GRANDES Y PEQUEÑOS ALCALDES
GRANDES Y PEQUEÑOS ALCALDES.
Alberto Loret de Mola
A los grandes hombres, buenos
alcaldes pues, se les recuerda por sus obras trascendentales: un libramiento,
una gran avenida, un sistema de drenaje funcional, por impulsar un mega desarrollo,
o por construir servicios urbanos como un metro -de perdida Metrobús-, ejes
viales inteligentemente trazados, como los de Carlos Hank en la ahora CDMX, también
por desarrollar grandes proyectos habitacionales o resolver problemas de manera
definitiva. No por sólo haberse dedicado a tapar baches o a organizar
carnavales. A los pequeños, no se les recuerda.
Entonces, para comenzar con la
capital veracruzana, ¿en qué definición encajará Ricardo Ahued? Haciendo a un
lado filias y fobias, (en el caso que nos ocupa es en realidad estimación, lo
que no me impide hacer un análisis imparcial) ¿qué está haciendo nuestro
alcalde? ¿cómo quiere ser recordado? Veamos:
Siento que desde que llegó,
arreglar los desperfectos que le heredó el pequeñísimo Hipólito ha sido su
principal actividad. Xalapa parece un campo de golf, lleno de hoyos. Hoyos por
todos lados y por cualquier cosa. Hoyos, retenciones de tráfico, caos vial.
¿Está buscando Ahued reordenar la ciudad de manera definitiva o sólo para enchularla
mientras accede a la candidatura para suceder a Cuitláhuac?
En el caso, por ejemplo, de la
construcción de la Avenida Murillo Vidal, a finales del trienio de Pedro
Coronel Pérez, el mérito se lo ha llevado el entonces gobernador Acosta
Lagunes. Caso muy distinto al embellecimiento de la avenida Ávila Camacho y del
centro de la ciudad a manos del desarrollador de Xalapa, Manuel Fernández Ávila,
gran hombre; Américo Zúñiga, por su parte, realizó cientos de pequeñas e
importantes obras que están a la vista, excelente. Estos son sólo ejemplos. Políticos
que pasaron por la alcaldía más complicada del estado con excelente
calificación y sin convertirse en piñatas de los que se dedican a golpear,
desde dentro y desde afuera.
El alcalde de Xalapa, el caballeroso
Ricardo Ahued Bardahuil enfrenta tremendos retos para no salir reprobado. De
momento está centrado en arreglar el abandono en que se encontraba la Atenas
veracruzana. Pero…
Xalapa necesita ejes viales.
Ya no se puede circular. Es una catástrofe. Sería un buen punto. Difícil.
Xalapa requiere un libramiento
que sea utilizado por los camiones que prefieren utilizar Lázaro Cárdenas como
vía libre para ahorrarse las casetas. Se puede, de eso hablaremos en la próxima
entrega. Esto sería un gran logro.
Xalapa clama por agua, mucha
agua. Pero no comprada a Puebla. Aquí hay de sobra. Se necesita resolver ese
añejo problema. Teniendo tanta al alcance, resulta de pueblo bananero lo de los
tandeos. En zonas áridas como Monterrey lo entiendo, pero ¿Xalapa?
Xalapa merece un mejor sistema
de transporte urbano y hay que poner en orden a los taxis que con o sin placas
pululan por la ciudad. Hay más taxis que flores. Xalapa de los taxis.
Ricardo se enfrenta a una
difícil disyuntiva: ser precandidato al gobierno cuidando el gasto y cayendo en
subejercicios para los “programas sociales de Morena”, o convertirse en un gran
alcalde. Para los dos casos tiene talento. Es cosa de decisión personal.
PS. En la próxima entrega
hablaremos de lo del libramiento.