GUARDAR MESURA RESPECTO A LA ELECCIÓN EN EUA
GUARDAR MESURA RESPECTO A LA ELECCIÓN EN EUA
· Amando Basurto Salazar, Paz Consuelo Márquez Padilla y Jesús Gallegos Olvera explicaron las implicaciones para México y el resto del mundo sobre el retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos
Ciudad Universitaria, México, 7 noviembre 2024.- Habrá que esperar para determinar cuántos de los republicanos en la Cámara de Representantes son trumpistas y cuántos moderados, a fin de conocer el poder que podría tener en términos legislativos el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Hay que guardar mesura con respecto a la elección; no es, ni será el fin del mundo, afirmó el profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), Amando Basurto Salazar.
En la conferencia de prensa “El retorno
de Trump”, en la que también participaron la investigadora del Centro de
Investigaciones sobre América del Norte (CISAN), Paz Consuelo Márquez Padilla;
y Jesús Gallegos Olvera, de la FCPyS, dijo:
El gobierno de nuestro país va a tener un espacio reducido de negociación y
necesitará mayor capacidad de actuar ante las contingencias que se presenten.
Ningún gabinete está preparado para lidiar con la administración Trump, por lo
errática que puede ser. Pero hay elementos rescatables de las tareas que el
actual secretario de Economía, Marcelo Ebrard, realizó como canciller, subrayó.
El universitario recalcó que el empresario regresa a la Casa Blanca con
aproximadamente dos millones de votos menos de los que obtuvo en 2020, cuando
perdió la carrera presidencial contra Joe Biden. Quiere decir que gana siendo
electoralmente menos popular. “No hay que creer que posee un gran poder
político; en realidad es moderado”.
Al hacer uso de la palabra, Paz Consuelo Márquez calificó como asombrosos los
resultados del proceso del martes pasado en la Unión Americana.
Pero el “fenómeno Trump” no debe verse aisladamente, sino como parte de un
proceso en el que los gobiernos populistas están adquiriendo cada vez más
importancia: de derecha, en países como Polonia; y de izquierda, en América
Latina.
Para Donald Trump México es un enemigo por los fenómenos del fentanilo y la
migración. Y al ciudadano estadounidense le queda claro que quien tiene
realmente el control de la frontera y de regresar a migrantes es él.
Además, hay que estar pendientes de quiénes van a formar su gabinete. “En los
populismos se pone a gente leal, y no a la más capacitada”, advirtió Márquez
Padilla, en la Sala de Conferencias “Mónica Verea”, del CISAN.
El mundo estuvo pendiente de las elecciones estadounidenses, porque pueden
tener consecuencias para la democracia, no solo en EU sino en el orbe. “Trump
es proteccionista y eso va a afectar a la mayoría de los países”, por ello el
gobierno mexicano se debe dar cuenta de la oportunidad que representa el
nearshoring o relocalización de empresas.
La académica recordó que en 1993, Estados Unidos exportaba 42 billones de
dólares a México; en 2023 fueron 322 billones, mientras que la inversión
directa se ubicó en más de 144 billones. La relación ha sido fuerte, con
problemas, con costos y beneficios, sectores que ganan y otros que pierden,
pero eso ha unido a ambas economías.
No será fácil para el gobierno de México; hay que recordar que Trump no utiliza
las instituciones o las formas tradicionales de la diplomacia; es a nivel
personal que establece o no buenas relaciones, recalcó.
A su vez, Jesús Gallegos dijo que el triunfo del republicano no es una buena o
mala noticia, sino un hecho. “Observamos implicaciones, como el cuestionamiento
sobre las instituciones y el valor que se le da al ejercicio democrático en los
Estados Unidos, y otras más amplias que tienen que ver con la economía”, por
ejemplo.
Los elementos estratégicos que tienen que acompañar al diagnóstico y a las
implicaciones deben ser multiescalares, multidimensionales y multiespaciales,
porque es ahí donde encontramos la complejidad, la diversidad y el dinamismo
que ofrece ese hecho.
Lo positivo para México es entender que la interdependencia entre ambas
naciones conlleva a diálogos y anticipa desde nuestro país condiciones para
llevar a cabo una serie de estrategias encaminadas a los temas migratorio, de
seguridad o comercial.
Lo negativo sería no tener esa comprensión y, frente a la actitud errática del
magnate, tener la esperanza de que sea un aliado, porque no lo es. Él “ha
demostrado que no somos amigos, sino socios comerciales con algunos intereses
en común”.
Comprendernos en nuestras diferencias bajo el marco de una interdependencia
asimétrica nos llevará a un escenario favorable; de otro modo, el panorama será
adverso, opinó Gallegos Olvera.
Tenemos una frontera de más de tres mil kilómetros, compartimos tratados y
acuerdos en diferentes materias, y del otro lado no solo estará el presidente
Trump, sino empresarios, activistas, etcétera, que serán elementos de
contrapeso, finalizó.
FUENTE: UNAM