GOLPE AL TRIBUNAL ELECTORAL Y FRAUDE A LA VISTA
GOLPE AL TRIBUNAL ELECTORAL Y FRAUDE A LA VISTA
Por Aurelio Contreras
Moreno
El Tribunal Electoral
del Poder Judicial de la Federación (antes Tribunal Federal Electoral) ha sido
una de las instituciones fundamentales, junto con el IFE/INE, para la
transición que permitió la democratización paulatina de México tras 70 años
ininterrumpidos de “dictadura perfecta”.
Desde su creación
hace apenas poco más de dos décadas, el Tribunal Electoral le ha dado certeza a
la justicia electoral y, en consecuencia, a los resultados de los diferentes
comicios que se han celebrado desde entonces, al dirimir las controversias
presentadas por los actores políticos e incluso por otros organismos
electorales, federales y locales.
La calificación de
las elecciones y la definitividad de las sentencias del Tribunal Electoral han
evitado un sinfín de conflictos post-electorales y han contribuido a mantener
la estabilidad política del país. No es exagerado afirmar que es una de las
instituciones más importantes de México.
Pero todo lo
anteriormente mencionado solo ha sido posible porque la fuerza del Tribunal
Electoral se finca en su autonomía, en su alejamiento de los intereses
partidistas a la hora de sus resoluciones que, si bien forman parte de su
diseño institucional, por lo menos hasta 2018 brindaron esa certeza necesaria
para que los resultados de las elecciones sean creíbles.
Hoy todo eso está en
el mayor de los riesgos. En su obsesión por restaurar el régimen de partido
hegemónico autoritario, el obradorato ha lanzado una asonada para apoderarse
del Tribunal Electoral, como ya lo ha intentado con el Instituto Nacional Electoral
y la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Y lo más grave es que integrantes
de ese órgano jurisdiccional se están prestando para ese atentado contra la
democracia del país.
Este jueves, los
magistrados electorales Mónica Soto, Felipe Fuentes Barrera y Felipe de la Mata
encabezaron un golpe contra el presidente del Tribunal, Reyes Rodríguez
Mondragón, al que buscan destituir por una supuesta “pérdida de confianza” que
en ningún momento pudieron argumentar.
En el orden del día
de la sesión del Pleno del Tribunal se incluyó la remoción de Rodríguez
Mondragón, ante lo cual solicitó un receso del cual ya no regresó, junto con la
magistrada Janine Otálora, quien apoya su permanencia, rompiendo el quórum para
sesionar.
Pero la asonada
comenzó desde el lunes, cuando los magistrados golpistas le pidieron la
renuncia a Reyes Rodríguez Mondragón en una reunión privada y a petición
directa de Mónica Soto, quien sería la elegida para ocupar la presidencia del
organismo.
Es la misma Mónica
Soto que fue exhibida sosteniendo hace poco una reunión en un lujoso
restaurante de la colonia Jardines del Pedregal con el diputado federal Sergio
Gutiérrez Luna, representante de Morena ante el Consejo General del INE y uno
de los más deleznables y corruptos integrantes de la pandilla morenista, que
sin mérito político ni personal alguno –pero con mucho dinero desviado de la
Cámara de Diputados- intentó –afortunadamente sin éxito- hacerse de la
candidatura de su partido a la gubernatura de Veracruz. Y que para hacer
méritos para mantenerse “mamando” de la “ubre” presupuestal luego de su fallida
aventura en la entidad, ahora “tienta” magistrados.
La autoría del
“golpe” en el Tribunal Electoral es evidente –burda, de hecho- y la intención
resulta obvia, como todo lo que hacen Morena y el obradorismo: apoderarse del
organismo que tendrá la última palabra en las elecciones presidenciales, del
Congreso de la Unión, de nueve gubernaturas y de congresos locales, para que “cierre
los ojos” ante las innumerables violaciones a la ley que de por sí ya han
cometido y que seguirán cometiendo. Es la elección de Estado que el régimen
instrumenta para mantenerse y concentrar todo el poder.
El fraude está a la
vista. Quien no lo quiera ver, que no se diga sorprendido después.
Email: aureliocontreras@gmail.com
X: @yeyocontreras