Pedro Peñaloza

Grecia: vuelta a la izquierda

Comparte

 

Pedro Peñaloza

 

Un banquero es un señor que nos presta un paraguas

cuando hace sol y nos los exige cuando empieza a llover.

Mark Twain

 

1. Las urnas hablaron. La llamada coalición de izquierda radical (Syriza, por su acrónimo en griego), ganó las elecciones parlamentarias del domingo pasado con 36.6% de los votos. La votación alcanzada por Syriza permitió a la coalición fundada en 2004 «y refundada como partido el año pasado» conseguir 149 legisladores, dos menos que los necesarios para disponer de mayoría en un parlamento de 300 curules. Este hecho obligó a formar una coalición con el partido de derecha nacionalista Griegos Independientes, que obtuvieron 13 parlamentarios, con lo cual se tendrá un total de 162. Lo único en común de estas dos fuerzas es su rechazo a la política de austeridad impuesta por la Unión Europea (UE) a Atenas desde hace 5 años.

2. Cambios desde el formato y las liturgias. Al asumir el cargo de primer ministro Alexis Tsipras, ateo, de cuarenta años, se presentó «como es habitual en él» sin corbata a la ceremonia de investidura. Además, había que mencionar que Tsipras, es el primer ministro más joven en la historia del pais en 150 años. Al acto se le imprimió un sello laico sin las tradicionales bendiciones religiosas de la iglesia ortodoxa. En este marco singular, no asistió el jefe de gobierno saliente AntonisSamaras, cuyo partido Nueva Democracia (ND) quedó en segundo lugar en los comicios. Otro elemento nuevo, es que es la primera ocasión, desde que terminó la dictadura en 1974, que ninguna de las dos formaciones políticas tradicionales de ND y el Partido Socialista Panhelénico (Pasok), son llamadas a formar gobierno o ser parte del mismo.

3. La histeria se expandió. Los voceros de las fuerzas conservadoras, como lo son, por un lado, los dos partidos tradicionales españoles (PSOE y PP) gritaron que no se «contaminarían» las próximas elecciones en su país, en dónde el partido «Podemos», de recién aparición y que mantiene coincidencias políticas con Syriza, lleva la delantera en las preferencias electorales; y por otro lado, la llamada «Troika» formada actualmente por la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo, mantienen el mismo discurso de usureros y no cesan de exigir que el nuevo Gobierno griego tiene que pagar sin falta y cumplir con los compromisos que adquirió con la crisis del 2008. Recordemos que el país mediterráneo recibió dos fondos de rescate por un monto total de 240 mil millones de euros. La deuda griega asciende a 320 mil millones de euros y equivale a 175% del PIB.

4. Entre lo urgente, lo importante y lo trascendente. Mientras el agio europeo le exige al nuevo gobierno seguir en la línea de austeridad, Tsipras se comprometió a aumentar el salario mínimo de 580 a 751 euros, suprimir impuestos y poner en marcha un plan de lucha contra el clientelismo y la corrupción. El centro de la nueva política de Syriza es la lucha contra la «exclusión social» que sufren cientos de miles de griegos tras 6 años de crisis económica, provocada por hacer frente a una monstruosa deuda externa, y para lo cual se destinarán mil 200 millones de euros; asimismo, en el frente laboral, se busca restaurar algunas conquistas colectivas abolidas en el acuerdo de rescate, en este rubro se implementaría un plan de 5 mil millones de euros en incentivos para que las empresas contraten empleados, ya que la tasa de desempleo se sitúa en 26%, un tercio de la población vive debajo de la línea de la pobreza. El desempleo juvenil alcanza 49.8%. También, se espera que los planes de privatización sean reconsiderados cuando comiencen las sesiones del parlamento el próximo 5 de febrero.

Epílogo. Se asoma la esperanza. Syriza puede abrir un nuevo camino para la izquierda, y no sólo europea.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *