HÉCTOR BONILLA ENALTECIÓ EL ARTE Y LA CULTURA DE MÉXICO
HÉCTOR BONILLA ENALTECIÓ EL ARTE Y LA CULTURA DE MÉXICO
· Como
actor, director y productor teatral
- La Secretaría de
Cultura federal y el Inbal recuerdan al actor egresado de la ENAT, quien
este 14 de marzo cumpliría 85 años de vida
Ciudad de México 14 marzo 2024.- Instituciones de
la cultura mexicana recuerdan este 14 de marzo el 85 aniversario del natalicio
del actor, director, productor teatral y político Héctor Bonilla, quien dedicó
más de 50 años a enaltecer el arte y la cultura de México desde diferentes
trincheras, por lo que fue declarado en vida Patrimonio artístico de la Ciudad
de México.
Como estudiante egresado de la ENAT y como actor profesional,
la vida de Héctor Bonilla estuvo siempre ligada al Inbal, institución con la
que trabajó en montajes como El principito, de Antoine de Saint
Exupéry, y La lente maravillosa, de Emilio Carballido.
En 2019, el Inbal le rindió un homenaje especial
con motivo de sus 50 años de trayectoria con una ceremonia realizada en el
Teatro del Bosque Julio Castillo del Centro Cultural del
Bosque (CCB) –recinto que lo vio nacer para el teatro— y le entregó el
reconocimiento Trayectorias notables de las artes en México. Ese
mismo año recibió la Presea Cervantina del Festival Internacional Cervantino, y
el Gobierno de la Ciudad de México lo nombró Patrimonio Cultural Vivo de la
Ciudad de México.
Participó en más de 140 puestas en escena
Héctor Bonilla nació el 14 de marzo de 1939, en la
Ciudad de México, con el nombre de Héctor Hermilo Bonilla Rebentun. Desde joven
se mostró interesado en la actuación e ingresó en la Escuela Nacional de Arte
Teatral (ENAT) del Inbal donde tuvo entre otros profesores a Alejandro
Jodorowsky.
Una de sus primeras actuaciones en el teatro
profesional se dio en 1962 con la obra Puños de oro, de Clifford
Odets, que le valió un comentario en el Diorama de la Cultura de
Excélsior: “Héctor Bonilla es un joven actor de enormes posibilidades, con
presencia escénica que logra convencer y emocionar”.
De ahí en adelante participó en más de 140 puestas
en escena a lo largo de una destacada trayectoria teatral con obras como Zaratustra,
de Jodorowsky; ¿Mi vida es mi vida?, de Brian Clark; Los
argonautas, de Sergio Magaña; El extranjero, de Larry Shue; El
principito, de Antoine de Saint-Exupéry; y Almacenados, de
David Desola, y las comedias musicales El diluvio que viene y Sugar,
entre muchas otras.
Ese mismo año debutó en el cine con la cinta Jóvenes
y bellas, de Fernando Cortés, y en 1967 incursionó en la televisión a
través de la serie La casa de las fieras. En ambas facetas
participó en más de 100 producciones.
Destacan películas como María de mi corazón, El
cumpleaños del perro y Matinée, de Jaime Humberto
Hermosillo; La leyenda de una máscara, de José Buil; El
bulto, de Gabriel Retes, y 7:19, de Jorge Michel Grau.
Hizo el doblaje de películas como Ratatouille, El
libro de la selva, Coco y Ana y Bruno y
fue narrador en espectáculos como Pedro y el lobo, de Serguéi
Prokófiev, y El carnaval de los animales, de Camille Saint-Saëns
para una colección discográfica.
En el cine obtuvo el premio Ariel al mejor actor
por Meridiano 100, de Alfredo Joskowicz, y por Rojo amanecer,
de Jorge Fons, cinta que también produjo. En 2019 fue galardonado con el Ariel
de Oro en reconocimiento a su trayectoria en el cine.
En noviembre de 2022, el Inbal le rindió un
homenaje póstumo en el Palacio de Bellas Artes, y en diciembre, el Inbal le
hizo entrega también de manera póstuma su máximo galardón: la Medalla de Oro
Bellas Artes, presea que recogió su viuda, la actriz Sofía Álvarez, acompañada
de sus hijos.