GARANTIZAR PRODUCCIÓN DE ENERGÍAS LIMPIAS E HIDROCARBUROS ANTE NUEVAS INVERSIONES
· Ernesto Bravo
Benítez dijo que el potencial de México en este momento se constata por el
crecimiento de flujos de inversión extranjera directa
·
Al ser nuestra nación productora de petróleo tiene ventaja comparativa, aseveró
Arturo Ortiz Wadgymar
La posición geográfica de México, su vecindad con
Estados Unidos, la existencia del T-MEC y la estabilidad macroeconómica en este
tiempo de pospandemia por la COVID-19, han hecho atractiva a la nación mexicana
para el nearshoring, pero para alcanzar estabilidad es necesario
garantizar mayor autonomía energética (con renovables y no renovables),
consideró el investigador del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de
la UNAM, Ernesto Bravo Benítez.
El doctor en Economía por la
Universidad Nacional recordó que el escenario económico internacional se ha
vuelto más complejo debido a los problemas relacionados con la crisis de
suministros y sus secuelas inflacionarias, pero también por las tensiones
geopolíticas derivadas de los conflictos que se viven en Medio Oriente, Europa
Central y el Sudeste Asiático.
Al participar en la mesa
“Autosuficiencia energética y nearshoring”, realizada en la sala de
videoconferencias de dicha entidad académica, el especialista precisó que el
potencial de nuestro país en este momento se constata por el crecimiento de
flujos de inversión extranjera directa (IED) que llegan, como la creciente
demanda de parques industriales en las zonas del norte, del bajío y la Ciudad
de México, no así en las regiones sur y sureste.
El también académico de la Facultad de
Economía destacó: en el contexto del nearshoring, en donde la
afluencia de IED a México durante el primer semestre de 2024 fue de 51 mil 409
millones de dólares (20 mil 313 millones de dólares (mdd) en el primer
trimestre y en el segundo trimestre la inversión fue de 31,096 mdd),
lo que implica un gran compromiso económico en términos logísticos y de
infraestructura física y social, y también de estabilidad política y de
seguridad pública para garantizar su permanencia y continua atracción.
En ese escenario, subrayó que se debe
priorizar todo lo relacionado con el suministro eléctrico que exigen los
inversionistas foráneos, en mayor medida proveniente de fuentes sustentables,
debido a la certificación ambiental a nivel internacional de varias de las
firmas, lo cual compromete, en primera instancia, a las autoridades federales a
encontrar formas que aseguren a la población y al aparato productivo (nacional
y extranjero) tener abastecimiento confiable, creciente y sustentable de
energía.
Ventaja comparativa
En la mesa moderada por el investigador
del IIEc, Miguel Ángel Alamillo Hernández, el investigador de esta entidad
universitaria, Arturo Ortiz Wadgymar, expuso que México al ser productor de
petróleo y sus derivados se sitúa en una situación de ventaja comparativa y de
atracción de ciertos capitales de otras naciones que necesitan venir a
asociarse con el capital nacional y generar el proceso conocido como nearshoring,
una forma en la que el país lograría una nueva industrialización. De esa
manera, queda asegurado el abasto de hidrocarburos.
El doctor en Economía estimó que para
finales de 2024 se prevé la importación de 10 por ciento de gasolinas, y que la
nación sea autosuficiente en diésel y turbosina. Esa es la base para que quede
bien posicionada ante un nearshoring que no se sabe bien cómo
se piensa aplicar y qué trato o renegociación se le puede dar en el Tratado
entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Ortiz Wadgymar señaló: en una situación
como esta da una ventaja comparativa al país y elementos para renegociar mejor
un tratado, ahora que estamos viviendo el mes más difícil de la elección
norteamericana y están por definirse situaciones que no podemos predecir, pero
se manifestarán a partir de este momento y hasta diciembre.
El especialista en comercio
internacional aclaró que ello no evita que se tenga que continuar en un proceso
de cambio energético, pero en el corto plazo es importante que los mexicanos
seamos dueños de nuestro petróleo y los productos que se derivan, lo que
implica un proyecto integral de largo plazo que ya está, al menos en la letra,
consignado en el T-MEC.
Reiteró que el nearshoring implica
que las empresas extranjeras se reposicionen más cerca de su territorio por
ventajas competitivas, que hace 30 años eran superiores en China, pero hoy en
día pueden reubicarse en México, América Latina, el Caribe, en sitios más
próximos, donde los costos de transporte sean menores.
El autor de “La apertura económica
de México 30 años después, del Gatt a Trump” (2018) afirmó: tengo fe
en que el próximo gobierno apoye este tipo de pensamiento y que la nación
vuelva a lograr, como lo hizo en un tiempo, “un milagro mexicano”, es decir,
cuando el petróleo generó un proceso de industrialización nacional.
El también coordinador del Seminario
Anual de Economía Mundial en el IIEc y miembro de la Academia Mexicana de
Economía Política evaluó que con el apoyo del gobierno, a la larga, Petróleos
Mexicanos será autofinanciable, ya que cuando deje de importar y venda gasolina
entonces obtendrá ganancias y, de alguna manera, podrá afrontar los problemas
de su deuda.
FUENTE: UNAM