad, menos espacio y tiempo para una juagada.
Hoy se corre más, los futbolistas se desplazan 3% más anualmente, de 2006 a 2013 subió 20% su kilometraje. De acuerdo al sistema Matrics de FIFA, en 2018, se trasladan entre 11 y 15 km en un juego.
Los
recorridos a velocidad se ampliaron un
50%, los sprint aumentaron 8% de
2006 a 2012, sí esta tendencia continúa se espera un crecimiento de 40% para la
temporada 2030. Se dice que una acción a mayor velocidad reduce la precisión técnica, sin embargo, el número de pases va en aumento. En 1966 se
registraron 10.7 pases por minuto, en 2010 fueron 14.7 y se esperan 16 pases
promedio para 2030.
Estos cambios
tendrán repercusión táctica, a la
defensiva las escuadras aplicarán mayor presión y un repliegue inmediato a
velocidad en la reconversión defensiva o desdoble.
Los porteros y defensas centrales, deberán
ampliar sus funciones. Tendrán mayor demanda en las salidas, por ejemplo. A sus
características se sumarán mayor capacidad técnica y habilidades para imponerse
en situaciones de superioridad e inferioridad numérica, además de una excelente
lectura del juego. En general, el resto de las posiciones requerirán de un
mayor despliegue físico, velocidad, efectividad técnica en los pases y en la
definición o tiro a gol.
Superar el reto implica cambios en la organización directiva y funciones del
staff técnico. Especialistas arribarán en la planeación del
entrenamiento y planteamientos tácticos.
En la preparación física los entrenamientos
serán más largos y demandantes, con otra orientación metodológica, los médicos,
nutriólogos y psicólogos deportivos tendrán mayor relevancia y deberán construir
protocolos de colaboración conjunta con evidencia científica apoyada en instrumento
tecnológicos, en busca del performance, superar
los crecientes riesgos de lesiones, acelerar los procesos de recuperación, por
lo cual deberán cambiar sus hábitos de alimentación y vida social, además de modelar
conductas aspiracionales dirigidas al mercado, si no reúnen el perfil quedarán
fuera.
El principio del rendimiento que encauza a la la industria del futbol regirá las transformaciones,
y quienes quiera sobrevivir tendrán que actualizarse, el futbol está en proceso de profesionalización.
El Director Técnico deberá contar con una amplia gama de conocimientos en todas las áreas y un excelente manejo de grupo, que coordine especialistas en aspectos físicos,
metodológicos, nutrimentales, bioquímicos, médicos, psicológicos, tecnológicos para liderar un proyecto, más allá de aspectos técnico-tácitos del futbol.
Directivos con visión global y multidisciplinaria para conducir transversalmente en la instrumentación de programas.
Profesionalizar el futbol es el reto, desde los futbolistas, sus mentores, y directivos con perfil profesional que entienda y conozca de futbol. Responsables que ejerzan una autoridad ejemplar, orienten comportamientos, modele conductas en el mundo del balompié. Estamos ante un nuevo paradigma, encontraremos resistencias y falsos profetas en el camino.
¿Estamos listo para asumir el reto y sus implicaciones en el futbol base?
HECTORLARIOS@690GMAIL.COM/ @Larimex