GUERRA SUCIA Y PSICOLÓGICA
GUERRA SUCIA Y PSICOLÓGICA
Uriel
Flores Aguayo
La
intervención directa del Presidente, el uso de los programas sociales y todos
los recursos humanos y económicos gubernamentales no es lo único que están
utilizando para posicionar a su candidata y atacar a su opositora. Van más
allá.
Sus números los alertan o es mera perversidad.
Despojados de máscaras de decencia y todo tipo de escrúpulos están desplegando
el manual de la guerra sucia y psicológica, con la probable participación
extranjera. Se trata de mantenerse en el poder a toda costa. Es de pronóstico
reservado saber hasta dónde están dispuestos a llegar.
Son
peligrosos. Ponen en riesgo la gobernanza de México y exponen la integridad de
la oposición. Viven una exaltación casi demencial donde compiten para ser más
agresivos y vulgares contra sus adversarios reales o supuestos.
Es una
orgía oportunista. Luchan indecorosa mente para ganar puntos que se traduzcan
en candidaturas y puestos. Nadan en la ignominia. No cuidan ni las formas. Las
expresiones públicas del presidente, en cadena nacional, de tonos ofensivos,
dan una idea de lo que dice en privado. Solito se ubica lejos, muy lejos,
lamentable, del lugar de un estadista. Es lo de siempre: presidente de partido
y de visión estrecha, lejos de la democracia y el desarrollo social.
El grupo gobernante no es democrático, no respetan la pluralidad ni a las
minorías. Lo suyo no son las reglas de la democracia. Asumen un poder personal
de tipo caudillista. Inhiben la libertad. Inventan un discurso de ficción y
retórica.
Son
mitómanos. En nada se diferencian al pasado autoritario; son una reedición
corregida y aumentada del viejo régimen, el del control y los abusos. Su fase
actual, de guerra sucia, los pinta de cuerpo entero. No van a soltar el poder de
buena manera, les tendrá que ser arrancado con millones de votos y la
movilización ciudadana. Son los nuevos conservadores aferrados a sus
privilegios. Su tono y desfiguros tiene que ver con una pobre trayectoria y
perfiles ínfimos, sobre todo a nivel local. Mienten y mienten, manipulan y
manipulan. Son altos sus grados de descomposición prematura en los niveles
dirigentes. Arriba de su partido si acaso quedará un diez por ciento de ideales
y convicciones; abajo queda más, pero solamente son carne de cañón y
escenografía para los rollos y las fotografías. Poco tienen que ofrecer ya en
sentido positivo. Se ahogan en la degradación. Si pierden, el diluvio; si
ganan, la tormenta. Pero para ellos.
No hay
segundas partes, al menos no perfectas. Pronto se romperá su burbuja de oro; la
caída será fuerte. A nivel local la mayoría son un lastre, huecos, sin
formación e ideas. Sin poder, pasarán al olvido y tendrán que valerse por si
mismos. En un par de meses vendrán los debates y las competencias reales. Sin
el aparato y la figura presidencial se tendrán que mostrar en su verdadero
tamaño.
Recadito : urge intervenir en el servicio público de transporte en Xalapa.